El Madrid no encontr¨® los caminos
Sulker fall¨® un penalti en la segunda parte . El Depor firm¨® su primer empate en el Bernab¨¦u desde que ascendi¨®
En un partido entretenido, salpicado de ocasiones y de las parad¨®jicas decisiones del ¨¢rbitro, el Madrid no encontr¨® el camino final hacia la victoria. Lo intent¨® por la v¨ªa civil en el primer tiempo y a empujones en el segundo. No le faltaron oportunidades, aunque el juego fue desigual, producto de las dificultades que tuvo el Madrid para asociarse en el medio campo. Desde la aritm¨¦tica, el Madrid alcanz¨® tres oportunidades por cada una del Deportivo, que estuvo en el mismo plan de otros a?os: un equipo competente, aunque de perfil bajo. Por momentos, su f¨²tbol fue meritorio, pero hay una cierta saudade en su estilo que termina por pejudicarle.En Chamart¨ªn, el Deportivo volvi¨® a poner en dificultades al Madrid, que jug¨® con pulcritud y estuvo por encima de su adversario, pero actu¨® sin demasiada claridad. Es un equipo prometedor, atractivo a la vista, todav¨ªa sin redondear. Le falta acabado y una soluci¨®n en el medio campo, porque el Madrid se parte en ese punto. La vocaci¨®n de Ra¨²l y Amavisca como delanteros y la tendencia cada vez m¨¢s acusada de Seedorf de jugar cerca del ¨¢rea rival provoca una fractura alrededor de Redondo, que realiz¨® un gran partido pero que no encontr¨® colaboradores para despejar las v¨ªas de acceso al ¨¢rea.
Hay adem¨¢s un par de puestos que est¨¢n en el aire y eso lo sufre el equipo Suker no acaba de arrancar y comienza a ofrecer s¨ªntomas preocupantes para el futuro. Su deficit de velocidad es considerable, una lacra que le impide ganar en el mano a mano con los defensas. Suker s¨®lo se fue en una jugada frente a Naybet en la' segunda parte, pero no fue suficiente para redimirse ante la gente, que le ha tomado la enemiga. Para un hombre que antes ganaba con facilidad las disputas individuales, la situaci¨®n actual le debe resultar muy frustrante. Le queda la clase, que nunca se pierde, y la pegada, que tampoco, pero hay en Suker un aire crepuscular cada Vez m¨¢s visible.
El otro puesto a debate es el de interior izquierda. Frente al Deportivo jug¨® Amavisca y nadie le vio. Heynckes le retir¨® en el medio tiempo, que es una forma de confirmar las dudas que tiene con el jugador, extensivas al brasile?o Ze Roberto.
En el Deportivo tambi¨¦n hay zonas oscuras. Es un equipo s¨®lido, pero sin Djalminha le falt¨® el punto necesario de fantas¨ªa en los tres cuartos. Y gol tampoco hay mucho. As¨ª que estamos ante un equipo que va a transitar por los partidos en el filo de la navaja, con resultados apretados y con la falta de contundencia que se antoja necesaria para los aspirantes al t¨ªtulo. Aunque resisti¨® en Chamart¨ªn y tuvo algunas oportunidades estupendas, no parece un equipo llamado para las grandes empresas.
El partido se lo debi¨® llevar el Madrid por todos los conceptos. Por juego, por ocasiones y por empuje. Sin embargo, no termin¨® de concretar su autoridad frente a un equipo que comenz¨® el encuentro con frescura y termin¨® metido en su ¨¢rea, sometido al acoso desesperado del Madrid. Al equipo de Heynckes le falt¨® poner en orden todas sus piezas.Cuando entr¨® en escena Ra¨²l, y eso ocurri¨® en la primera media hora, Suker no estaba para nada y Amavisca tampoco. Cuando Mijatovic cogi¨® la onda, Ra¨²l estaba fuera del partido, o al menos desubicado. Se hab¨ªa trasladado a la banda izquierda por exigencias del gui¨®n. Sin Amavisca, Seedorf jug¨® como volante de enganche y Ra¨²l en el ala.
Pero Ra¨²l es delantero y tampoco puede acudir al rescate todos los d¨ªas. Bastante hizo con un remate al palo y con un pase espl¨¦ndido a Mijatovic, que cay¨® derribado por Songo'o. D¨ªaz Vega dijo que aquello no era penalti y en Chamart¨ªn estuvo a punto de formarse una turba. M¨¢s tarde, el ¨¢rbitro, v¨ªctima de su mala conciencia, declar¨® un penalti que no lo fue. Pero Suker persisti¨® en su desgraciada tarde y lo tir¨® mal.
Hubo dos jugadores que s¨ª mantuvieron el tipo durante toda la tarde. Hierro s¨®lo sali¨® perdedor en una jugada frente a Bassir, que lo regate¨® y le mand¨® al piso: en el ¨¢rea. Y Redondo, que vive un noviazgo con el p¨²blico. Merecido. Fue el mejor por presencia, car¨¢cter y juego. De nuevo en su posici¨®n natural como ¨²nico medio centro, empuj¨® al equipo hasta donde fue posible. La gente, tan cambiante, le ha hecho ¨ªdolo y se apresta a disfrutar con un futbolista que tiempo atr¨¢s vivi¨® un calvario indecente.
Con todas sus cosas, el partido result¨® entretenido en la primera parte y vibrante en la segunda, cuando el Madrid aceler¨® y busc¨® la porter¨ªa con decisi¨®n. Debi¨® conquistar la victoria, pero tambi¨¦n es cierto que la impaciencia le ofusc¨® y que termin¨® el encuentro con la m¨¢xima energ¨ªa y sin demasiadas luces para encontrar el camino del gol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.