El peligro de un nuevo Zaire
Kenia padeci¨® durante agosto un incremento de la violencia pol¨ªtica cuando -como Zaire antes de que la crisis se generalizase- se preparaba para unas pr¨®ximas elecciones. Amnist¨ªa Internacional llevaba meses alertando de la magnitud de las violaciones de derechos humanos. El 10 de julio, la organizaci¨®n avis¨® ala comunidad internacional de que podr¨ªa producirse una nueva cat¨¢strofe humanitaria. Tras los sucesos de las ¨²ltimas semanas, el aviso es a¨²n m¨¢s perentorio.Daniel arap Moi, l¨ªder del partido Uni¨®n Nacional Africana de Kenia (KANU), gobierna desde 1978 un pa¨ªs independizado del Reino Unido en 1963, y que en 1982 se convirti¨® en un Estado de partido ¨²nico. Bajo una intensa presi¨®n, Moi permiti¨® en 1991 el multipartidismo. En diciembre de 1992, se celebraron elecciones en medio de denuncias de irregularidades.
Pero, a pesar de algunas mejoras, la represi¨®n generalizada de la oposici¨®n ha continuado. Las pr¨®ximas elecciones presidenciales y legislativas est¨¢n previstas para antes de enero.
Con 30 millones de habitantes, la renta per c¨¢pita es de unos 260 d¨®lares. El turismo es la principal fuente de divisas de Kenia, que recibe ayuda militar del Reino Unido y de EE UU.
Kenia ha sido considerado como un pa¨ªs estable. El pueblo de Kenia, no obstante, ha pagado un alto precio. La ¨¦lite gobernante ha usado la represi¨®n para acallar la disidencia y mantener su poder. La corrupci¨®n es una pr¨¢ctica generalizada. La tortura y los homicidios policiales son un mal end¨¦mico.
En teor¨ªa, Kenia es, desde 1991, un Estado democr¨¢tico. En la pr¨¢ctica, muchos de los que critican al Gobierno han sido acosados, detenidos arbitrariamente, interrogados y maltrados. La polic¨ªa ha interrumpido sus uniones o ha hecho redadas en sus hogares negocios.
El partido de oposici¨®n Safina ha sido una de las principales v¨ªctimas del acoso. Le ha sido negado el registro oficial, sus reuniones han sido disueltas, sus publicaciones confiscadas y sus partidarios atacados.
Miembros de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Kenia (CDHK) han recibido enormes presiones para que abandonasen sus actividades. El 25 de enero de 1997, la CDHK inici¨® una campa?a contra los homicidios policiales. Al menos 316 personas murieron a manos de la polic¨ªa entre 1994 y 1996, seg¨²n los casos que pudo documentar la comisi¨®n, aunque cree que la cifra real es m¨¢s elevada.
Cualquier persona detenida en Kenia corre el riesgo de ser torturada o maltratada. La polic¨ªa golpea de forma habitual a los presuntos delincuentes, especialmente a los que son pobres y carecen de dinero para pagar sobornos o presentar denuncias.
Sabemos que la presi¨®n internacional sobre el Gobierno keniano puede ser eficaz. En noviembre de 1991, la comunidad de paises donantes retir¨® su ayuda a Kenia como consecuencia de la presi¨®n en favor de la instauraci¨®n de un sistema multipartidista y de la preocupaci¨®n existente por una situaci¨®n de corrupci¨®n generalizada. El Gobierno keniano legaliz¨® a los partidos de la oposici¨®n en el plazo de tres semanas, y en 1992 se celebraron las primeras elecciones multipartidistas. Amnist¨ªa no est¨¢ pidiendo que se suspenda la ayuda a Kenia, pero le gustar¨ªa que su mantenimiento se vinculara a las cuestiones de derechos humanos, entre ellas la reforma legislativa y constitucional y el fin de las violaciones de derechos humanos.
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