El p¨²blico abuche¨® a Raimon por cantar en catal¨¢n, y a Sacrist¨¢n, por comunista
La fiesta de anoche tambi¨¦n conoci¨® la bronca. Un numeroso sector del p¨²blico -que core¨® entusiasmado las canciones de Raphael, Los del R¨ªo, Jos¨¦ Luis Perales y Los Centellas- abuche¨® sonoramente a Jos¨¦ Sacrist¨¢n y a Raimon; por comunista, al primero, y por cantar en catal¨¢n, al segundo. Otro sector del p¨²blico, avergonzado, intent¨® acallar los insultos con aplausos, pero no siempre lo consigui¨®. Hasta Mat¨ªas Prats -que quiso echarle un capote a Raimon evocando sus recuerdos de Catalu?a y las palabras que sabe en catal¨¢n- se llev¨® una buena raci¨®n de bronca.Sucedi¨® as¨ª: Raimon present¨® su canci¨®n Pa¨ªs Vasco en castellano, y luego explic¨® al p¨²blico que la cantar¨ªa en catal¨¢n (primer abucheo). Se trata -continu¨® pese al chaparr¨®n- de una canci¨®n "prohibida muchas veces durante la dictadura de Franco" (segunda pitada, m¨¢s sonora si cabe). La cant¨® entre abucheos y fue despedido con una gran bronca. Mat¨ªas Prats, el presentador del concierto, intent¨® arroparlo con un comentario cari?oso, pero tambi¨¦n fue sonoramente recriminado.
A continuaci¨®n, le toc¨® el turno al actor Jos¨¦ Sacrist¨¢n, que empez¨® a recitar el poema de Bertolt Brecht. "Se llevaron a los negros, pero yo no me preocup¨¦, porque no soy negro ...". Hasta ah¨ª todo bien. El problema surgi¨® cuando el pasaje del poema se refiere a los comunistas. "Pero no me preocup¨¦", sigui¨® recitando Sacrist¨¢n, "porque yo no lo soy...". Fue entonces cuando un sector mayoritario del p¨²blico interrumpi¨® al actor, grit¨¢ndole que s¨ª, que ¨¦l s¨ª lo es. "?Comunista, comunista!", profer¨ªa la gente desaforada, poniendo en la palabra todo el ¨ªmpetu del peor insulto. El actor recit¨® el poema hasta el final, con voz firme, pero cuando el silencio se hizo de nuevo se volvi¨® a dirigir al p¨²blico, ya sali¨¦ndose del gui¨®n. Y no lo hizo para defenderse, sino en referencia a los abucheos sufridos por Raimon: "No pensaba decir nada", advirti¨®. "Pero esto es un acto por la paz y la libertad. Y no s¨¦ -y entonces s¨ª levant¨® el tono de su voz- desde qu¨¦ extra?o sentido de la libertad se silba a alguien que habla en su idioma ...".
Joaquim Molins, el portavoz de Convergencia i Unio (CiU) en el Congreso de los Diputados, y Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida, presenciaron los incidentes en primera fila. A pesar de tratarse de un catal¨¢n y un comunista, ni se inmutaron.
Bronca a los fot¨®grafos
No s¨®lo Raimon y Sacrist¨¢n se llevaron las iras del p¨²blico. Tambi¨¦n, minutos antes de que se iniciase el concierto, los fot¨®grafos y los c¨¢maras de televisi¨®n fueron abroncados. Una vez que todos las autoridades hab¨ªan entrado en el ruedo por el Callej¨®n del Arrastre -grandes aplausos a la ministra Tocino y al vicepresidente ?lvarez Cascos-, llegaron los famosos de moda en las revistas del coraz¨®n. Por otra puerta, juntos y como escondi¨¦ndose de los reporteros, entraron Ra¨²l Gonz¨¢lez, el futbolista del Real Madrid, junto a Mar Flores y su novio, Cayetano Mart¨ªnez de Irujo. Al percatarse los paparazzi -en horas de tan baja popularidad- se echaron sobre ellos, y ah¨ª fue el acab¨®se. El p¨²blico -en un anticipo de lo que suceder¨ªa despu¨¦s- les grit¨® de todo. Hasta que la polic¨ªa no opt¨® por el remedio m¨¢s r¨¢pido -poner arena de por medio entre unos y otros- no se acabaron los gritos.
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