Un hombre mat¨® a su esposa de un tiro en la cabeza y luego se suicid¨®
El domingo 3 de agosto la polic¨ªa descubr¨ªa en una vivienda de Torrej¨®n de Ardoz a un matrimonio muerto de sendos tiros en la cabeza. En un principio se atribuy¨® el caso a un suicidio doble. Ayer, 17 d¨ªas despu¨¦s del hallazgo, la polic¨ªa desvel¨® que se hab¨ªa tratado de un homicidio: el marido hab¨ªa matado a su mujer de un tiro en la cabeza y luego se hab¨ªa dado muerte. Este crimen se suma al ocurrido en Alpedrete el pasado 11 de agosto. En ambos casos las v¨ªctimas fueron mujeres y el detonante fue la negativa del marido a aceptar con normalidad el proceso de separaci¨®n. As¨ª, seg¨²n la polic¨ªa, en el asesinato de Torrej¨®n, la mujer pensaba casarse con otro hombre una vez finalizados los tr¨¢mites del divorcio, hecho que el marido no estaba dispuesto a admitir.El d¨ªa del crimen, el matrimonio -formado por Daniel Garc¨ªa Romero, de 34 a?os, y Mar¨ªa ?ngeles Estremera Gordo, de 36- se reuni¨® para celebrar en una piscina el cumplea?os de la hija mayor, de 12 a?os. Con ellos estaba tambi¨¦n el otro hijo de la pareja, de siete a?os. Acabado el ba?o, sobre las ocho de la tarde, la familia lleg¨® al portal de la calle de Chile, n¨²mero 4, donde el matrimonio hab¨ªa convivido durante unos 10 a?os.
Un vecino relat¨® a RNE lo que ocurri¨® entonces: "Vi llegar de la piscina a los cuatro juntos. Ven¨ªan andando tranquilamente. Se pusieron a hablar en la acera, junto al portal. ?l insist¨ªa a la mujer para que subiera, quer¨ªa hablar con ella, pero ella no quer¨ªa".
Finalmente, la familia entr¨® en la vivienda, en el segundo piso. Los ni?os, poco despu¨¦s, bajaron a la calle. Los padres se quedaron solos. Fue en ese momento cuando, a tenor de la reconstrucci¨®n policial, Daniel mat¨® a su esposa con una escopeta de caza. Le dispar¨® por detr¨¢s y a corta distancia mientras ella fumaba un pitillo. Luego se sent¨® y, apoy¨¢ndose contra la puerta del comedor, se descerraj¨® un tiro en la boca.
"Los ni?os se quedaron en la calle. Pasada una hora llamaron a la casa, pero nadie les respondi¨®, as¨ª que sobre las 21.30 fueron a la vivienda del vecino", relat¨® un portavoz policial. Este vecino dio de cenar a los dos ni?os y les acogi¨® esa noche: "La ni?a me cont¨® que su padre no abr¨ªa; yo le dije que bueno, que habr¨ªa salido. Un poco m¨¢s tarde fuimos a dar una vuelta a ver si encontr¨¢bamos a sus padres, pero no vimos a nadie, as¨ª que se quedaron con nosotros".
A la ma?ana siguiente, el vecino, alarmado por la ausencia del matrimonio, entr¨® en la vivienda. Se encontr¨® con un charco de sangre en el pasillo y no dio un paso m¨¢s. Directamente, avis¨® a la Polic¨ªa Nacional.
"No me pod¨ªa creer lo sucedido. Durante diez a?os les hab¨ªa visto sin ning¨²n problema. Hasta la noche anterior no me enter¨¦, y por boca de la ni?a, que se hab¨ªan separado", a?adi¨® el citado vecino.
Asociaciones de mujeres exigen medidas para evitar m¨¢s muertes
Tras el suceso, los cr¨ªos fueron enviados a casa de una t¨ªa paterna en Guadalajara. Aunque en un principio se baraj¨® la hip¨®tesis de un suicidio, las pesquisas posteriores, sobre todo las desavenencias conyugales, el relato de los vecinos y los an¨¢lisis forenses, apuntaron a que se hab¨ªa tratado de un homicidio. Un vecino declar¨® a los agentes que el marido era un bebedor habitual.Esta nueva agresi¨®n mortal de un marido a su esposa ha ca¨ªdo como una bomba entre las asociaciones de mujeres de Torrej¨®n. Pilar Carvajal, miembro del Movimiento para la Liberaci¨®n e Igualdad de la Mujer de este municipio, opina que "estas situaciones tienen que tocar techo". "Su caso concreto no lo conoc¨ªa, pero, por desgracia, hay muchas mujeres a las que sus maridos amenazan de muerte constantemente y no se hace nada", explica.
"Habr¨ªa que impedir que el marido pueda acercarse a la mujer si antes la ha amenazado de muerte y agredido en reiteradas ocasiones", a?ade. "El asunto es que a menudo se llega tarde, cuando ya no tiene remedio", concluye. Ella coincidi¨® con la v¨ªctima en un viaje a Murcia organizado en junio por el ¨¢rea de la mujer del Ayuntamiento de la localidad.
Entre las 70 socias de la Asociaci¨®n de Mujeres Separadas de Torrej¨®n tambi¨¦n ha cundido la indignaci¨®n. Juana Carrasco, miembro de la junta directiva de la citada asociaci¨®n hasta hace un a?o, explica que por sus locales pasa un buen n¨²mero de mujeres amenazadas por sus maridos. "Hay una chica que lleva puestas unas veinte denuncias por palizas que le ha propinado su ex en plena calle; a ¨¦l los jueces le han puesto multas o le han castigado a alg¨²n arresto domiciliario, pero lo que nadie ha impedido es que siga merodeando en torno a ella", a?ade.
Sentencia sin cumplir
"Hay otros casos de malos tratos en los que el juez dicta que el hombre debe abandonar el domicilio conyugal y la sentencia no se curnple", apostilla Carrasco. La asociaci¨®n dispone de un gabinete jur¨ªdico y una psic¨®loga.
El 90% de los casos de maltrato marital, que en ocasiones desemboca en agresiones mortales, sigue en la oscuridad. Desde hace tres a?os el n¨²mero de denuncias presentadas por mujeres agredidas por sus maridos se mantiene en torno a las 3.200, una cifra que, seg¨²n la Direcci¨®n General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, supone s¨®lo un 10% de la realidad.
En 1996 se presentaron 3.200 denuncias. Un a?o antes, en 1995, fueron 3.400 los casos que salieron a la luz y 3.200 en 1994. El resto de las situaciones de violencia conyugal no llega a conocerse porque las v¨ªctimas sienten verg¨¹enza o miedo a las represalias. El perfil de la v¨ªctima es el de un ama de casa con dos hijos, estudios primarios y dependiente del marido. Estas agresiones se producen en todas las capas sociales.
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