Evidencia

Le escribo esta carta con el deseo de poner en evidencia lo que entiendo es un caso claro de extorsi¨®n por parte de los gestores administrativos del Ayuntamiento de Madrid.El 3 de abril de 1996, con motivo de la venta de la que entonces era mi vivienda, me person¨¦ en las oficinas, del ¨¢rea de Hacienda del Ayuntamiento, Sacramento, 5, de nuestra ciudad, para liquidar, como es preceptivo, el correspondiente impuesto sobre incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. Para este tr¨¢mite precisaba conocer el valor catastral de la finca, que me fue facilitado, mediante ordenador, por una de las funcionarias del departamento correspondiente. Basado en dicho dato, y mediante el impreso IM- 19904, que tambi¨¦n me fue facilitado, efectu¨¦ una liquidaci¨®n que me fue aceptada y, abon¨¦ en la misma fecha seg¨²n fotocopia que les adjunto.

Hoy, 22 de septiembre de 1997, recibo una notificaci¨®n del Ayuntamiento, en forma de carta de pago, por la que dicho organismo me informa de que el valor catastral declarado por m¨ª, seg¨²n datos de su propio departamento de Hacienda, no es correcto y, consiguientemente, debo abonar 23.177 pesetas m¨¢s de las ingresadas en su d¨ªa. No contentos con ello, me cargan 1.159 pesetas por intereses de demora desde el 11 de mayo de 1996 (?) hasta el 10 de julio de 1997.

Aparte el hecho de que el valor catastral utilizado por m¨ª no me lo saqu¨¦ de la manga y fue facilitado por la misma Hacienda municipal, no concibo c¨®mo una liquidaci¨®n efectuada el 3 de abril de 1996 puede ser impugnada el 10 de julio de 1997, 15 meses despu¨¦s, y ser notificada al interesado el 22 de septiembre de 1997, todav¨ªa dos meses m¨¢s tarde.

Dejando al lado el perjuicio econ¨®mico que este asunto me ha causado, teniendo en cuenta que soy un jubilado, no puedo dejar de hacer constar mi m¨¢s profunda protesta a las autoridades municipales, que, con su proceder, han demostrado una total ineficacia administrativa que, pese a la, parafernalia de medios inform¨¢ticos puestos a su disposici¨®n, no s¨®lo incurre en constantes errores, sino que hace responsable econ¨®mico de tales errores y demoras al sufrido ciudadano.

Mi desconfianza en la justicia municipal es tal que me he apresurado a liquidar el resultado de este desaguisado antes de que aumente su cuant¨ªa, pues mis anteriores cartas al se?or alcalde y otros organismos municipales, por otras razones que no vienen al caso, no han merecido ni un simple acuse de recibo.-