Carmen Cervera afirma que las expectativas sobre el Museo Thyssen "se han sobrepasado"
El Principe asisti¨® a los actos de celebraci¨®n del quinto aniversario de la pinacoteca
Ma?ana viernes se cumplen cinco a?os desde que el Museo Thyssen-Bornemisza abriera sus puertas. Desde entonces, m¨¢s de 2.550.000 personas han visitado en el palacio de Villahermosa lo que se considera la colecci¨®n privada de arte contempor¨¢neo m¨¢s importante del mundo. "Todo lo que se esperaba del museo se ha cumplido, y m¨¢s", comenta Carmen Thyssen. "Todo lo que esper¨¢bamos mi marido y yo ha sido sobrepasado". El Thyssen ha sido visitado en estos cinco anos por un promedio de 43.000 personas al mes. "Sobre todo va mucho p¨²blico joven. Es un museo joven, lleno de vida y con una colecci¨®n antiqu¨ªsima y buen¨ªsima" afirma Carmen Thyssen. Los actos de celebraci¨®n del aniversario contaron ayer con la asistencia del Pr¨ªncipe de Asturias y numerosos invitados del mundo de la cultura.
A la celebraci¨®n del quinto aniversario del Museo Thyssen asistieron 200 invitados. El pr¨ªncipe Felipe, que realiz¨® su primera visita oficial a la pinacoteca, lleg¨® media hora antes del comienzo del acto y recorri¨® las salas con los barones; el director del museo, Tom¨¢s Llorens, y el secretario de Estado de Cultura, Miguel ?ngel Cort¨¦s.Un concierto en el que se interpret¨® La ofrenda musical, de Bach, fue el centro del acto. Entre los asistentes estaban Eduardo Chillida, Eduardo Sanz, Alberto Coraz¨®n, Simon Marchan, Soledad Lorenzo, Rosina G¨®mez Baeza, Guillermo de Osma, Eduardo Serra, Benigno Pend¨¢s, Javier Tusell, Francisco Ayala, Francisco Umbral, Carmen Alborch y Jordi Sol¨¦ Tura, que fue el ministro de Cultura que inaugur¨® el museo.
"Me parece mentira que hayan pasado ya cinco a?os, por un lado parece que fue ayer y por otro es como si estuviera aqu¨ª desde hace 200 a?os", reflexiona Carmen Thyssen. "La gente que ha ido a verlo me dice con frecuencia que es un museo con magia, con carisma", afirma con entusiasmo.
Su relaci¨®n con el museo sigue siendo estrecha. "Siempre el ministro de Cultura es el presidente de la fundaci¨®n y yo soy vicepresidenta de por vida. Por lo que siempre estoy y estar¨¦ al tanto de todo lo que suceda con el museo", afirma la baronesa, e insiste en que sigue trabajando para el museo.
A pesar de su relativa novedad, el Thyssen tiene ya una identidad propia. "Es un museo muy vivo. La din¨¢mica hay que conservarla y adem¨¢s es una colecci¨®n que se puede y debe visitar varias veces", dice la baronesa Thyssen.
Para Carmen Thyssen, mujer pr¨¢ctica, uno de los aspectos que le preocuparon desde un principio es el mantenimiento de un edificio por el que pasa mucha gente a diario. "El problema del museo siempre es el mantenimiento", insiste. "Nosotros lo visitamos antes de las obras y no dijimos nada al arquitecto Moneo, porque ¨¦l sab¨ªa perfectamente lo que ten¨ªa que hacer y lo hizo divino. Jam¨¢s me met¨ª en sus planos, pero s¨ª le dije que yo me iba a preocupar de las terminaciones de los suelos y las paredes, porque, naturalmente, no puedes vaciar un museo para pintarlo de nuevo o cambiar los suelos. Tenemos Museo Thyssen para siempre".
Una vez asegurado el funcionamiento de esa maquinaria muse¨ªstica, la baronesa ha centrado su atenci¨®n en el desarrollo de su propia colecci¨®n. La colecci¨®n es una f¨®rmula que les permite seguir adquiriendo obras, ya fuera de todo litigio hereditario, y jugar con la din¨¢mica del museo. "El padre de mi marido coleccionaba s¨®lo arte antiguo, el impresionismo no le interesaba. Mi marido puso el- impresionismo en la colecci¨®n, el posimpresionismo, el expresionismo y la colecci¨®n americana. Y yo he a?adido la exposici¨®n espa?ola en el siglo XIX y XX en la colecci¨®n privada. He a?adido la pintura espa?ola y me encanta, porque hay pintores que no se conoc¨ªan fuera de Espa?a y son maravillosos".
Sobre el futuro de esa colecci¨®n, todav¨ªa no parece haber nada definitivo. "El futuro de mi colecci¨®n no lo s¨¦. Por ahora lo que hago es coleccionar porque, gracias a Dios, me ha entrado el mismo mal que a mi marido. Las compras las hago yo, aunque naturalmente lo discutimos antes. El ¨²ltimo que he comprado es un San Pedro de Simone Martini, del siglo XIII, que dejar¨¦ en dep¨®sito en el museo".
Al hablar del futuro, la baronesa Thyssen parece tener una cosa clara: "Nada puede enturbiar el futuro del Museo Thyssen". "Se ha publicado que hemos tenido alg¨²n problema por cosas que se hicieron sin consultarnos, pero no es as¨ª", afirma. "Todos los papeles est¨¢n en orden, todo bien, no habr¨¢ nada que pueda enturbiar la felicidad de ese museo precioso".
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