El Papa y Bob Dylan aplausos al cierre del Congreso Eucar¨ªstico, de Bolonia
Un concierto pop al que asistieron 300.000 j¨®venes clausur¨® el acto
Fue un saludo largo -casi m¨¢s que su actuaci¨®n- el que Bob Dylan dedic¨® anoche al Papa Juan Pablo II en el concierto de clausura del 23? Congreso Eucar¨ªstico italiano. Despu¨¦s de estrechar la mano del m¨ªtico cantante y poeta, el Papa abandon¨® la fiesta. Durante casi dos horas hab¨ªa aguantado estoico el sonido de las guitarras el¨¦ctricas y las canciones del rock "bueno", incluidas dos del cantante norteamericano. Dylan fue una especie de m¨¦dium entre la Iglesia cat¨®lica y los j¨®venes en esta vigilia, musical que reuni¨® ayer en Bolonia a unos 300.000 espectadores.
El texto de la canci¨®n de Dylan Blowing in the wind, recitado por varios j¨®venes, inspir¨® la intervenci¨®n del Papa. "Uno de vuestros compa?eros ha dicho, en vuestro nombre, que la respuesta a las interrogantes de vuestra vida "viene en el viento", dijo el Papa; y prosigui¨®: "Es verdad, pero no en el viento que lo dispersa todo en la nada, sino en el viento que es soplo y voz del Esp¨ªritu".Dylan y Karol Wojtyla, el m¨ªtico m¨²sico y el Pont¨ªfice que mejor domina la escena de cuantos han ocupado la silla de Pedro, fueron las grandes estrellas de una jornada cat¨®lico -musical que pasar¨¢ a la historia envuelta en un aire de pol¨¦mica. El Papa, en cualquier caso, apareci¨® en mejor forma f¨ªsica que Dylan, cuya actuaci¨®n, pese a lo anunciado, fue brev¨ªsima, limit¨¢ndose a tres temas cl¨¢sicos -Knocking on the Heaven's Door, A. Hard rain is gonna fall y Forever young-, que el cantante interpret¨® toca do con sombrero y enfundado en un traje oscuro, muy al estilo dio los cantantes country.
Cantantes italianos
Le hab¨ªan precedido sobre el escenario un grupo de m¨²sica gospel, y varios cantantes italianos. Adriano Celentano, el primero de todos, con su inevitable Pregher¨®. M¨¢s tarde Gianni Morandi, que interpret¨® junto a B¨¢rbara Cola una versi¨®n de la canci¨®n de John Lennon Imagine. El Papa, sentado en un escenario colocado a la derecha del de los m¨²sicos de quienes le separaba un tramo de escaleras, escuch¨® sin pesta?ear la letra. "Imagina que no hubiera pa¨ªses, no es dif¨ªcil, ninguna raz¨®n por la que matar o morir, y que tampoco hubiera religi¨®n".
En realidad los textos de las canciones hab¨ªan pasado ya la oportuna censura y todos los obispos y cardenales que asist¨ªan al evento musical estaban al corriente de este detalle rebelde.
A la lista de int¨¦rpretes se sum¨® Lucio Dalla acompa?ado por el pianista de jazz, Michel Petrucciani y el cantante Andrea Bocelli que ofreci¨® unes toques cl¨¢sicos con Panis Angelicus y el Nessun Dorma del Turandot de Puccini.
El ambiente en la arena era de fervor musical y religioso, pero cuando el Papa, que tom¨® la palabra a mitad del concierto, se alarg¨® un poco m¨¢s de lo previsto, en su intento de resaltar la idea de la Eucarist¨ªa como respuesta a la gratitud por los bienes recibidos, en las filas del p¨²blico se not¨® cierta impaciencia.
"Esta noche, m¨²sica y poes¨ªa han dado voz a los interrogantes y a los ideales de vuestra juventud. Por el camino de la m¨²sica, esta noche, se va al encuentro con Jes¨²s", dijo Juan Pablo II a la muchedumbre. Sus palabras, pronunciadas con voz segura pese a la edad y a la delicada salud, ven¨ªan a mostrar un claro apoyo a la decisi¨®n de la iglesia italiana de utilizar la m¨²sica rock como veh¨ªculo de comunicaci¨®n con los j¨®venes. Un importante cambio de actitud de la Iglesia que ha provocado un agrio debate con los que defienden un catolicismo m¨¢s serio.
La pol¨¦mica, quiz¨¢s haya sido para bien, seg¨²n el cardenal arzobispo de Bolonia, Giacomo Biffi. "Ya sab¨ªamos que iba a haber pol¨¦mica. Pero creo que ha sido mejor. Gracias a ella hemos superado el cerco de silencio y los medios de comunicaci¨®n han hablado del Congreso Eucar¨ªstico. Es verdad que pod¨ªan haber hablado de otras cosas. En todo caso yo sigo pensando que el encuentro del Papa con las hermanas de clausura -previsto para hoy domingo- es un hecho m¨¢s extraordinario que la presencia de Bob Dylan".
Viendo de bote en bote -las entradas eran gratis- el Centro Agroalimentario donde cerca de 300.000 chicos gritaban con el mismo entusiasmo "Juan Pablo ll" y "Dylan, Dylan", se dir¨ªa que los cardenales y el Papa han tenido una idea feliz. Si de lo que se trata es de convocar a las masas, -en sus palabras de saludo a los j¨®venes Karol Wojtyla cit¨® con satisfacci¨®n otros encuentros masivos como el de Manila en 1995 y el de Par¨ªs el pasado agosto- el Congreso Eucar¨ªstico ha sido un ¨¦xito.
S¨®lo falta saber cu¨¢ntos de los j¨®venes que anoche acudieron a escuchar a Dylan estar¨¢n hoy en la misa solemne oficiada por el Papa.
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