La muerte del m¨²sico Nusrat Fateh Al¨ª Khan conmociona Pakist¨¢n
La noticia fue anunciada por el presidente de la naci¨®n
Nusrat Fateh Al¨ª Khan, el m¨¢s universal de los int¨¦rpretes de m¨²sica qawwali, falleci¨® el pasado s¨¢bado a los 49 a?os en un hospital londinense, v¨ªctima de una dolencia cardiaca y problemas renales. Su muerte, anunciada en Pakist¨¢n por el presidente de la naci¨®n, ha causado consternaci¨®n entre los seguidores de la l¨ªnea Chisti del sufismo, que logran el ¨¦xtasis a trav¨¦s del qawwali. La conmoci¨®n ha sido similar a la provocada en Espa?a por la desaparici¨®n de Camar¨®n de la Isla.
No es una comparaci¨®n gratuita: algunos artistas flamencos que escucharon a Khan ten¨ªan dificultad para repetir su nombre, pero se entend¨ªan hablando admirativamente de "el Camar¨®n paquistan¨ª". Como Camar¨®n, Khan no tuvo miedo a los experimentos con otras formas musicales: acept¨® que Massive Attack o Bally Sagoo encajaran su voz prodigiosa en ritmos para discotecas, trabaj¨® con el productor y guitarrista Michael Brooks, cant¨® a Eddie Vedder -el vocalista de Pearl Jam- en dos temas de la banda sonora de Pena de muerte (su voz embriagadora tambi¨¦n sonaba en La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo y La reina de los bandidos).El brit¨¢nico Peter Gabriel fue uno de los primeros publicistas de Nusrat Fateh Al¨ª Khan, que se convirti¨® en el principal artista de su discogr¨¢fica, Real World, y en estrella de los festivales WOMAD. Un patrocinio que siempre agradeci¨®.
El arte de Khan pod¨ªa tener un motor m¨ªstico, pero ¨¦l era un profesional que, al igual que Camar¨®n, se crec¨ªa cuando le tocaba lidiar con un p¨²blico ajeno a sus creencias.
Nacido hace 49 a?os en la regi¨®n del Punjab, en el seno de una familia que presum¨ªa de seis siglos de dedicaci¨®n a la m¨²sica qawwali, su deseo de convertirse en un doctor se frustr¨® al morir en 1964 su padre, que fue su instructor musical. Khan se integr¨® en el grupo familiar, formado por cantantes y tocadores de tabla y armonios.
Durante siete a?os, un sue?o recurrente le sostuvo: se imaginaba que cantaba en la tumba de Hazrat Khwaja Mo'inuddin, el primer santo suf¨ª que lleg¨® en misi¨®n de proselitismo a la India, un recinto vedado a la m¨²sica. Finalmente, la enfermedad de un primo suyo le dio la oportunidad de convertirse en el cantante solista. Su popularidad fue inmediata y arrolladora: en 1979, cuando se acerc¨® como peregrino al mausoleo del santo, los guardianes le invitaron a actuar ante los visitantes.
Abandono vocal
Nusrat acentu¨® los elementos r¨ªtmicos y potenci¨® los momentos de puro abandono vocal; as¨ª, pudo conectar con el p¨²blico joven asi¨¢tico y, posteriormente, con el internacional. Tras su estela, llegaron los hermanos Sabri, Aziz Mian, los hermanos Warsi y otros grupos del subcontinente. Pocos alcanzaban la intensidad de Nusrat, un vocalista de enormes poderes que conjugaba las improvisaciones apasionadas con los trucos de un oficio ancestral.
En los ¨²ltimos tiempos se produjo una maravillosa avalancha de grabaciones de Nusrat. Aparte de los discos de Real World, los m¨¢s accesibles en todos los sentidos, se pueden localizar los cinco compactos de En concert ¨¢ Par¨ªs o sesiones similares captadas en Londres (Traditional sufi qawwalis) o en Pakist¨¢n (Intoxicated spirit), que recogen sus portentosos desbordamientos emocionales.
Michael Brooks, Ry Cooder y otros m¨²sicos occidentales que trabajaron con ¨¦l hablaban maravillas de su bondad,su entusiasmo y su capacidad para comunicarse por encima de la barrera de los idiomas. En su inagotable repertorio conviv¨ªan las melod¨ªas devotas del qawwali, las canciones de amor ghazal y hasta ejercicios vocales sin textos.
Pero la inspiraci¨®n primigenia era religiosa: "Nosotros no cantamos, s¨®lo ponemos voz para que todos juntos, m¨²sicos y oyentes, nos fundamos con Al¨¢". El grupo de Khan, que inclu¨ªa a su hermano menor Farakh y a su. primo Mujahid Mubarak Al¨ª Khan, seguir¨¢ difundiendo su mensaje torrencial.
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