Nostalgia de aire acondicionado

Al borde de la resistencia f¨ªsica puso el angelino Ben Harper a su audiencia madrile?a, cada vez menos de culto y m¨¢s mayoritaria. La extraordinaria personalidad musical de este cantante y compositor se va poniendo de moda en Espa?a y as¨ª el sudor de los asistentes, que reventaron todo tipo de previsiones con respecto al aforo del local, estuvo a punto de provocar una lipotimia colectiva a los delicados sones del ¨²ltimo elep¨¦ de Ben: The will to live.Harper inici¨® su actuaci¨®n a los sones de la muy espiritual God fearing man, comenzando as¨ª un completo repaso a su corta e impresionante discograf¨ªa compuesta por tres discos. Una m¨²sica de fuerte componente m¨ªstico, si se multiplicara en ella la espiritualidad del blues y otros g¨¦neros musicales con ra¨ªces. Homeless child, el tema en clave reggae Jah work y, sobre todo, Fight for your mind, coreado por casi todos los asistentes, fueron sin duda los momentos ¨¢lgidos de una velada musical de car¨¢cter m¨¢gico a cargo de un artista que, de puro t¨ªmido, puede llegar a ser borde. Pero que nunca ha dejado de ser genial.