"A la comisaria no, la derribaron de milagro", seg¨²n el espa?ol del s¨¦quito

"A la Comisaria no la tiraron al suelo de puro milagro". Alberto Navarro, director de la agencia de ayuda humanitaria de la Uni¨®n Europea (ECHO), recuerda as¨ª el momento de la detenci¨®n de Ernma Bonino y su s¨¦quito tras visitar ayer por la ma?ana un hospital de mujeres en Kabul.Navarro, de 42 a?os, el ¨²nico espa?ol que forma parte de la delegaci¨®n comunitaria que recorre Afganist¨¢n para hacer balance de la distribuci¨®n de la ayuda, fue uno de los detenidos por los talib¨¢n. Esta guerrilla ultraintegrista que controla Kabul proh¨ªbe sacar im¨¢genes de seres vivos y s¨®lo permite hacerlo de edificios o paisajes. "Todo el grupo fuimos a primera hora a visitar la Nueva Policl¨ªnica de Kabul, un hospital de mujeres" al que ECHO proporciona ayuda. "Los c¨¢maras de televisi¨®n de la CNN y Canal Plus rodaron im¨¢genes", prosigue Navarro en una conversaci¨®n telef¨®nica mantenida con EL PA?S a su llegada anoche a Islamabad (Pakist¨¢n). "La directora del hospital nos conmin¨®. ' a que dejaran de rodar"."Los c¨¢maras obedecieron, pero la directora no se dio por satisfecha y llam¨® a los talib¨¢n", a?ade el jefe de ECHO. "Intentamos salir pero la verja del hospital estaba cerrada y ninguno de sus empleados quer¨ªa abrirla". Cuando llegaron los polic¨ªas isl¨¢micos "repartieron culatazos, golpearon a un c¨¢mara de la CNN y un voluntario de M¨¦dicos sin Fronteras, y en la discusi¨®n casi derribaron a Emma Bonino". "Incautaron tambi¨¦n las cintas de v¨ªdeo, aunque despu¨¦s devolvieron algunas".

"Nos condujeron a la fuerza hasta un cuartel, donde nos tuvieron tres horas sentados al sol custodiados por guerrilleros armados", contin¨²a Navarro su relato. El delegado de ECHO en Kabul, Kees Rietveld, pudo advertir del incidente al viceministro de Sanidad, doctor Rabani, que se traslad¨® al cuartel, pero su presencia no fue muy ¨²til.

"Aquello era ca¨®tico y sus gestiones tardaron horas en dar frutos". Tres horas y media despu¨¦s de su detenci¨®n, Bonino y su s¨¦quito fueron finalmente liberados con todo tipo de disculpas.

"El incidente ilustra los l¨ªmites de la ayuda humanitaria, que, para ser eficaz , debe ser secundada por una. intervenci¨®n pol¨ªtica o incluso, a veces, militar", concluye Navarro.