La chusma

Uno de los organizadores del aquelarre festivo supuestamente dedicado a fomentar la conciencia colectiva contra el terrorismo justific¨® los silbidos a Raimon y la lapidaci¨®n verbal del comunista Sacrist¨¢n como una manifestaci¨®n de la libertad de expresi¨®n. La misma libertad exhibida por los organizadores para sacar al pa¨ªs del luto por el asesinato de Miguel ?ngel Blanco sin pasar por el medio luto y, de paso, practicar una bochornosa instrumentalizaci¨®n de la convocatoria para exaltar al PP.La trivializaci¨®n del s¨ªndrome Blanco ha sido tan torpe, tan zafia, tan usurera que ha dejado con todos los traseros al aire a los que se sumaron a la gran manifestaci¨®n de julio para crear una voz unitaria, a la vez que plural, contra el terrorismo. Ya sabemos que para la clientela m¨¢s desenmascarada del PP no se puede ser solidario en catal¨¢n o en valenciano, ni se puede recitar a Brecht precisamente a trav¨¦s del poema en el que mejor describe c¨®mo se crean las complicidades sociales con los terroristas, los de Estado, como los franquistas, o los otros, en este caso los etarras. A partir de ahora hay que manifestarse por separado, porque de lo contrario los dem¨®cratas, con nuestra presencia, daremos cobertura a la chusma parafascista y separadora que, si en su mano estuviera, perseguir¨ªa a Sacrist¨¢n por comunista y silenciar¨ªa a Raimon por cantar en catal¨¢n o valenciano, en valenciano o catal¨¢n, monta tanto, tanto monta.

Ya en la manifestaci¨®n de julio, entre aquella mayor¨ªa antiviolenta aparecieron brotes de sarro hist¨®rico, de piorrea de chusma antidemocr¨¢tica muda desde los inquebrantables actos de adhesi¨®n al Caudillo en la plaza de Oriente o desde Taranc¨®n al pared¨®n. Adue?ada ahora del escenario, silba a gusto a separatistas, masones, comunistas y dem¨¢s ralea.