T¨¦cnica y arte

Me ense?¨® Flotats su teatro, el Nacional de Catalu?a, cuando no estaba terminado: una obra maestra de la t¨¦cnica. Ser¨¢, con el Real y el Liceo, uno de los tres teatros mejores del mundo. Veo ahora al comediante en pleno disgusto. El verbo legal "encabronar" es algo m¨¢s que su definici¨®n (enojar, enfadar): tiene una carga que yo veo como algo que le pasa a uno cuando le sorprende s¨²bitamente un contravalor, una contradicci¨®n, una negativa, cuando cre¨ªa que hab¨ªa llegado al final y hab¨ªa ganado (en el supuesto de que representar en la inauguraci¨®n el sainetillo familiar y parroquial de Rusi?ol, L'auca del ce?ir Esteve, sea haber ganado algo: o es s¨®lo una concesi¨®n, un viva a Cartagena). No s¨¦ si tiene raz¨®n: el problema es que el teatro para el que ¨¦l ha sacado un dineral -enorme- tiene que cederse en un 35% del a?o a otras compa?¨ªas catalanas. Tampoco s¨¦ si los que quieren ese 35% tienen raz¨®n (Boadella: "Flotats es un megal¨®mano"): lo que s¨¦ es que hay teatros nacionales que lo hacen, otros que no, y siempre con, digamos, una censura art¨ªstica. Parece que los teatros nacionales deben ser una especie de modelos, o ejemplos, y guardar el tesoro del teatro que en otros lugares se dilapida, malogra, estropea, pierde. Es decir, m¨¢s que la propiedad de un teatro, lo que su amante quiere es que no sea violado. En Catalu?a, sin embargo, hay otras grandes compa?¨ªas que ennoblecen las paredes: Joglars, Dagoll Dagom, Hierre (que tienen su propio local). Bastantes m¨¢s. No parece que sea suficiente para justificar que con esta medida "se vuelva al tiempo de la barbarie".(Lo que me preocup¨®, en la visita al teatro extraordinario, es una cuesti¨®n general, que aplico a los otros nuevos y a los que se restauran: el gasto t¨¦cnico, ?est¨¢ justificado, cuando falta el impulso a la creaci¨®n y a la libertad? ?No est¨¢ ante todo la obra y el actor? Lo digo un poco por Pujol, que considera que la utilizaci¨®n del local la debe dirigir la pol¨ªtica de la Generalitat. Lo hacen todos los teatros nacionales en Espa?a, con sus autonom¨ªas y con sus superiores pol¨ªticos, ya me parece mal. Voy inclin¨¢ndome cada vez m¨¢s hacia lo teatros pobres, dif¨ªciles de localizar, casi sin decorados, intent¨¢ndolo todo desde la nada. Pero tampoco est¨¢n libres).