Ballesteros abandona la capitan¨ªa del equipo europeo
Cumplida su misi¨®n, el capit¨¢n abandona discretamente la nave y vuelve a lo que m¨¢s le gusta, jugar al golf sin distracciones. La noticia era ya esperada, pero Severiano Ballesteros la hizo ayer oficial. "Quiero anunciar que renuncio a ser capit¨¢n del equipo europeo para la pr¨®xima edici¨®n de la Ryder Cup, en 1999 en Massachusetts", dijo. La raz¨®n que dio el jugador c¨¢ntabro no tiene nada que ver con el desgaste que le ha producido la triunfal capitan¨ªa en Valderrama, sino m¨¢s sencilla. "Quiero jugar la pr¨®xima Ryder como jugador", dijo, "y para ello tengo que volver a centrame en el juego".
Cuando en febrero de 1996 Ballesteros, de 40 a?os, fue designado capit¨¢n del equipo europeo para Valderrama, la primera intenci¨®n del jugador c¨¢ntabro, y as¨ª lo proclam¨®, fue la de convertirse en capit¨¢n-jugador. Sin embargo, la tensi¨®n del trabajo -a?o y medio de reuniones, comit¨¦s, seguimiento de jugadores, elecci¨®n de representantes, pol¨¦micas con alguno- le oblig¨® a centrarse s¨®lo en su trabajo como capit¨¢n de la selecci¨®n europea, dejando de lado la dedicacion al juego.
La utop¨ªa imposible
Las lesiones de espalda tambi¨¦n le hicieron desistir de intentar el doble papel. Y se convenci¨® definitivamente de que la utop¨ªa sigue siendo una utop¨ªa durante la semana de Valderrama, para ¨¦l, de fren¨¦tica actividad. Cumplido el sue?o de capitanear al equipo que ha ganado la Ryder de Valderrama, su pr¨®xima ilusi¨®n es participar en su novena Ryder all¨¢ en el l¨ªmite del siglo XXI, 20 a?os justos despu¨¦s de convertir se en el primer continental (junto a Antonio Garrido) que entraba en una Ryder, hasta entonces reservada a los jugadores del Reino Unido. Antes de su anuncio, Ballesteros se moj¨® a gusto bajo el chaparr¨®n, sin paraguas ni gorro, pero con la copa bien agarrada. Era el triunfo de un hombre que se distingue por su car¨¢cter com petitivo. "Estoy orgulloso de ha ber hecho feliz a Europa", dijo, rodeado de todos sus jugadores. Estaba de buen humor, c¨®mo no, tan feliz que hasta entr¨® en el juego de las cr¨ªticas al hoyo l7? de Valderrama, dise?ado por ¨¦l. As¨ª, cuando un periodista le plante¨® la cuesti¨®n, Ballesteros agarr¨® un bol¨ªgrafo, dibuj¨® el hoyo y se lo pas¨® a Montgomerie, el h¨¦roe de la Ryder 97 -aparte de dar el golpe definitivo, sum¨® 3,5 puntos de los 14,5 de Europa, el jugador que m¨¢s contribuy¨® a la victoria Montgomerie ha sido uno de los mayores cr¨ªticos del dise?o de ese par 5. El jugador escoc¨¦s no entend¨ªa nada. "Que preguntan que que pasa con el l7", le aclar¨® Ballesteros. "Ah!", dijo el escoc¨¦s rompiendo a re¨ªr, "el l7". Lo ¨²nico que puedo decir es que me alegro de que el Volvo Masters [el torneo que cierra el circuito europeo] no vuelva a jugarse en Valderrarna".
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