Los pederastas brit¨¢nicos ser¨¢n controlados diez a?os aunque tengan condenas cortas.
Un nuevo fichero de delincuentes sexuales desvelar¨¢ su identidad en casos flagrantes

Una nueva ley, que acaba de entrar en vigor en el Reino Unido, har¨¢ posible la apertura de un fichero de delincuentes sexuales. Violadores, inductores a la prostituci¨®n o pederastas formar¨¢n parte del mismo para que las autoridades no pierdan de vista al infractor cuando ¨¦ste deje la c¨¢rcel. Su permanencia en las listas depender¨¢ de las condenas: 10 a?os por penas de seis a 30 meses, por ejemplo. El Gobierno asegura que velar¨¢ por la identidad de los delincuentes, pero, seg¨²n la ley, en casos flagrantes de pederastia la polic¨ªa podr¨¢ alertar a colegios o grupos de j¨®venes.
Alan Christie, un brit¨¢nico de 50 a?os, se vio convertido en enero pasado en el hombre m¨¢s odiado, y temido, de Escocia central. Condenado a 12 meses de c¨¢rcel por conducta indecente y libidinosa con una ni?a de cuatro a?os, nadie le quiso de vuelta al vecindario una vez liberado. La rabia de los padres fue tal, que la polic¨ªa debi¨® protegerle para evitar un posible linchamiento. En Birminghan, Gales y Liverpool se vivieron escenas semejantes a lo largo de todo el a?o. Unos sucesos que la apertura del nuevo archivo nacional de pederastas convictos tratar¨¢ ahora de evitar. Destinado a la custodia de sus datos personales, constituye el intento m¨¢s reciente de combatir los delitos sexuales en el Reino Unido.La presencia de Christie en una pensi¨®n local fue comunicada por las autoridades educativas escocesas a las escuelas cercanas. El tribunal que le conden¨® reconoci¨® que podr¨ªa reincidir y 35 familias se lanzaron en su busca. Lesley Marshall, una madre de cuatro hijos peque?os que se uni¨® al grupo admiti¨® estar asustada. Seg¨²n ella, nadie dej¨® salir a los ni?os en cuanto corri¨® la voz de la presencia del ex reo. "Es un alivio que se haya ido", asegur¨® al rotativo The Independent. Para el consistorio, sin embargo, la pesadilla no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar. Christie carec¨ªa de domicilio y una vivienda de protecci¨®n social parec¨ªa el lugar adecuado. No hubo forma. Preocupada por su seguridad personal, la polic¨ªa lo traslad¨® a una direcci¨®n secreta hasta que los ¨¢nimos se calmaran.
El nuevo fichero que incluir¨¢ al principio unos 6.000 nombres y otros 3.500 anuales, ha podido abrirse gracias a la entrada en vigor en este mes de septiembre de la denominada Ley de Delitos Sexuales. La normativa contempla, asimismo, la violaci¨®n, incesto por parte del hombre, sodom¨ªa, inducci¨®n a la prostituci¨®n o posesi¨®n de fotos indecentes de menores. Las listas que propone han sido pensadas para no perder la pista del infractor cuando est¨¢ a punto de salir en libertad, aunque sea condicional.
La permanencia de los nombres en las mismas depende de la duraci¨®n de las condenas. As¨ª, la cadena perpetua le mantendr¨¢ en el archivo de por vida; una pena de seis a 30 meses lo incluir¨¢ 10 a?os; seis o menos meses de reclusi¨®n se saldar¨¢n con siete a?os de ficha y, con cinco, las cauciones que no acaban en la c¨¢rcel.
"La pederastia y los, dem¨¢s delitos sexuales con menores destrozan su vida, llenan de sufrimiento a sus padres y generan alarma social", dijo Alun Michael, uno de los secretarios de Estado de Interior cuando inaugur¨® el fichero.
En el Reino Unido nadie pone en duda sus buenas intenciones, pero proteger la intimidad del pederasta ser¨¢ muy dif¨ªcil. La ley estipula que sus datos personales sean secretos y s¨®lo la polic¨ªa, en casos flagrantes, podr¨¢ alertar a colegios, municipios o grupos de j¨®venes.
En contrapartida, el infractor estar¨¢ obligado a inscribirse sin tardanza. La negativa a colaborar puede reportar condenas de seis meses de c¨¢rcel o multas superiores al mill¨®n de pesetas. Unos detalles estos de poca importancia para un veterano polic¨ªa de Liverpool que en junio pasado pidi¨® una reforma de la ley a punto de entrar en vigor.
El inspector jefe Paul Evans asegur¨® que sus agentes podr¨ªan vigilar, y poco m¨¢s, a un hombre "muy peligroso" que iba a ser puesto en libertad en la zona. Sus temores fueron corroborados luego por la odisea de una pareja de pederastas del norte de Gales. Al ver que el due?o del c¨¢mping donde acabaron recalando aire¨® sus nombres, demandaron a la polic¨ªa local. Los dos ex convictos hab¨ªan sido echados ya de tres casas antes de que su peregrinaje acabara abruptamente. La ley de Delitos Sexuales deber¨ªa impedir situaciones similares. S¨®lo permite la transmisi¨®n de datos personales a terceros, "en situaciones excepcionales y donde haya riesgos para los menores". Pero la norma tambi¨¦n advierte de las posibles "querellas contra la polic¨ªa" si desvelan una identidad.
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