Argelia sufre una de las peores matanzas de la guerra

Argelia se ha visto sacudida de nuevo por una horrible matanza perpetrada en la noche del lunes al martes por una banda de terroristas. Informaciones oficiales daban cuenta ayer de un suceso siniestro: 85 muertos y 67 heridos, de ellos una treintena de extrema gravedad, en el barrio de Bentalha, en las afueras de Argel, cercano al aeropuerto de Dar el Beida y a poca distancia de la localidad de Sidi Mussa. Se trata de la segunda matanza en n¨²mero de v¨ªctimas desde que estall¨® la violencia en Argelia hace cinco a?os. Poco despu¨¦s de darse a conocer el comunicado oficial, fuentes hospitalarias de la zona elevaban la cifra de v¨ªctimas a dos centenares, mientras que algunos supervivientes estimaban en 300 el n¨²mero de muertos.

Ante las tr¨¢gicas proporciones de la hecatombe, el ministro de la Comunicaci¨®n, Hawzi Hamraui, se vio obligado a salir en la televisi¨®n horas m¨¢s tarde para confirmar las cifras oficiales. Con ello, el Gobierno trataba de serenar a una poblaci¨®n sobre la que se ha abatido la terrible plaga del terrorismo ciego.Esta en¨¦sima tragedia recuerda tristemente a la de Sidi Rais, ocurrida el 29 de agosto, en la que fueron asesinadas entre 200 y 300 personas, un centenar seg¨²n datos oficiales. La forma como cayeron los asaltantes, la brutalidad de la acci¨®n, los m¨¦todos utilizados y la propia identidad de las v¨ªctimas: pobres gentes indefensas, se ha vuelto a repetir.

La muerte se cerni¨® sobre Bentalha en la noche del lunes. En torno a las 21.00, lleg¨® al lugar un grupo de terroristas para 11 preparar el terreno". Colocaron explosivos en todas las v¨ªas de acceso para veh¨ªculos, bombas en las casas, minas en los terrenos bald¨ªos. El cerco se estrech¨® en torno al barrio. Un trabajo met¨®dico de especialistas, de gente experta y curtida en el uso de explosivos. Un trabajo que exige preparaci¨®n, conocimientos, entrenamiento, sangre fr¨ªa. Todo estaba listo para el asalto del terror.

Casi inmediatamente despu¨¦s, alrededor de las 23.00, lleg¨® el ej¨¦rcito de desalmados, terroristas sin nombre, sin afiliaci¨®n, asesinos an¨®nimos, alima?as humanas. Eran unos 200 seg¨²n han podido revelar algunos supervivientes. Cayeron sobre el barrio degollando, matando e incendiando. Rociaban con gasolina a vivos y a muertos y despu¨¦s les quemaban. Mujeres, ni?os, hombres, todos. Prendieron fuego a las casas, las dinamitaron. En menos de una hora Bentalha se transform¨® en un infierno. El resplandor de los incendios se pod¨ªa ver a varios kil¨®metros a la redonda, pues el terreno en esa zona es completamente llano.Los vecinos de la barriada intentaron resistir. Algunos hicieron sonar las sirenas de alarma instaladas en los tejados para alertar de los ataques terroristas. "Fue in¨²til", comenta amargado un vecino del barrio, !,ya era demasiado' tarde". Otros testigos dicen que a lo largo de la noche oyeron tiroteos. Suponen que eran las fuerzas de seguridad que comenzaban a llegar al lugar y hac¨ªan frente a los asaltantes.

En la ma?ana de ayer, Bentalha fue acordonada por un importante despliegue de militares, polic¨ªas y patriotas (civiles armados). Toda la regi¨®n, se asegura, es objeto de una operaci¨®n militar de envergadura para dar. caza a los asesinos, a quienes se supone refugiados no muy lejos del lugar. Una operaci¨®n a la que ya nadie da mucho cr¨¦dito.

Cuando la noticia trascendi¨®, una avalancha de gente se dirigi¨® al lugar de los hechos. La mayor¨ªa procedente de Baraki, con la intenci¨®n de saber qu¨¦ hab¨ªa sido de sus parientes y amigos. El hospital de Zmirli el m¨¢s pr¨®ximo a la tragedia, no daba abasto, dicen los testigos en el centro sanitario. Las escenas d¨¦ dolor, histeria y rabia eran indescriptibles.

Las escuelas y la municipalidad fueron acondicionadas para acoger a los muertos y heridos. Toda la zona, seg¨²n los testimonios recopilados por la prensa internacional en el lugar, daba la impresi¨®n el martes de haber sufrido un terremoto, una hecatombe o una guerra sin piedad.

La carretera que une las localidades pr¨®ximas a Argel de Baraki y Sidi Mussa, en la que se encuentra el barrio popular de Bentalha, es considerada como una de las m¨¢s peligrosas de todo el pa¨ªs y ha sido pr¨¢cticamente cerrada al tr¨¢fico desde hace ya muchos meses. En Sidi Mussa se alza una de las f¨¢bricas cementeras mayores del pa¨ªs, cuyo humo gris¨¢ceo es visible desde las afueras de la capital de Argelia. Nadie se atrev¨ªa a aventurarse en ella, ni de noche ni de d¨ªa. Los que la recorr¨ªan ayer ten¨ªan un nudo en el est¨®mago.