El Ayuntamiento accede por fin a dispensar metadona en sus centros
Una vieja pelea, la de conseguir que el Ayuntamiento de Madrid dispense metadona a los heroin¨®manos en sus Centros de Atenci¨®n a Drogodependientes (CAD), y a est¨¢ ganada. Antes de diciembre dos de estas siete instalaciones municipales facilitar¨¢n a los toxic¨®manos este sustitutivo opi¨¢ceo que persigue reducir los riesgos f¨ªsicos y sociales de la adicci¨®n.Desde hace meses, los responsables de la Agencia Antidroga intentaban que el Consistorio facilitase este opi¨¢ceo de laboratorio para poder ampliar la oferta, algo imprescindible cuando en la regi¨®n existen 2.400 plazas de metadona y son necesarias m¨¢s de 5.000.
Pero, tradicionalmente, los responsables municipales se han mostrado reticentes a mezclar en sus centros a los drogodependientes que acuden a programas libres de drogas (de desintoxicaci¨®n y abandono del consumo) y a los apuntados a planes de reducci¨®n del da?o como el de la metadona. Este argumento era replicado desde el Gobierno regional en cuyos centros de d¨ªa se lleva dispensando desde hace a?os.
La concejal de Servicios Sociales, Elena Utrilla, cifra el cambio de actitud municipal en un convenio firmado en julio entre el Gobierno regional, el Ayuntamiento y la Cruz Roja por el que las dos instituciones aportan 350 millones para abrir 1.500 nuevas plazas de metadona (11 dispensarios) en la capital: 750 antes de finales de a?o y el resto en 1998. La atenci¨®n correr¨¢ a cargo de Cruz Roja.
"No quer¨ªamos ofrecer este servicio en los CAD porque no cont¨¢bamos con personal suficiente para realizar un seguimiento de cada. usuario del programa de metadona", explica Utrilla. "Pero a partir del convenio contamos con el apoyo t¨¦cnico de Cruz Roja para realizar ese seguimiento de manera que los centros no sean s¨®lo un lugar donde el heroin¨®mano va a coger su frasquito", concluye la concejal.
PASA A LA P?GINA 3
Mil toxicomanos forman ya la lista de espera para las 750 nuevas plazas de metadona
VIENE DE LA P?GINA 1Antes de fin de a?o se abrir¨¢n cinco nuevos puntos de distribuci¨®n de metadona, cada uno con 150 plazas, en locales del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), municipales y de la Cruz Roja en Villaverde, Usera, Casa de Campo (Moncloa), Carabanchel y Hortaleza. "Habilitaremos para dispensar metadona aquellos centros de atenci¨®n a drogodependientes en los que sea posible por sus condiciones", explica Elena Utrilla, concejal de Servicios Sociales de Madrid.
De las 2.400 plazas de metadona que existen en la actualidad (en 1995 s¨®lo eran 950), la mayor¨ªa est¨¢n bajo la responsabilidad de la Comunidad. Ahora, el Ayuntamiento coge el relevo y ambas instituciones miran fijamente a una tercera, el Insalud, que tambi¨¦n ha prometido poner su grano de arena con 500 plazas.
El propio ministro de Sanidad y Consumo, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, ha destacado que, entre otras razones, la interrelaci¨®n entre el consumo de drogas inyectadas y el contagio del sida "obliga a reforzar los programas de metadona, cuya eficacia ha sido ya sobradamente demostrada".
Tambi¨¦n est¨¢ prev¨ªsto aumentar el n¨²mero de farmacias que participan en este programa (ahora hay 14) a trav¨¦s de un convenio con su colegio profesional que est¨¢ pendiente desde hace meses y que supone la creaci¨®n de otras 400 plazas.
En estos momentos, el Ayuntamiento y la Comunidad han unificado su lista de espera para entrar en los programas de metadona. Para las primeras 750 nuevas plazas de metadona, que se abrir¨¢n antes de diciembre, ya hay m¨¢s de 1.000 solicitudes, seg¨²n Elena Utrilla. Antes de que llegue ese momento pueden darse bajas en los programas (por abandonos o cambios a otros planes m¨¢s exigentes) o algunas peque?as ampliaciones en otros centros que permitan la incorporaci¨®n de los que esperan.Pero que haya una lista de 1.000 personas no significa que la ¨²nica demanda insatisfecha corresponda a ese millar de heroin¨®manos.
Necesidades
El Gobierno regional siempre ha cifrado en unas 4.000 o 5.000 el n¨²mero de plazas necesarias. Pero las organizaciones no gubernamentales y las mismas instituciones reconocen que ¨¦sa es una cifra aproximada y que las necesidades pueden ser a¨²n mayores.
Y es que, a medida que se incrementa el recurso, son m¨¢s los drogodependientes que se animan a ingresar en estos programas de reducci¨®n de da?os. Hasta ahora, la escasez de plazas desmotivaba a una poblaci¨®n como la de los drogodependientes, que no est¨¢ en condiciones f¨ªsicas y psicol¨®gicas de esperar con tranquilidad a que llegue su turno.
La creaci¨®n de una lista ¨²nica supone una mayor eficacia. "Antes, el toxic¨®mano que acud¨ªa a un centro de d¨ªa solicitando metadona quedaba inscrito en la lista de espera municipal, a expensas de ser atendido en los dispensarios de F¨²car y Marroquina, y el que recurr¨ªa a los centros de d¨ªa regionales permanec¨ªa a la espera de una plaza del Gobierno auton¨®mico", a?ade Utrilla.
El orden de la lista se ha establecido siguiendo varios criterios, como nivel de deterioro del solicitante o el tiempo que lleva esperando, para ingresar en estos programas.
Los programas de metadona se aplican con distintos objetivos. Hay drogodependientes que entran en ellos despu¨¦s de largos a?os (le adicci¨®n y varios intentos fracasados de desintoxicaci¨®n. Su objetivo no es dejar de consumir, sino evitar que aumente su deterioro f¨ªsico y social mediante el uso de esta sustancia gratuita y bajo control m¨¦dico. Otros heroin¨®manos lo que pretenden es que este sustitutivo opi¨¢ceo les sirva de puente hasta conseguir desengancharse.
Cada nuevo puesto dispensador de metadona cuesta un m¨ªnimo de 20 millones de pesetas. Esta cuant¨ªa no se debe al precio de la metadona, sino a la necesidad de un equipo de seguimiento formado al menos por un m¨¦dico, un psic¨®logo, un trabajador social y un enfermero. En realidad esta sustancia la compra el Colegio de Farmac¨¦uticos a 64.000 pesetas el kilo (y en 1996 se utilizaron en toda la regi¨®n unos 27 kilos).
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