Importancia de la independencia

Las aplicaciones de la ciencia est¨¢n afectando a parcelas cada vez m¨¢s importantes e ¨ªntimas de nuestra vida. Los ciudadanos o sus representantes tienen que tomar decisiones sobre temas cada vez m¨¢s t¨¦cnicos. En esta situaci¨®n los ciudadanos se vuelven hacia aquellos que conocen con detalle las complejas cuestiones tratadas. La existencia de cient¨ªficos independientes permite que la sociedad acuda a ellos en busca de una autoridad no mezclada con otros intereses.Ligando la investigaci¨®n con sus aplicaciones inmediatas podemos estar contribuyendo a crear desconfianza en la sociedad hacia los avances tecnol¨®gicos. Ejemplos de ello los tenemos muy recientes en Europa en dominios muy dispares, desde la biolog¨ªa molecular a la f¨ªsica.

Que una parte esencial de la investigaci¨®n cient¨ªfica pierda su independencia es preocupante. Esto es as¨ª por la raz¨®n que hemos dicho pero hay otras. Una ciencia dependiente de intereses inmediatos dif¨ªcilmente dar¨¢ cuenta de una de sus funciones, que es responder a las preguntas que nos hacemos los humanos desde siempre sobre nosotros mismos y nuestro entorno. Dif¨ªcilmente se ve, por ejemplo, a la industria financiar estudios sobre el origen de la vida aunque m¨¢s tarde haya aplicaciones importantes de los organismos que viven en condiciones extremas.

Otra raz¨®n de importancia reside en que la dependencia lo es siempre de una industria o de unas pocas. Las cl¨¢usulas de confidencialidad aparecen cada vez m¨¢s en cualquier contrato o proyecto financiado. Nadie puede objetar a ello si los fondos son privados, pero cuando ¨¦stos son p¨²blicos se elevan voces advirtiendo que las ayudas para la investigaci¨®n no deben convertirse en un factor que distorsione el mercado.

Una de las l¨®gicas preocupaciones de los responsables de la investigaci¨®n cient¨ªfica, especialmente en Europa, es el aprovechamiento de los recursos destinados a investigaci¨®n. Se ha dicho y repetido que pocos de los resultados de la ciencia europea llegan a nuestra industria.

Es sin duda un problema que hay que analizar y solucionar aunque grandes ideas imaginativas no parecen estar saliendo m¨¢s all¨¢ de una presi¨®n creciente sobre los investigadores. Si esta presi¨®n se prolonga y se incrementa podr¨ªa da?arse la independencia de la ciencia.

Una ciencia independiente puede querer decir una investigaci¨®n financiada con fondos p¨²blicos. Esta es la pr¨¢ctica que se ha consagrado en este siglo, que los estados modernos han asumido y que ha permitido los avances de todo tipo que hemos observado. Sin embargo, hay ejemplos de gran valor de investigaciones independientes con fondos privados, ya sea de fundaciones (la Howard Hughes es un ejemplo excelente) o de empresas (los Bell Laboratories por ejemplo).

Independencia no se opone a una orientaci¨®n de prioridades que puede ser necesaria cuando los recursos son limitados. La ciencia no puede encerrarse en una torre de marfil, sino implicarse en el desarrollo econ¨®mico de la sociedad. En este contexto una ciencia fuerte independiente y con fuerte autoridad es una necesidad en una sociedad moderna.