Del l¨¢tigo a la faja

Muchas veces, estos para¨ªsos del mir¨®n se encuentran rodeados de establecimientos bien poco vinculados al alboroto hormonal. En Bravo Murillo, frente a la sede de la junta de distrito, Afrodita comparte acera con un locutorio de conferencias internacionales, despachos de abogados y una tienda de cocinas y ba?os en cuyo escaparate varias se?oras escudri?aban ayer fregaderos. El Venus queda a un paso de un comercio de complementos ortop¨¦dicos.El contraste, en Atocha, se antoja quiz¨¢ m¨¢s pintoresco. Puerta a puerta con el mundo de l¨¢tex del Hollywood, el cartel de las cl¨¢sicas Fajas Ruiz destaca en una mercer¨ªa. Y entre este local y su competidor, Atocha 80, se interponen una tienda de chucher¨ªas y un par de esos cl¨¢sicos caf¨¦s de desayuno con churros y raci¨®n de bravas. Algo m¨¢s lejos, dos centros con tradici¨®n p¨ªa: el San Estanislao de Kotska y el Colegio de Asunci¨®n, este ¨²ltimo con parvulitos en sus aulas. Precisamente, la rebeli¨®n de General Moscard¨® proviene de la cercan¨ªa de un colegio de monjas, una residencia de f¨¦minas internas y una bas¨ªlica en la que se imparten clases de catequesis.