El fiasco del Mosad refuerza a Ham¨¢s
Cuando el dirigente de Ham¨¢s Jaled Meshal lleg¨® en coche a su oficina en Amm¨¢n la ma?ana del 25 de septiembre, dos hombres empezaron a merodear alrededor del veh¨ªculo, a las puertas del edificio. Uno era de tez oscura y musculoso, el otro barbudo y rubio. Seg¨²n cinco testigos, el rubio se situ¨® detr¨¢s, de Meshal mientras ¨¦ste sal¨ªa del coche y extendi¨® su brazo hacia la oreja izquierda del l¨ªder de Ham¨¢s. De mi instrumento plomizo envuelto en una cinta sali¨® el sonido de un chasquido, dijo Meshal, y una sensaci¨®n de estremecimiento recorri¨® su espina dorsal "como un choque el¨¦ctrico".
Unos minutos despu¨¦s del ataque, el guardaespaldas de Meshal persegu¨ªa a los dos hombres calle abajo y se enzarzaba con ellos en una pelea sangrienta a kil¨®metro y medio del lugar. En unas horas, Meshal, de 41 a?os, yac¨ªa al borde de la muerte en un hospital militar con v¨®mitos incontrolados y paradas respiratorias. Al d¨ªa siguiente, seg¨²n dijeron funcionarios de Estados Unidos y Jordania, la falsa identidad de los dos asaltantes capturados como turistas canadienses se desenmascar¨®, y sus interrogadores jordanos les reconocieron como agentes del Mosad, la agencia de espionaje israel¨ª. Los 10 d¨ªas siguientes a lo que en Jordania e Israel se ha descrito como un intento chapucero de asesinato han sido unos de los de m¨¢s coste para Israel en la historia de sus servicios secretos.El rey Hussein de Jordania, principal aliado ¨¢rabe de Israel, estaba tan enfadado que seg¨²n algunos confidentes del monarca estuvo a punto de romper relaciones con el Estado jud¨ªo. Canad¨¢ llam¨® a consultas a su embajador en Israel. Seg¨²n el l¨ªder de la oposici¨®n israel¨ª, Ehud Barak, el primer ministro Benjam¨ªn Netanhyahu le dijo que ¨¦l mismo hab¨ªa dirigido la operaci¨®n para matar a Meshal. Veteranos funcionarios de EEUU han confirmado que las ¨®rdenes vinieron de los m¨¢s altos niveles del Gobierno israel¨ª.
Justo despu¨¦s de vaporizar al l¨ªder de Ham¨¢s con los que jordanos y estadounidenses describieron como una toxina nerviosa letal, Israel se enfrent¨® a las peticiones jordanas y norteamericanas de un ant¨ªdoto. Fuentes de EE UU y de Jordania han asegurado que agentes del Mosad que participaron en la acci¨®n para facilitar el ant¨ªdoto en caso de accidente se lo dieron a los doctores jordanos al d¨ªa siguiente.
El regreso de Meshal de las puertas de la muerte -fuentes norteamericanas dicen que el veneno, que no quisieron nombrar, le hubiera matado en 48 horas supone la resurrecci¨®n de su Movimiento de Resistencia Isl¨¢mica, o Ham¨¢s.Ham¨¢s, un grupo militante antiisrael¨ª, hab¨ªa estado a la defensiva recientemente, con su portavoz detenido en Jordania y sus mezquitas y centros de servicios sociales cerrados en Cisjordania y Gaza.
Pero con sus esfuerzos por apaciguar la crisis con Jordania -vol¨® secretamente a Amm¨¢n el fin de semana anterior, pero funcionarios israel¨ªes y jordanos dijeron que el rey rehus¨® verle-, el primer ministro israel¨ª no s¨®lo salv¨® la vida de Meshal, sino que liber¨® al jeque Ahmed Yas¨ªn, de su condena perpetua en una c¨¢rcel israel¨ª y a varias decenas de presos palestinos.
La intentona contra la vida de Meshal tuvo su origen, seg¨²n portavoces israel¨ªes, en una reuni¨®n del gabinete de Seguridad, el pasado 30 de julio. Dos bombas suicidas de Ham¨¢s, en explosiones sincronizadas, mataron a 16 israel¨ªes ese d¨ªa en el mercado Mahan¨¦ Yehuda de Jerusal¨¦n. El gabinete, seg¨²n dos de sus miembros, vot¨® una autorizaci¨®n -ampliamente disputada- para acabar con dirigentes de Ham¨¢s all¨¢ donde fueran encontrados. No se aprobaron objetivos espec¨ªficos.
A finales de septiembre, dos agentes israel¨ªes se registraron en el Hotel Intercontinental de Amm¨¢n como turistas canadienses. Sus pasaportes les identificaban como Shawn Kendall, de 28 a?os, y Barry Beads, de 36.
En la ma?ana del 25 de septiembre, el conductor de Meshal sospech¨® al ver a un sed¨¢n marca Hyundai verde oliva siguiendo a su coche. Justo antes de alcanzar la oficina en un nuevo distrito de Amm¨¢n, el coche verde les adelant¨® y se alej¨® del lugar. El conductor declar¨® que localiz¨® a los dos extranjeros merodeando mientras se deten¨ªa frente a la oficina de Meshal. Dijo a Meshal que diera la vuelta alrededor del coche y se situara junto a ¨¦l en la puerta del conductor. ?l mismo se coloc¨® entre Meshal y el sospechoso.
Raghda Mohammed, que trabaja en la tienda de productos infantiles adyacente, dijo que el extranjero rubio ten¨ªa alg¨²n tipo de artilugio pegado a su mano derecha con cinta blanca. "Se aproxim¨® al cuello [de Meshall y o¨ª un bang", declar¨®. Seg¨²n tres testigos, los dos extranjeros huyeron corriendo. Mohammed abu Saif, de 30 a?os, guardaespaldas de Meshal, lleg¨® en ese momento. Corpulento y con entrenamiento en artes marciales, vio la trifulca y ech¨® a correr tras los israel¨ªes. Al doblar la esquina 200 metros m¨¢s all¨¢, los israel¨ªes subieron a un coche de alquiler.
Abu Saif se plant¨® en el centro de la calle y par¨® a un coche que pasaba. Apenas un kil¨®metro despu¨¦s, el veh¨ªculo perseguido par¨® y los israel¨ªes se bajaron de ¨¦l. Los funcionarios jordanos especulan con que el plan de fuga inclu¨ªa entrar en otro coche. Al salir del veh¨ªculo, el rubio ya no ten¨ªa el artilugio pegado a su mano, y el arma no ha sido recuperada.
Hubo un nuevo forcejeo hasta que un hombre de la multitud que les rodeaba dijo que era un oficial de seguridad. Juntos, los dos jordanos metieron a los dos contusionados israel¨ªes en un taxi y les llevaron a la comisar¨ªa.
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