La campa?a electoral comienza en Galicia con las encuestas favorables para el Partido Popular

El Partido Popular rebosa optimismo ante la campa?a para las elecciones gallegas del pr¨®ximo 19 de octubre, que se inici¨® la pasada medianoche. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que se presenta por tercera vez a os comicios tras haber prometido que se retirar¨ªa al final del segundo mandato, est¨¢ en disposici¨®n de conservar su confortable mayor¨ªa absoluta, seg¨²n las encuestas publicadas en los ¨²ltimos d¨ªas. Los sondeos tambi¨¦n redicen un estancamiento del PSOE, pese a u alianza con Esquerda Unida y Os Verdes, que puede dejar el camino abierto al avance del Bloque Nacionalista Galego.

Galicia, que vive un ins¨®lito oto?o veraniego, se dispone a convertirse durante dos semanas en el bar¨®metro pol¨ªtico de Espa?a. El PP afronta el examen de las urnas por vez primera desde su ajustado triunfo en las elecciones generales de marzo de 1996. La prueba se dirime en un territorio de especial apego a los populares, ya que se trata del primer gobierno auton¨®mico que alcanzaron en Espa?a y del feudo del l¨ªder hist¨®rico y fundador del partido, Manuel Fraga.La campa?a, ya lo han advertido todos, ser¨¢ "dura y sucia", como se ha podido comprobar durante las ¨²ltimas semanas con los intercambios de insultos y denuncias judiciales. Ese ambiente ha servido de excusa a Fraga para negarse a. debatir cara a cara con sus contrincantes, el socialista Abel Caballero -candidato a la presidencia de la Xunta por el PSOE, Esquerda Unida y Os Verdes- y el nacionalista Xos¨¦ Manuel Beiras, m¨¢ximo representante del Bloque Nacionalista Galego.

Cualquier desenlace que no sea la rev¨¢lida de la mayor¨ªa absoluta de que han dispuesto desde 1989 -43 de 75 diputados en el ¨²ltimo Parlamento auton¨®mico- erosionar¨ªa gravemente al Partido Popular. No s¨®lo perder¨ªa el poder en Galicia, por la previsible alianza entre la izquierda y los nacionalistas, sino que el hipot¨¦tico fracaso afectar¨ªa a la imagen del Partido Popular en el conjunto de Espa?a. Por el contrario, otro triunfo arrollador como en 1993, cuando el PP se acerc¨® al 53% de los votos emitidos, reforzar¨ªa las aspiraciones de Aznar en relaci¨®n con la permanencia del Gobierno de la naci¨®n.

En Galicia tambi¨¦n se va a poner en juego parte del dise?o futuro de la izquierda espa?ola. Por primera vez desde 1977, el PSOE acude a unos comicios coligado con ecologistas y antiguos comunistas. Ese pacto, apoyado con entusiasmo por Iniciativa per Catalunya y Nueva Izquierda, ha servido de pretexto al coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, para lanzar la ofensiva final contra sus cr¨ªticos en el seno de IU. En esta ocasi¨®n, Anguita ha ido m¨¢s lejos que nunca: no s¨®lo ha puesto fuera de la organizaci¨®n a Esquerda Unida-Esquerda Galega, que hab¨ªa tomado sus decisiones de manera soberana y democr¨¢tica, sino que ha promovido una lista electoral alternativa, con sus fieles, a¨²n a sabiendas de que est¨¢ destinada al fracaso y de que, por los mecanismos de la ley D'Hont podr¨ªa ayudar de modo indirecto a los intereses de Manuel Fraga.

Pero el objetivo de Anguita estar¨ªa cubierto si la coalici¨®n no logra mejorar los raqu¨ªticos resultados del PSOE en 1993 -el 23,5% de los votos, y 19 diputados- y, de ese modo, quedar¨ªa desacreditada la f¨®rmula y su exportaci¨®n a otras regiones espa?olas. El coordinador de IU se emplear¨¢ a fondo en la campa?a, a la que dedicar¨¢ nueve d¨ªas, m¨¢s que ning¨²n otro l¨ªder nacional.

A punto de cumplir 75 a?os, Manuel Fraga, seguro de su victoria, ha arrinconado los zapatos de siete leguas y ofrecer¨¢ s¨®lo uno o dos m¨ªtines al d¨ªa, aunque aprovechar¨¢ su cargo institucional para dedicar las ma?anas a las inauguraciones de obras. El Partido Popular reconoce que no podr¨¢ repetir la espectacular victoria de 1993, pero sus dirigentes est¨¢n convencidos de que reducir¨¢n las p¨¦rdidas al m¨ªnimo, dos o tres diputados a lo sumo.

Campa?a dura

El ex ministro socialista Abel Caballero, de 51 a?os, ha planteado una campana muy dura, en la que ofrece una visi¨®n catastrofista del Gobierno de Fraga y reparte promesas espectaculares, desde la creaci¨®n de 50.000 puestos de trabajo a la gratuidad de los libros de texto. Las encuestas publicadas hasta ahora arrojan muchas sombras sobre las posibilidades (le la coalici¨®n, pero Caballero espera movilizar a ¨²ltima hora a parte de los 200.000 votantes gallegos que apoyan al PSOE en las elecciones generales y se quedan en casa en las auton¨®micas.

Los socialistas y sus aliados tendr¨¢n, una vez m¨¢s, que hacer frente al avance del nacionalismo, imparable desde hace ocho a?os. A diferencia de Caballero, Xos¨¦ Manuel Beiras, de 61 a?os, est¨¢ adoptando un tono m¨¢s templado que nunca, muy lejos de sus desplantes y discursos radicales de otras ¨¦pocas, y se presenta como el futuro presidente de Galicia al frente de una amplia plataforma que incluir¨ªa a toda la izquierda. Algunas encuestas indican que tiene posibilidades de sobrepasar al PSOE y convertirse en el jefe de la oposici¨®n. Hace cuatro a?os ya se acerc¨® a ese objetivo, al superar el 18% de los votos y lograr 13 diputados.