Mujeres de armas tomar en Hondarribia
Reto a la tradici¨®n del desfile masculino en la fiesta del Alarde que se celebra hoy
Derecho o tradici¨®n. Ellas apuestan por el derecho y la tradici¨®n adaptada a los tiempos. Rosario Iraola, Isabel Alcain, Arantza Altuna, Marian Emazabel..., todas pertenecen a Juana Mugarrietakoak (las de Juana Mugarrieta), un colectivo que el a?o pasado se constituy¨® para reivindicar el derecho de las mujeres de Hondarribia (Guip¨²zcoa), 14.000 habitantes, a desfilar en el Alarde de su pueblo como soldados. Hasta hace un a?o, los hondarribitarras dejaban atr¨¢s sus diferencias para unirse en esta marcha militar con la que cada a?o tributan homenaje a sus antepasados, cuyo arrojo sirvi¨® en 1638 para poner fin al sitio franc¨¦s.Los vecinos de la localidad se emocionan cuando llega el 8 de septiembre; sacan sus escopetas, p¨ªfanos y tambores y hacen del Alarde una gran fiesta. Desfilan un total de 21 compa?¨ªas de barrio, con alrededor de 3.000 hombres y s¨®lo 20 mujeres en su papel de cantineras.
La mayor¨ªa del pueblo apela a la tradici¨®n para mantener el Alarde como hasta ahora, pero Juana Mugarrietakoak se empe?a en defender que las mujeres sienten su fiesta tanto como los hombres y que tambi¨¦n quieren desfilar cada a?o. Son una minor¨ªa que no tiene el apoyo del pueblo.
"Por lo visto, nosotras no tenemos sentimientos, no sentimos el Alarde", dice Rosario Iraola. Esta es la misma sensaci¨®n de impotencia que llev¨® en 1993 al colectivo de mujeres Emeki a trabajar por lograr que las mujeres desfilen como escopeteras en el Alarde. Realizaron una encuesta que arroj¨® un resultado desesperanzador para ellas: el 70% de la poblaci¨®n no ve¨ªa con buenos ojos el desfile de la mujer si no era en su papel tradicional de cantinera. Entonces se lanzaron a pedir reuniones para tratar el asunto con la Junta de Mandos, integrada por todos los representantes de las compa?¨ªas. "Pero se negaron a recibirles", dice Isabel Alcain.
Tras el conflictivo Alarde de la localidad vecina de Ir¨²n de 1996 -inmerso en el mismo debate social-, otras mujeres de Hondarribia formaron su propia asociaci¨®n, Juana Mugarrietakoak. Hicieron suyo el nombre de la capellana de la ermita de Guadalupe, patrona de Hondarribia, que guard¨® la figura de la virgen durante el asedio franc¨¦s. "Nos recibi¨® una comisi¨®n, pero dijeron que no ve¨ªan pertinente la incorporaci¨®n de las mujeres en las compa?¨ªas de sus barrios".
La negativa las desmoraliz¨®, pero en lugar de echarse atr¨¢s trataron de imponer su postura a la fuerza. Pese a que el pueblo no las quer¨ªa en el desfile, intentaron sumarse a las compa?¨ªas del Alarde el 8 de septiembre. El resultado fue nefasto para Hondarribia porque no tuvieron la fiesta en paz. Su intentona se tradujo en empujones, abucheos y presuntas agresiones que hoy est¨¢n a¨²n sin resolver en los tribunales.
Son mujeres de Hondarribia: amas de casa, enfermeras, licenciadas en psicolog¨ªa, estudiantes, paradas, de edades que van desde los 17 hasta los 53 a?os, quienes quieren abonar la transformaci¨®n de su Alarde para el futuro. Es un colectivo que se autodefine como plural, frente a algunas voces que las sit¨²an en la ideolog¨ªa de Herri Batasuna y las acusan de querer desestabilizar las fiestas.
"En nuestro colectivo hay gente de HB, igual que del PNV, de EA o del PSE-EE, es una muestra de la representaci¨®n municipal en nuestro consistorio", dice una portavoz del colectivo. "A quienes defienden el Alarde tradicional les viene muy bien esta excusa para desprestigiarnos, sobre todo despu¨¦s del asesinato por ETA de Miguel, ?ngel Blanco".
Adem¨¢s, a?aden, "?acaso las reivindicaciones no son justas porque las reivindique HB?". Lo cierto es que aunque en el Parlamento Vasco todos los partidos pol¨ªticos apoyan a Juana Mugarrietakoak, en el ¨¢mbito local HB es el ¨²nico que est¨¢ con ellas, aunque su militancia est¨¢ dividida ante la cuesti¨®n.
Las negociaciones que se han hecho a lo largo de todo el ano no han servido para nada. El alcalde de la localidad, Borja J¨¢uregui (PNV), en un intento de conciliar los ¨¢nimos para hoy, lanz¨® una propuesta de negociaci¨®n que fracas¨®. Mujeres de Hondarribia se manifestaron por las calles tras una pancarta que dec¨ªa: "El pueblo quiere el Alarde de siempre". Ellas no se sienten discriminadas. "Nuestra participaci¨®n es masiva en todos los actos que conmemoran y renuevan el voto a la virgen". No creen que se vulnere el derecho de las mujeres. Adem¨¢s consideran que se trata de "rememorar un hecho hist¨®rico en el que la mujer tuvo una participaci¨®n distinta del hombre".
Isabel Alcain no est¨¢ de acuerdo: "Nuestra reivindicaci¨®n es participar en las compa?¨ªas de nuestros barrios; en cambio renunciamos a ello creando una compa?¨ªa mixta, Jaizkibel, igual que los veraneantes crearon la suya en 1940". Las mujeres saldr¨¢n a desfilar hoy con los hombres que las apoyan, pero de forma distinta al a?o pasado. "Nos encontraremos en Soroeta, iremos a buscar a nuestra cantinera a su casa y daremos los pasos que podamos hasta llegar a la Alameda para formar con las dem¨¢s compa?¨ªas. Si el general nos reconoce, desfilaremos en el Alarde; en caso contrario, volveremos a casa".
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