Dos ataques de la guerrilla y de paramilitares causan 28 muertos en dos d¨ªas en Colombia

Diecisiete polic¨ªas murieron este s¨¢bado en na emboscada de la guerrilla en Colombia. El hecho ocurri¨® en la provincia del Meta, rica regi¨®n ganadera al oeste del pa¨ªs. Con ello suman al menos 28 los muertos por la violencia en s¨®lo dos d¨ªas en esa provincia, seg¨²n fuentes oficiales. Los agentes fueron acribillados cuando acud¨ªan a una supuesta llamada de auxilio. Los otros muertos, 11 miembros de una comitiva judicial, fueron salvajemente atacados por m¨¢s de sesenta hombres de un grupo paramilitar cuando regresaban de embargar la finca de un narcotraficante.

El s¨¢bado por la noche, los informativos de la televisi¨®n recogieron im¨¢genes de un pa¨ªs en guerra: helic¨®pteros y camiones recogiendo aqu¨ª y all¨¢ cad¨¢veres y heridos. "Con tristeza, con indignaci¨®n y con dolor de patria, tengo que decir a los colombianos que la guerrilla demencial ha asesinado vilmente a 17 soldados", dijo el director nacional de la Polic¨ªa, general Rosso Jos¨¦ Serrano. En el que ha sido calificado como uno de sus m¨¢s duros pronunciamientos, el general pidi¨® a los pa¨ªses amigos, entre otras, 11 que no sigan hospedando en su territorio a representantes de organizaciones criminales que no tienen prop¨®sito diferente de masacrar la democracia colombiana".El atentado contra la polic¨ªa ocurri¨® a las afueras de la poblaci¨®n de San Juan de Arama. A la una de la tarde del s¨¢bado, el comando central de la polic¨ªa del Meta recibi¨® una llamada de auxilio. Un supuesto grupo militar ped¨ªa refuerzos pues, se dijo, estaba siendo atacado por la guerrilla. Dos oficiales, un suboficial y 80 agentes iniciaron el plan de avanzada en dos carros y a pie. A los pocos minutos fueron atacados con explosivos. 45 minutos de combate se saldaron con 17 muertos y cuatro heridos por parte de la polic¨ªa; los 100 guerrilleros huyeron. Los detalles de la otra matanza, la de los funcionarios judiciales, son a¨²n m¨¢s crueles. "Lo que hicieron no tiene nombre. Es una l¨¢stima que esa sea la manera como el Gobierno cuida a sus funcionarios", dijo con profundo dolor Jorge Alberto Socot¨¢, uno de los supervivientes. El ataque comenz¨® veinte minutos despu¨¦s de que la delegaci¨®n oficial sali¨® de la finca del narcotraficante, donde cumplieron la orden judicial. "Seis o siete tipos que viajaban en un todoterreno nos dispararon. Hubo reacci¨®n y se dieron de baja a tres individuos", cont¨® Socot¨¢.

Desde ese momento, aproximadamente las dos de la tarde, un comandante del Ej¨¦rcito que formaba parte de la comisi¨®n pidi¨® refuerzos. "M¨¢s adelante 60 individuos vestidos de negro nos atacaron con fusiles, ametralladoras, granadas y morteros", sigui¨® narrando el superviviente. El tiroteo dur¨® tres horas y media. Pero s¨®lo hasta las seis de la ma?ana del s¨¢bado, 16 horas despu¨¦s de iniciada la pesadilla, los heridos, que pasaron la noche escondidos en los matorrales temiendo a cada instante que los iban a rematar, fueron recogidos por helic¨®pteros. "No es justo que nos hayan dejado de tal manera. Todo fueron mentiras. A las tres de la tarde nos prometieron un helic¨®ptero para sacarnos del ¨¢rea, pero no nos dijeron de qu¨¦ d¨ªa", agreg¨® Socot¨¢.

Ayer, el presidente de la Rep¨²blica, Ernesto Samper, convoc¨® al alto mando militar y a sus ministros de Justicia y Defensa para buscar salidas al caos.