Treinta encapuchados asaltan el casco viejo de Ordizia y siembran el p¨¢nico durante dos horas

La parte vieja de la localidad guipuzcoana de Ordizia fue el nuevo escenario elegido por los grupos violentos radicales para protagonizar un asalto al m¨¢s puro estilo paramilitar, con el que consiguieron sembrar el p¨¢nico, a la vez que causaron destrozos en oficinas y entidades, as¨ª como en la puerta de la iglesia parroquial de Santa Mar¨ªa. La intervenci¨®n de agentes de la polic¨ªa auton¨®mica y los bomberos evit¨® que se produjeran m¨¢s destrozos, pero convirti¨® durante m¨¢s de dos horas el casco antiguo de este pueblo de la comarca del Goiherri en un campo de batalla. Tres ertzainas con heridas leves, dos asaltantes detenidos, cuantiosos da?os y la indignaci¨®n de la poblaci¨®n son el resultado de este nuevo episodio de violencia callejera.

Pasadas las doce de la noche del s¨¢bado, 30 encapuchados organizados en tres grupos, se aproximaron al centro del pueblo desde la arboleda de pl¨¢tanos que se encuentra ante la parte vieja de Ordizia, una localidad de 9.318 habitantes. All¨ª comenzaron a volcar contenedores de basura en la carretera de acceso y los prendieron fuego antes de entrar en la localidad y por las estrechas calles encaminarse hacia la plaza del Ayuntamiento provistos de cajas repletas de c¨®cteles m¨®lotov. En su recorrido pusieron barricadas para dificultar el paso a la Ertzaintza (polic¨ªa vasca), rompieron cristales, tiraron bombas incendiarias y sembraron el p¨¢nico entre una poblaci¨®n indignada e impotente ante la barbarie.Los grupos antidisturbios de la Ertzaintza fueron recibidos con una lluvia de c¨®cteles molotov y empezaron los enfrentamientos, que duraron m¨¢s de dos horas seg¨²n la versi¨®n facilitada por la polic¨ªa aut¨®noma. Los momentos m¨¢s duros se registraron ante el bar Pottoka, cuando algunos clientes que se hallaban en el interior se enfrentaron a los alborotadores. El resultado final fue de tres agentes con heridas leves, dos de ellos por impacto de cohetes y el tercero por las contusiones causadas por el golpe de una bomba incendiaria que no lleg¨® a estallar.

Dos de los agresores encapuchados fueron detenidos por la polic¨ªa durante los incidentes. Uno de ellos, de 27 a?os, es de la localidad de Lazkano, y el otro, de 17, es natural de Beasain. Anoche no hab¨ªan sido facilitadas sus identidades.

Los encapuchados quemaron durante su asalto a la poblaci¨®n la oficina de Caja Laboral, situada en la calle principal, y la de la empresa de seguros Mapfre, que dirige un hermano de Jose Ignacio Usabiaga, asesinado por la banda terrorista ETA el pasado a?o en esta localidad.

Da?os en la sede de IU

Los alborotadores tampoco se detuvieron ante la iglesia parroquial de Santa Mar¨ªa, que atacaron igualmente y cuya puerta result¨® quemada a consecuencia del impacto de los artefactos incendiarios; el fuego tuvo que ser sofocado por los bomberos, que fueron avisados por los vecinos. La sede de Izquierda Unida (IU), a escasos metros de iglesia, tambi¨¦n recibi¨® los impactos de los c¨®cteles m¨®lotov, pero no sufri¨® da?os en su interior.

Terminados los incidentes, la polic¨ªa aut¨®noma localiz¨® en la zona de la arboleda -desde donde iniciaron su asalto los enmascarados- una lanzadera, numerosos c¨®cteles m¨®lotov introducidos en cajas de cerveza, pasamonta?as y guantes de goma. En la plaza del Ayuntamiento la polic¨ªa encontr¨® un artefacto incendiario preparado para su lanzamiento.

Por la ma?ana, la polic¨ªa municipal se dedicaba a recoger de las calles los restos de decenas de cohetes, dos de ellos sin explosionar, y tres cajas vac¨ªas de botellines de cerveza en las que transportaron las bombas incendiarias.

Las sedes del PNV y de EA, que han sido atacadas en las ¨²ltimas semanas por los grupos violentos, resultaron ayer respetadas por los atacantes. El pasado martes, Iratzar -firma tr¨¢s la que se ocultan dirigentes de Herri Batasuna, el brazo pol¨ªtico de ETA, que publican un comentario pol¨ªtico semanal en el diario Egin- criticaba el ataque perpetrado la v¨ªspera contra la sede de EA en el barrio de Herrera, en San Sebasti¨¢n.

El Ayuntamiento de Ordizia, que preside el peneuvista Juan Bicente Erauskin, conden¨® ayer la acci¨®n de los atacantes, que atribuy¨® a "mercenarios venidos de la comarca" y denunci¨® a "los que no dando jam¨¢s1a cara les organizan desde la sombra". El alcalde reuni¨® con car¨¢cter urgente a la Comisi¨®n de Gobierno, que ha convocado una manifestaci¨®n de condena para ma?ana bajo el lema Juntos en favor de la paz. Igualmente emplazaron a los concejales de HB para que "muestren p¨²blicamente su posici¨®n sobre el acoso que sufre peri¨®dicamente el municipio con estos ataques indiscriminados ".

, Durante el d¨ªa de ayer llovieron las condenas a este nuevo episodio de violencia callejera en Ordizia, donde hace quince d¨ªas los mismos grupos violentos quemaron las instalaciones del concensionario de Peugeot. El diputado del PNV Joxe Joan Gonz¨¢lez de Txabarri afirm¨® que es "una muestra m¨¢s del terrorismo de baja intensidad, porque est¨¢ organizado y tiene como objetivo meter miedo en el cuerpo a los ciudadanos".

El portavoz parlamentario de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, realiz¨® un serio llamameinto a HB para que "abandone la violencia callejera y evitar as¨ª el enfrentamiento civil a cuyas puertas nos encontramos". El secretario institucional del PSE, I?aki Pierruges, expres¨® su solidaridad a los que han sufrido "las razzias fascistas del entorno de ETA y HB".