Premio al estoconazo
La corrida de Albaserrada, s¨®lo aceptable en el tercio de varas, puso serias dificultades a los diestros, quienes, a pesar de su voluntad, poco lucimiento pudieron obtener. Se salv¨® el debutante Jos¨¦ Ignacio Ramos, sobre todo por sus dos estoconazos (mejor de colocaci¨®n el primero), entrando con enorme fe y de efectos fulminantes. Ya hubo conato de premio en su primero, pero la faena no tuvo mucho fuste y Ramos inici¨® una vuelta al ruedo, que fue frenada cuando llevaba pocos metros, por el tendido 5. El quinto tuvo movilidad, aunque no fuese franco y se apagase pronto. Ramos inici¨® la faena por bajo con reciedumbre y despu¨¦s se empe?¨® en torear, m¨¢s que en lidiar. La ejecuci¨®n de la estocada fue espectacular y propici¨® el premio de la oreja. A sus dos astados los lance¨® a la ver¨®nica con .buen estilo y los banderille¨® con errores de c¨¢lculo en colocaci¨®n y terrenos.A C¨¦sar P¨¦rez no le acompa?¨® la suerte. Un lote infame hizo que toda su voluntad se estrellase contra el muro de la adversidad. Valeroso y con gran decisi¨®n, plant¨® cara a su primero, que lleg¨® muy avisado al ¨²ltimo tercio, y lo mat¨® con prontitud. El cuarto, un aut¨¦ntico mulo con sentido, que fue muy bien picado por Andar¨ªn, frustr¨® cualquier intento de lucimiento.
Albaserrada / P¨¦rez, Ramos, Garc¨ªa Toros del Marqu¨¦s de Albaserrada, de discreta presentaci¨®n, cumplidores en varas y muy deslucidos en el ¨²ltimo tercio
C¨¦sar P¨¦rez: ovaci¨®n y silencio. Jos¨¦ Ignacio Ramos, nuevo en esta plaza: ovaci¨®n y oreja. Juan Carlos Garc¨ªa: silencio y ovaci¨®n. Plaza Monumental, 14 de septiembre. Un tercio de entrada.
El tercero denot¨® su mansedumbre con la querencia a chiqueros, llegando tardo y corto de arrancada a la muleta de Juan Carlos Garc¨ªa, que estuvo aseado y sin perder los papeles, pero un tanto a la defensiva. Acab¨® con su oponente con prontitud. El sexto puso en apuros a los banderilleros y acab¨® mansurr¨®n, soso y deslucido. Garc¨ªa, vistos los precedentes del segundo tercio, estuvo un poco a la expectativa y no consigui¨® imponerse a una res que, la verdad sea dicha, era deslucida, pero no parec¨ªa ofrecer gran peligro. Sac¨® alg¨²n muletazo compuesto y de buen aire, pero el diestro no apret¨® el acelerador. Eso s¨ª, despu¨¦s de un pinchazo" no quiso quedarse atr¨¢s ante los estoconazos de Ramos y recet¨® otro, tambi¨¦n contundente, aunque desprendido.
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