"No quiero figurar, sino luchar por la danza"
Lleva casi dos meses ensayando El sombrero de tres picos, el ballet de Manuel de Falla que abrir¨¢ las puertas del Teatro Real el pr¨®ximo 11 de octubre. Junto a los 34 bailarines de su compa?¨ªa, este sevillano de 34 a?os, padre de tres hijos con otro en camino, ser¨¢ el encargado de subir por primera vez el tel¨®n del pol¨¦mico coliseo oper¨ªstico. Optimista impenitente y vitalista sin fisuras, Antonio M¨¢rquez aparece feliz en su camerino, afirma que el trabajo "va de dulce", que la coreograf¨ªa de Antonio est¨¢ ya "perfectamente agarrada", y que tanto el gerente del Real, Juan Cambreleng, como el director art¨ªstico, Garc¨ªa Navarro, "son todo ayuda y facilidades". Y lo adorna con una met¨¢fora curiosa: "Nos tratan como si fu¨¦ramos esos primeros muebles que se compra uno y nadie quiere rozar".
Repertorio cl¨¢sico
El camino del primer bailar¨ªn del Ballet Nacional -entr¨® en 1982- hacia la noche inaugural del Real arranca en mayo de 1995, cuando forma su propia compa?¨ªa. Es un intento ambicioso pero modesto -s¨®lo ocho bailarines- de recuperar el repertorio cl¨¢sico espa?ol en las coreograf¨ªas de sus maestros: Antonio, Jos¨¦ Granero, Jos¨¦ Antonio... El atajo final a la plaza de la ¨®pera iba a ser el montaje con piezas de Granero y Antonio que present¨® en febrero de este a?o en el Teatro de Madrid: "Desde que empec¨¦ con Granero de director art¨ªstico yo no quiero figurar, sino luchar por la danza. No he llegado al Real tomando copas en un bar, sino a trav¨¦s del teatro. Los responsables fueron a ver ese montaje, les gust¨®, me pidieron que hiciera El sombrero de tres picos con mi compa?¨ªa y firmamos seis noches".
M¨¢rquez decidi¨® que har¨ªa la versi¨®n cor¨¦utica creada por Antonio Ruiz en 1958, con los figurines que Picasso dise?¨® para los Ballets Rusos de Diaghilev -los decorados, vestuario y atrezzo son propiedad del Birmingham Royal Ballet-. El primer paso fue ampliar el elenco. "Quise recuperar a toda esa gente fant¨¢stica que hab¨ªa visto en audiciones y que estaban muertos de pena sin poder bailar".
Prob¨® a 400 bailarines, contrat¨® a 25 -"la mayor alegr¨ªa"-, fich¨® a A¨ªda G¨®mez para el papel principal de la molinera -tras descartar a su compa?era sentimental, Eva Leyva, por embarazo, y a Maribel, por problemas con el Ballet Nacional- y se rode¨® de los profesionales "m¨¢s antonianos". Entre ellos, Javier Palacios, Luis Romero (para el papel de Gardu?a), la propia Eva Leyva (en la Corregidora) y Pep¨ªn Ruiz, sobrino de Antonio, que interpreta al Corregidor.
A 20 d¨ªas del D¨ªa D, M¨¢rquez est¨¢ convencido de que su nueva compa?¨ªa "es la mejor del pa¨ªs en danza espa?ola" "Los bailarines de hoy est¨¢n m¨¢s preparados que los que llev¨® Antonio. Aquellos bailarines eran enormes en ganas y expresividad, pero ten¨ªan menos recursos. Ahora el nivel es impresionante, y hay que tratar de aprovechar eso, aunque debemos superar a la vez cierta obsesi¨®n por la t¨¦cnica que a veces hace que el coraz¨®n se quede en el camerino. Creo que lo estamos consiguiendo, hay mucho duende y mucha expresividad".
Se nota que M¨¢rquez quiere hacer un montaje potente y personal -"los pasos b¨¢sicos est¨¢n todos, pero si hici¨¦ramos lo mismo que Antonio quedar¨ªa rancio, y no se trata de eso: ni A¨ªda es Rosario ni yo soy Antonio"-, aunque asegura que el secreto para vencer el miedo esc¨¦nico del Real es el trabajo en equipo. Viendo el ensayo, se siente toda la fuerza y el esp¨ªritu colectivo que propugna. "Las compa?¨ªas basadas en una persona sola no funcionan. Al p¨²blico hay que llenarle todo el tiempo, y cuando los primeros bailarines no est¨¢n en escena hay que buscar que no se acuerden de ellos. As¨ª que estamos como los japoneses, arrop¨¢ndonos mucho y dej¨¢ndonos la sangre. S¨®lo hace falta que los nervios no nos traicionen".
Pero M¨¢rquez mira m¨¢s all¨¢ del 11 de octubre. Cree que el montaje es una ocasi¨®n para reivindicar, sobre todo entre los j¨®venes, su gran pasi¨®n, la danza espa?ola. "El martirio de los bailarines de aqu¨ª es no poder mantener el repertorio espa?ol. Tenemos cl¨¢sicos fabulosos y no los valoramos. ?Cu¨¢ntos j¨®venes han visto las creaciones de Antonio? Son radicalmente modernas, dificil¨ªsimas de ejecutar... Una belleza que tiene en cuenta el trabajo actoral, la m¨²sica, el relato... Me duele mucho que haya compa?eros que se meten con ¨¦l, con Marienma, Granero, Gades... Son los pioneros, y si estuvieran en activo igual no iba nadie a ver a Joaqu¨ªn Cort¨¦s".
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