"Alguien dijo que Mateo y yo ¨¦ramos el c¨¢ncer de la selecci¨®n"
Enric Masip, de 26 a?os, posee casi todos los laureles a los que puede aspirar un jugador de balonmano. Es uno de los mejores laterales de Espa?a y un puntal en su equipo, el FC Barcelona, con el que lo ha ganado todo. La pasada temporada el equipo conquist¨® todas las competiciones en las que particip¨® -incluidas la Copa de Europa, la Liga y la Copa del Rey- menos una, la Copa Asobal. Sin embargo, a pesar de ser indiscutible en la selecci¨®n, Masip no pudo intervenir en la consecuci¨®n de las medallas de plata, en el Europeo, y de bronce, en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta, en 1996. Estaba lesionado. El pasado mes de junio, antes del Mundial de Jap¨®n -donde Espa?a acab¨® s¨¦ptima-, se retir¨® de la selecci¨®n alegando motivos personales.Pregunta. Ha abierto un contencioso personal contra Juan de Dios Rom¨¢n, el seleccionador espa?ol; ?tan mal lo hizo en el Mundial de Jap¨®n?
Respuesta. No. Yo no he hecho acusaciones contra Juan de Dios. Simplemente, me limito a explicar las cosas bajo mi punto de vista. El ambiente del equipo no fue bueno y creo que no se trabaj¨® con la suficiente calidad para- superar a Suecia. Las cosas se hab¨ªan planificado de una forma y, al final, se desarrollaron de otra. Pero no tengo ning¨²n inter¨¦s en enfrentarme al seleccionador. Al contrario, deseo mucha suerte a la selecci¨®n, aunque s¨®lo sea por el gran respeto que siento hacia los jugadores.
P. ?Qu¨¦ le separa del seleccionador, que le llev¨® a retirarse incluso del equipo nacional?
R. En el entorno de la selecci¨®n y de la federaci¨®n circul¨® el comentario de que Mateo Garralda y yo ¨¦ramos el c¨¢ncer del equipo. Y eso me parece ya intolerable, porque ambos nos hemos dejado la vida por la selecci¨®n. Ahora Mateo y yo somos los malos, pero s¨®lo porque hemos dicho las cosas tal como las pensamos. Hubo muchos otros jugadores del equipo que hac¨ªan comentarios similares en privado, pero que se callaron en p¨²blico.
P. ?No ser¨¢ que influy¨® a su amigo Garralda para que tambi¨¦n dejara la selecci¨®n?
R. Ni mucho menos. En realidad, me enter¨¦ por los peri¨®dicos de que renunciaba. Mateo no ten¨ªa pensado dejarlo, pero en Japon ocurrieron cosas que le indujeron a tomar esa decisi¨®n. Particularmente, opino que debi¨® jugar m¨¢s ante Suecia [cuartos de final] porque para m¨ª es el mejor espa?ol en su puesto, y no entend¨ª que no jugara contra Islandia [fase final]. Adem¨¢s, yo no descarto a¨²n volver al equipo nacional en los Juegos de Sidney.
P. ?Le gusta salir en los papeles?
R. S¨ª. No lo niego. Nosotros no somos famosos. Lo nuestro es un deporte minoritario, y salir es agradable. No tenemos la fama de los futbolistas o los tenistas.
P. Pues ahora lo tiene dif¨ªcil, porque Urdangar¨ªn, el novio de la infanta Cristina, les roba todo el protagonismo.
R. Es indudable. Se ha convertido en una persona muy popular. La mayor parte de los aut¨®grafos los firma ¨¦l, y es el m¨¢s buscado por los medios de comunicaci¨®n. Pero eso es algo que tenemos asumido. Ser¨¢ miembro de la Casa Real y eso est¨¢ por encima del balonmano. Son elementos diferentes. Es algo contra lo que nada podemos hacer. Hay gente que puede pensar que eso no es justo, pero I?aki est¨¢ ahora en el ojo del hurac¨¢n, es el estandarte del balonmano espa?ol.
P. Para el resto de jugadores del Bar?a, ?es una carga o no tener a un miembro de la familia real en el equipo?
R. Lo ¨²nico que buscamos es que el equipo funcione lo mejor posible. Los jugadores no estamos para juzgar eso. Nos gusta contar con Urdangar¨ªn mientras sea una pieza importante para el equipo y el entrenadorlo crea as¨ª, y ahora lo es.
P. Su hijo [ronda los dos a?os] le sigue a todas partes. ?Se llama Eric para que pueda sentirse c¨®modo en la Bundesliga?.
R. No. Yo no jugar¨¦ all¨ª porque tengo muchos a?os de contrato con el Barcelona y pienso acabar aqu¨ª mi carrera profesional. Soy cul¨¦ de toda la vida. En cuanto a mi hijo, me encantar¨ªa que fuera de portista, pero me jor que se dedicara al tenis como su padrino, Serg¨ª Bruguera, que al balonmano porque ganar¨ªa m¨¢s dinero, estar¨ªa m¨¢s reconocido y recibir¨ªa menos golpes.
P. ?Es tan cul¨¦ como para renunciar a ganar m¨¢s en otro club?
R. S¨ª, por supuesto. Hace cinco a?os, cuando renov¨¦ por ocho, la oferta que ten¨ªa del Teka era impresionante, mucho m¨¢s dinero y menos a?os. El Bar?a me compens¨® con un contrato largo. Ya pueden estar tranquilos porque no voy a dormirme. Valero ya lo sabe.
P. ?Por qu¨¦ no pierden ning¨²n partido. Qu¨¦ tiene de especial este Bar?a?
R. Es un trabajo de todos. Valero nos ha inculcado unas normas de respeto, conciencia del trabajo, evitar los esc¨¢ndalos. Creo que somos una secci¨®n ejemplar. Viene poca gente a vernos, pero somos los que m¨¢s t¨ªtulos ganamos. Nuestras derrotas anuales pueden contarse con los dedos de una mano y nos sobran. En cualquier otra poblaci¨®n llenar¨ªamos cada semana.
P. ?Ha hecho amigos en el balonmano?
R. S¨ª. Y muy buenos.
P. ?Qu¨¦ har¨¢ cuando el Bar?a le jubile?
R. Espero que no me echen. Buscar¨¦ otros horizontes, a trav¨¦s del Bar?a o de otros ¨¢mbitos, que ya me estoy planteando.
P. ?Hay alguna impertinencia que a¨²n no haya dicho?
R., S lempre hay alguna. Pero las cosas m¨¢s impertinentes que afectan a mi club o a mi vida particular me las callo.
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