"Mass" Felipe y el botafumeiro
Como en las cartas, la noticia estaba en la postdata. Desaparec¨ªa el candidato Gonz¨¢lez. Nac¨ªa un nuevo mass media llamado Felipe.?Por qu¨¦ en Ourense y al final de un mitin que parec¨ªa de tr¨¢mite, cuando los periodistas enfund¨¢bamos la herramienta y Abel Caballero lanzaba la primera rosa como un conjuro contra las meigas de los sondeos? Result¨® todo tan espont¨¢neo que s¨®lo pod¨ªa ser intencionado. El truco de un comunicador al remate de su talking-show. Los colegas desenfundaron el m¨®vil. La apostilla era el titular.
Las elecciones gallegas son siempre como una pel¨ªcula de Hitchcock. Transcurren en mitad de una escalera, pero esa escalera es la de incendios. Parece que no, pasa nada hasta que surge el McGuffin, el elemento de suspense. El d¨ªa anterior, Fraga hab¨ªa destapado un McGuffin. Prepar¨¦monos ya para las generales. Felipe, en su postdata, despej¨® una inc¨®gnita clave pero cre¨® una nueva expectativa. Yo no ser¨¦ el candidato, vino a decir, pero sabr¨¢n de m¨ª en el ciberespacio. Recorrer¨¦ la Espa?a Global con emisiones underground. Y en Ourense, capital gallega de la banda dise?ada, nac¨ªa un nuevo fanzine: Mass Felipe contra el botafumeiro.
Hacienda ha valorado la catedral de Santiago en 2.800 millones. El mundo est¨¢ loco. Valen m¨¢s las patadas de Kiko, un suponer, que el P¨®rtico de la Gloria. Lo que no dec¨ªa el informe es si la valoraci¨®n inclu¨ªa al botafumeiro. Es el gran incensario de la catedral. Impulsado por los tirabuleiros, oscila en la nave central en un espect¨¢culo que pasma a los peregrinos. El botafumeiro es un magn¨ªfico efecto especial de la pel¨ªcula del medievo, pero es tambi¨¦n una met¨¢fora muy usada en Galicia para definir la complacencia y la adulaci¨®n al poder.
La denuncia m¨¢s reiterada por la oposici¨®n es que el Partido Popular ejerce un control casi total sobre los medios de comunicaci¨®n. Estar¨ªamos ante un gran botafumeiro medi¨¢tico, que ahoga en incienso la expresi¨®n cr¨ªtica. Ciertamente, la omnipresencia de los conselleiros inaugurando cosas es tal que los ni?os preguntan, por ejemplo, si Xos¨¦ Cui?a, como Mickey Mouse, pertenece al planeta Disney. La negativa a un debate ante las c¨¢maras ser¨ªa la evidencia de ese estado de cosas. En cuanto a los medios privados, La Voz de Galicia ha denunciado el uso arbitrario de ayudas y publicidad institucional. Seg¨²n Gonz¨¢lez, Galicia ha sido un campo de pruebas y ese modelo se trata de imponer en toda Espa?a. "A nosotros se nos acusa de haber intervenido [en los medios], pero lo cierto es que todo el espectro de la comunicaci¨®n va del centro a la derecha. Pero eso no les resulta suficiente. Quieren la fidelidad absoluta. Son insaciables".
El p¨²blico hab¨ªa ido a un mitin de Gonz¨¢lez y se encontr¨® con mass Felipe en hora de prime-time. Con la audiencia entregada, la contraprogramaci¨®n fue todo un ¨¦xito. Y es que no es frecuente ver a un ex presidente hablando de pol¨ªtica como quien tararea el Paseo por el lado bestia de la vida de Albert Pla. Estuvo mordaz, especialmente cuando relat¨® en tono c¨®mico una reuni¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Rodrigo Rato, Pedro J. Ram¨ªrez y Juan Villalonga, la v¨ªspera de la boda en Barcelona. Estuvo duro cuando habl¨® de "rebati?a" en la empresa p¨²blica y "caza de brujas" en la Administraci¨®n. Estuvo dur¨ªsimo cuando habl¨® del "asalto" del poder a los medios. Y estuvo divertido, mordaz y dolido cuando habl¨® de Fraga.
"Yo siempre le he tratado con deferencia. Sea prudente, no se equivoque. Como Machado, sigo ligero de equipaje".
A muy poca distancia de all¨ª y a la misma hora, en Carballi?o, Manuel Fraga calzaba implacable espuelas de John Wayne: "?Vamos a arrasar!". En la noche de Galicia, el botafumeiro emit¨ªa en ondas de incienso.
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