Los nacionalistas de Escocia conf¨ªan en vencer hoy en el refer¨¦ndum para la creaci¨®n de un Parlamento
Apoyados por el Gobierno de Londres, los nacionalistas escoceses est¨¢n confiados en una victoria en el refer¨¦ndum de hoy, que promete abrir en Escocia el camino para una eventual autonom¨ªa con amplias repercus¨ªones en el futuro plano pol¨ªtico del Reino Unido. Horas antes de la consulta sobre la devoluci¨®n de los poderes que Escocia mantuvo hasta entregarlos a Londres en 1707, los nacionalistas y laboristas, as¨ª como los socialdem¨®cratas, pronosticaban una amplia victoria de la papeleta s¨ª-s¨ª en los dos temas del refer¨¦ndum: la creaci¨®n de un Parlamento de 129 esca?os y la investidura de poderes fiscales limitados al nuevo organismo que comenzar¨ªa a funcionar el 1 de enero del 2000.
El ¨²nico consuelo aparente de los conservadores, fuerza dominante de la campa?a del no-no encabezada por la coalici¨®n Think Twice (Pi¨¦nselo Dos Veces), se basaba anoche en la posibilidad de un alto ¨ªndice de abstenci¨®n tras una ap¨¢tica contienda pol¨ªtica interrumpida a causa de la tregua decretada por la muerte de la princesa Diana.Los conservadores, cuya oposici¨®n al proyecto de devoluci¨®n de poderes en Escocia y Gales nace del temor de que ¨¦sta pueda erosionar la cohesi¨®n del Reino Unido, abrigaban esperanzas de un rotundo no al establecimiento de un mecanismo capaz de aumentar impuestos. Pero una encuesta publicada ayer por el diario The Herald de Glasgow afirm¨® que el 61% de los cinco millones de escoceses apoyan la creaci¨®n del Parlamento. La tendencia al voto negativo, seg¨²n esa misma consulta, alcanza al 20%, con un margen de 19% de indecisos. En cuanto a la cuesti¨®n impositiva, el margen es de 45% a favor, 32% en contra y 24% indecisos.
Blair y varios de sus ministros dedicaron las ¨²ltimas horas de la campa?a en Edimburgo y Glasgow a exhortar a los escoceses a "sentar las bases de un futuro de prosperidad". El viceprimer ministro John Prescott describi¨® el refer¨¦ndum como "la cuesti¨®n m¨¢s importante en el plano democr¨¢tico y constitucional. Los resultados del refer¨¦ndum de hoy son al mismo tiempo clave para el que se celebrar¨¢ dentro de una semana en Gales, donde Blair impulsa con id¨¦ntico tes¨®n la formaci¨®n de una asamblea como parte del ambicioso programa de descentralizaci¨®n administrativa, pilar de la campana que lo llev¨® al poder en las elecciones de mayo pasado. Si el actual proceso de paz tiene ¨¦xito, en 1998 le tocar¨¢ el turno a Irlanda del Norte.
Lectura lenta y complicada
La lectura exacta de los resultados de la consulta de hoy promete ser lenta y complicada por las opciones del voto s¨ª-no e incluso del no-s¨ª, que si bien reflejar¨ªan oposici¨®n a la creaci¨®n de un Parlamento, transmitir¨ªa la voluntad de una revisi¨®n del sistema impositivo vigente en Escocia. Visto desde la perspectiva espa?ola, el proceso de devoluci¨®n de competencias puede parecer corto. El presidente del nuevo Parlamento escoc¨¦s ser¨ªa designado por la reina. Sus atribuciones abarcan los campos de educaci¨®n, desarrollo econ¨®mico, deportes y artes. Los miembros del Parlamento escoc¨¦s no podr¨¢n votar enmiendas sobre la Constituci¨®n del Reino Unido y, por lo tanto, emprender acciones parlamentarias en favor de la independencia. El Parlamento brit¨¢nico de Westminster mantendr¨¢ el control sobre ¨¢reas como pol¨ªtica exterior, relaciones europeas, seguridad nacional, defensa, legislaci¨®n laboral, sistema monetario, seguridad social y temas sensibles como leyes sobre el aborto y la embriolog¨ªa.
En suma, la soberan¨ªa quedar¨¢ en manos de Westminster, un factor que mayormente no molesta a los escoceses, cuyos sentimientos indepentistas s¨®lo afectan a menos del 16%. Pero el refer¨¦ndum entra?a el comienzo de la descentralizaci¨®n a la que aspiran desde hace tiempo grandes sectores de escoceses, galeses y norirlandeses. Los escoceses ya intentaron esclarecer sus prioridades nacionalistas en una consulta de 1979. ?sta no tuvo efecto porque ninguna de las respuestas alcanz¨® el m¨ªnimo de 40%. del voto emitido.
El tono de los partidarios de la devoluci¨®n era anoche claramente triunfalista. Pero Donald Dear, el ministro para Escocia, Alex Salmond, l¨ªder del Partido Nacionalista Escoc¨¦s, y Jini Wallace, jefe del Partido Social Dem¨®crata Escoc¨¦s, reflejaron por separado su preocupaci¨®n por una posible abstenci¨®n. Los escoceses no han demostrado entusiasmo por la campana y ni siquiera en el centro de Edimburgo existe el menor indicio de fervor pol¨ªtico.
Tres de cada cinco escoceses entrevistados en las calles respond¨ªa ayer que no sab¨ªan si acudir¨ªan o no a depositar sus papeletas. "Todo est¨¢ ya hecho", coment¨® un estudiante que rechaz¨® cort¨¦smente los panfletos del s¨ª-s¨ª que distribu¨ªan militantes laboristas al pie del monumento a Wellington.
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