Dedicaci¨®n plena a la huerta, el rezo y la limpieza

"Si se las llevan a la fuerza es un crimen", as¨ª piensan los vecinos de Espinosa de Henares que viven al otro lado de las tapias del convento. A pesar de que la mayor¨ªa no ha visto jam¨¢s a las religiosas, viven desde hace un a?o pendientes de su destino.Sor Teresa, sor Francisca, sor Clara, sor Asunci¨®n y sor In¨¦s, se levantan a las cinco y media y reparten su tiempo entre el cuidado de la huerta, el rezo y la limpieza del convento. No han 'pisado otro suelo desde hace m¨¢s de 40 a?os. S¨®lo se comunican con el pueblo a trav¨¦s de la demandadora, una vecina que les hace los recados y vende el producto de su huerta, y por supuesto del capell¨¢n, el ¨²nico autorizado para entrar en el convento.

S¨®lo en caso de necesidad puede tambi¨¦n hacerlo el m¨¦dico o alg¨²n hombre del pueblo para hacer una reparaci¨®n o cuando muere una hermana y es necesario darle sepultura.