Reforma poco madura
LA REFORMA del coraz¨®n de la ONU, el Consejo de Seguridad, no est¨¢ a¨²n madura, pese a que se discute desde hace a?os y en ella se ha centrado la primera semana de la Asamblea General. La propuesta estadounidense de ampliar el n¨²mero de miembros permanentes ha sido bien recibida por los. cinco pa¨ªses que integran ese club exclusivo con derecho de veto (EE UU, Francia, Reino Unido, China y Rusia) y los aspirantes a entrar en este n¨²cleo director, pero masivamente rechazada por los que temen ver mermada su posibilidad de sentarse en ese embri¨®n de gobierno mundial. EE UU propone que entren como miembros permanentes (aunque sin aclarar, de momento, si con derecho de veto) Alemania y Jap¨®n, y con un estatuto semipermamente tres pa¨ªses representativos de Asia, ?frica y Latinoam¨¦rica. La propuesta est¨¢ creando rivalidades regionales entre los aspirantes: Brasil, Argentina y M¨¦xico; India y Pakist¨¢n, o Italia, aspirante tambi¨¦n, y otros pa¨ªses europeos. No resultar¨ªa conveniente crear en la ONU demasiadas clases de Estados.
El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, ha pedido en Nueva York consenso y tranquilidad para esta reforma, que EE UU quiere finalizar este a?o. Detr¨¢s de esa llamada a la calma late un deseo de preservar las opciones de Espa?a para evitar que se vea relegada a una categor¨ªa ¨²ltima en la ONU, pese a su notable contribuci¨®n al presupuesto -es el octavo pa¨ªs- y a las operaciones de paz. Con Alemania como miembro permanente del Consejo, ser¨ªan tres los europeos constantemente presentes en ese organismo esencial, lo que quitar¨ªa posibilidades de participaci¨®n espor¨¢dica a Espa?a. Ser¨ªa deseable que la Uni¨®n Europea tuviera una ¨²nica representaci¨®n en el Consejo de Seguridad, pero la UE est¨¢ muy lejos de alcanzar tal grado de integraci¨®n como para que Francia o el Reino Unido renuncien a su estatuto privilegiado.
Quiz¨¢ resultar¨ªa m¨¢s razonable invertir las negociaciones y comenzar por la propuesta de reducir el derecho de veto actual a los asuntos de reacci¨®n frente a una agresi¨®n contenidos en el Cap¨ªtulo VII de la Carta de Naciones Unidas. Espa?a apoya este plan. Este Paso probablemente facilitar¨ªa una posterior reforma de la composici¨®n del Consejo de Seguridad, para hacerlo a la vez m¨¢s representativo y m¨¢s democr¨¢tico sin mermar su eficacia. Aunque ser¨ªa imposible crearlo hoy d¨ªa con su actual composici¨®n y pese a sus carencias, el Consejo de Seguridad se ha convertido tras el final de la guerra fr¨ªa en una instituci¨®n ¨²til. Ser¨ªa absurdo que una reforma precipitada o mal hecha viniera a restarle legitimidad.
Por otra parte, la propuesta de Clinton de creaci¨®n por la ONU de un tribunal internacional permanente para juzgar "las violaciones m¨¢s serias de las leyes humanitarias" debe ser acogida positivamente, siempre que se le dote de los medios econ¨®micos, humanos y jur¨ªdicos necesarios y que no pretenda suplantar a las justicias nacionales cuando ¨¦stas resulten suficientes. Los criminales de esta clase deben percibir que no encontrar¨¢n refugio contra el castigo debido.
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