El Betis vuelve por donde sol¨ªa

Dos jornadas de Liga. Nuevo t¨¦cnico. Nuevos jugadores. Y el Betis no consigue superar una asignatura pendiente: el discret¨ªsimo final de la ¨²ltima campa?a en su esta dio. Empat¨® un partido que perdi¨® t¨¢cticamente.En la primera parte, la delantera b¨¦tica pr¨¢cticamente no exist¨ªa. Y como quiera que es un equipo muy ofensivo, fue el mismo Betis el que parec¨ªa no existir. Un equipo completamente nacional, con la salvedad de Finidi, formado por futbolistas que no hablaban en el campo el mismo idioma. Y Luis Fern¨¢ndez le ofrec¨ªa a su tocayo el homenaje m¨¢s taimado: que los b¨¦ticos no tuvieran m¨¢s remedio que optar por el contraataque, la especialidad de la casa.

Ol¨ªas conjur¨® el peligro generado por un servicio de Alkiza, el pase de la muerte, que en pies de Joseba Etxeberria hubiera sido un gol casi seguro. Este mismo futbolista, tras una colosal jugada de Roberto R¨ªos, estuvo a punto de batir a Prats, que se luci¨® bajo los palos en el ¨²ltimo lance de la primera parte. El Athletic le hab¨ªa enviado un mensaje envenenado a su adversario: el juego no era tal, sino un trabajo. Y a los b¨¦ticos les iba a costar la misma vida hacerse con los puntos.

El ganador de la partida empez¨® a ganar el partido cuando dos delanteros, Ziganda y Etxeberria, fabricaron el gol de un defensa, Larrainzar. No hac¨ªa falta ser adivino para imaginar que suceder¨ªa algo parecido. Hizo falta esa adversidad para que Luis Aragon¨¦s diera entrada a Oli, que marc¨® nada m¨¢s salir al campo un gol discutiblemente anulado por Garc¨ªa-Aranda. La entrada del asturiano y la resurrecci¨®n de Fernando le daban alas al Betis. Su entrenador empezaba a ganar la partida, pero con un tablero diezmado.

El partido pudo terminar antes de su final si Prats no detiene una clar¨ªsima ocasi¨®n de Alkiza, que aprovech¨® el regalo de una defensa verdiblanca que no es la misma si no est¨¢n Vidakovic ni Roberto R¨ªos, que estaba en labores de contraespionaje. Y tampoco era necesario matricularse en futurolog¨ªa para intuir que si alguien vencer¨ªa el rompeolas blanquirrojo ser¨ªa Oli. Luis respir¨®.

El Betis de las segundas partes empezaba a carburar. Se qued¨® con el antojo de una pr¨®rroga. El partido termin¨® con el deb¨² de Iv¨¢n, el hermano de Alfonso.