El FIS afirma desde el exilio que los ¨²ltimos ataques est¨¢n dirigidos contra sus seguidores

El Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS), ilegalizado tras el golpe militar de 1992 que impidi¨® su ascenso al poder, conden¨® ayer "firme y en¨¦rgicamente" la ¨²ltima matanza de civiles. En declaraciones a una emisora de radio de Par¨ªs, el portavoz en el exilio del FIS, Abdelkarim Uld Ada, denunci¨® que los autores de las ¨²ltimas carnicer¨ªas -localizadas en feudos electorales del islamismo- tratan de vengarse de la poblaci¨®n "que vot¨® masivamente por el FIS" en la primera vuelta de las legislativas, en diciembre de 1991. Pero el FIS no va m¨¢s all¨¢ en sus acusaciones y no dice qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de las matanzas.

Uld Ada reiter¨® tambi¨¦n ayer su petici¨®n a Naciones Unidas para que su secretario general, Kofi Annan, intervenga en la sangrienta crisis argelina, y exigi¨® la dimisi¨®n del presidente Liam¨ªn Zerual y de todo su Gobierno, a quienes acus¨® de negarse a buscar una soluci¨®n negociada. Pocas horas antes de que se conociese el ataque de Bentalha, el primer ministro argelino, Ahmed Uyahia, hab¨ªa increpado en la televisi¨®n estatal a quienes "alimentan la violencia" desde los medios de informaci¨®n, y reiterado por en¨¦sima ez que el terrorismo es "residual".Uyahia declar¨® solemne mente que su Gobierno no est¨¢ llevando a cabo ninguna negociaci¨®n con el FIS y que las pr¨®ximas elecciones locales, previstas para el 23 de octubre "se desarrollar¨¢n en calma y sin atentados". El primer ministro quiso as¨ª salir al paso, entre otras, de las informaciones publica das por EL PA?S, en las que se afirma que el Ej¨¦rcito ha acaparado el protagonismo de las negociaciones con el islamismo, arrebat¨¢ndoselo al presidente Zerual y a su Gobierno.

Las matanzas han venido a desmentir con la tozudez de los hechos las palabras del jefe de Gobierno. El terrorismo en el pa¨ªs magreb¨ª ni es residual, ni est¨¢ acabado. Simplemente es diferente, escapa a todos los es quemas tradicionales del terror. En Argelia, el terrorismo se ha disfrazado con un envoltorio de islamismo extremo bajo las si glas del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) y tiene desorientados a todos los analistas y estrategas, que no saben c¨®mo hacerle frente.

Esta sensaci¨®n de impotencia ante la ola de matanzas ciegas que se llevan por delante a centenares, a miles de ni?os, j¨®venes y mujeres, atenaza a toda la sociedad argelina. La prensa y los partidos de la oposici¨®n han pedido aclaraciones y responsabilidades pol¨ªticas.

Impotencia del r¨¦gimen

Pero la impotencia que genera la serie ininterrumpida de matanzas alcanza tambi¨¦n a las instituciones. Seg¨²n informaciones procedentes de Argel, el presidente Zerual reuni¨® la semana pasada, a su regreso de un viaje oficial a Jordania, al Consejo de Defensa, el m¨¢ximo ¨®rgano de la seguridad del pa¨ªs, que congrega a los m¨¢s altos responsables pol¨ªticos y militares del Estado, para abordar la crisis actual.

El enfrentamiento verbal entre Zerual y la c¨²pula militar fue muy tenso. El presidente pidi¨® la dimisi¨®n del jefe del Estado mayor, el general Mohamed Lamari, considerado como el virtual n¨²mero uno de la jerarqu¨ªa castrense. Pero el Consejo no se la acept¨®. En contrapartida, el general Lamari exigi¨® "incrementar las medidas contra del terrorismo".

En Argel se interpreta esta exigencia del Ej¨¦rcito como una petici¨®n velada al presidente Zerual para que se ponga a la cabeza de una nueva proclamaci¨®n del estado de emergencia: de un golpe militar blando. Las salidas institucionales a la crisis no son muchas. "La posible dimisi¨®n del Gobierno de Uyahia -tal como se rumorea en la capital argelina- no lo resolver¨ªa", estiman fuentes diplom¨¢ticas occidentales. El presidente podr¨ªa presentar tambi¨¦n su dimisi¨®n, con lo que la situaci¨®n volver¨ªa a la de 1992-1993, o podr¨ªa intentar modificar la c¨²pula militar y de seguridad y nombrar a hombres de su confianza. Esta ¨²ltima posibilidad, sin embargo, no ser¨ªa admitida por el Ej¨¦rcito, soberano en las promociones o jubilaciones anticipadas.

Esta vez el cerco se ha hecho mucho m¨¢s estrecho en torno a Zerual, para obligarle a asumir las funciones que prev¨¦ la Constituci¨®n o dejar paso a los militares en la conducci¨®n de la crisis, de la que un eventual pacto con el FIS s¨®lo ser¨ªa un aspecto.