Empieza la ¨²ltima mota?a
Van Bon gana tras una escapada en la que estuvieron Galdeano y Garc¨ªa Acosta
Termin¨® el enlace entre las cumbres y, como suele suceder, nada pas¨® para la historia. Hoy empieza la ¨²ltima monta?a y se abren, aunque parezca poco, las posibles variantes a lo que ya parece establecido. El suizo Alex Z¨¹lle y a ONCE se aprestan a defender su liderato ante el acoso principal de Fernando, Escart¨ªn y el Kelme. La ¨²ltima misi¨®n imposible con el previsible acompa?amiento de Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez para salvar el honor del Banesto.Las etapas llanas o, como se dice en ciclismo, de transici¨®n tienen s¨®lo dos lecturas. Las que habitualmente, en su mayor¨ªa, se deciden al sprint, o las que escapan al control del pelot¨®n y muy especialmente de los equipos que tienen inter¨¦s en las llegadas en grupo porque cuentan con velocistas para lanzar en la recta final. Ayer sucedi¨® lo segundo. Ni el Mapei ni el Festina pudieron so?ar unos minutos con que se repitiera el duelo Svorada-Wust. Las fuerzas en la ¨²ltima semana de carrera est¨¢n demasiado gastadas y repartidas como para controlar durante 183,7 kil¨®metros a los 129 supervivientes de la Vuelta (ya ha habido 69 bajas). Nada m¨¢s darse la salida se rompi¨® todo y siendo tan llano el trazado, tambi¨¦n sucedi¨® la variante l¨®gica: nada de escapadas solitarias, sino de m¨¢s de edia docena de hombres y de los equipos que a¨²n no hab¨ªan ganado nada para aprovechar una de las ¨²ltimas oportunidades. Por eso, pese a las piernas cargadas, se vol¨® en muchos momentos a m¨¢s de 50 kil¨®metros por hora. La primera salida, completamente italiana, termin¨® de forma casi mafiosa cuando promet¨ªa mucho m¨¢s, pues no ofrec¨ªa peligro alguno. La segunda, en cambio, con alguna presencia molesta, funcion¨®. Y el holand¨¦s Van Bon (Rabobank) obtuvo un triunfo sin m¨¢s historia que para ¨¦l mismo.
El ataque inicial italiano fue espectacular. Piccoli (Brescialat), el ¨²nico que repetir¨ªa, Gorini (Aki), Bettin (Refin), Nardello (Mapei), Roscioli (Asics) y dos hombres del Scrigno, Guidi y Conte.Tras la meta volante del kil¨®metro 84, se unieron nueve hombres y al menos se metieron dos espa?oles: Galdeano (Euskastel) y Txente Garc¨ªa Acosta (Banesto), el ganador en el Naranco. Del resto, adem¨¢s de Piccoli, el ¨²nico relativamente peligroso era el veterano Chiappucci (Asics), situado a 17.22 minutos. Tambi¨¦n estuvieron Brochard (Festina), sustituto de Wust en otro estilo, Ekimov (US Postal), Van Bon (Rabobank), y dos hombres del Refin, Colag¨¦ y Ouslamine.
Como si de una contrarreloj por equipos se tratara (y el ruso Ekimov, campe¨®n ol¨ªmpico y mundial lo sab¨ªa mejor que nadie) se relevaron muy bien y en menos de 50 kil¨®metros llegaron a tener 10 minutos y medio de margen. Pero Chiappucci era demasiada amenaza en la general para hombres del Kelme como Heras y Serrano, o Clavero, del Estepona. Por eso se produjo el primer acuerdo y ambos equipos trabajaron para dejar la diferencia en los razonables 4.28 minutos de la meta. El segundo acuerdo fue el de los dos espa?oles para tratar de sacar oro de donde no hab¨ªa. A 5 kil¨®metros del final atac¨® Garc¨ªa Acosta, pero el terreno no era el del pasado s¨¢bado y los restantes ocho hombres volvieron sobre ¨¦l. La segunda pare del trato era que nada m¨¢s terminar su salto lo intentara Galdeano. Y as¨ª lo hizo. Se le uni¨® el astuto Chiappucci y ambos pudieron llegar solos, pero detr¨¢s Ekimov puso su ritmo. Los m¨¢s r¨¢pidos se disputaron entonces la etapa y Van Bon remont¨® a Brochard.
En cualquier caso, las ¨²ltimas cosas senas que pueden pasar a¨²n en esta Vuelta descafeinada, empiezan hoy. Los cl¨¢sicos altos de Navacerrada (subida desde Segovia) y los Leones (hacia San Rafael) pueden ver la pen¨²ltima gran batalla monta?osa antes de la tachuela a cinco kil¨®metros de Los ?ngeles de San Rafael que producir¨¢ diferencias, sin duda, aunque sean m¨ªnimas. Ser¨¢ tambi¨¦n la pen¨²ltima ocasi¨®n del Kelme y Escart¨ªn para atacar a Z¨¹lle. Y Jim¨¦nez, o el Banesto, por el medio para salvar el honor.
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