El Gobierno alem¨¢n rechaza un aplazamiento del euro y lanza un mensaje a favor de los criterios de Maastricht
El jefe del grupo parlamentario de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana alemana, Wolfang Sch?uble, considerado por muchos como el delf¨ªn del canciller Helmut Kohl, se pronunci¨® ayer claramente contra un posible aplazamiento de la tercera fase de la uni¨®n monetaria europea a trav¨¦s de un documento en cuya elaboraci¨®n participaron tambi¨¦n otros pol¨ªticos dem¨®cratacristianos y el socialcristiano Michael Glos.El rechazo a la idea del aplazamiento, que en opini¨®n de los pol¨ªticos no s¨®lo relajar¨ªa la b¨²squeda de la convergencia, sino tambi¨¦n cuestionar¨ªa los ¨¦xitos logrados en el camino hacia la estabilidad, podr¨ªa ser interpretado como una respuesta a declaraciones recientes del presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, qu¨¦ asegur¨® que el aplazamiento del euro no ser¨ªa una cat¨¢strofe.
Sin embargo, si se mira el documento m¨¢s de cerca se advierte inmediatamente que el mismo no es s¨®lo una respuesta a Tietmayer sino, ante todo, un mensaje pol¨ªtico a toda Europa en el que se hace una defensa firme del Tratado de Maastricht y de los criterios de estabilidad, as¨ª como de los ¨¦xitos logrados en los distintos pa¨ªses por la presi¨®n generada por los mismos. No obstante, dice que el 3% del PIB para el d¨¦ficit exigido por Maastricht carece de fundamento cient¨ªfico.
La uni¨®n monetaria, para Sch?uble, no es s¨®lo la culminaci¨®n del Mercado Com¨²n, sino tambi¨¦n la base del "saneamiento profundo y modernizaci¨®n de las econom¨ªas europeas". As¨ª, por ejemplo, el criterio seg¨²n el cual el nuevo endeudamiento no puede superar el 3% del PIB contribuye a poner fin a la costumbre de cubrir las debilidades de los sistemas pol¨ªticos y las econom¨ªas nacionales con dinero prestado y obliga a emprender las reformas necesarias para enfrentar el endurecimiento de la competencia provocado por la globalizaci¨®n de la econom¨ªa.
Sin embargo, los pol¨ªticos agregan que la gran dificultad est¨¢ en que, mientras los sacrificios que implica el proceso saltan a la vista, los frutos s¨®lo se podr¨¢n recoger m¨¢s tarde. Por eso, se invita abiertamente a los otros Gobiernos europeos a que defiendan la uni¨®n monetaria en sus respectivos. pa¨ªses subrayando los ¨¦xitos que se han alcanzado hasta ahora.
El miedo, sin embargo, es visto por los pol¨ªticos dem¨®cratacristianos como el gran enemigo de la uni¨®n monetaria y de la integraci¨®n europea. Mientras que en el resto de Europa ese miedo es temor a Alemania y al Bundesbank, en Alemania se teme hacer un mal negocio reemplazando la fortaleza del marco por un euro d¨¦bil.
El documento asegura que el miedo a un euro d¨¦bil es algo artificialmente creado, ya que todo apunta a que la nueva moneda ser¨¢ fuerte, como lo muestra que los tipos de inter¨¦s nunca han sido tan reducidos y como lo garantizar¨¢ la independencia del futuro Banco Central Europeo.
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