Sobre la libertad

El segundo t¨ªtulo dice ¨®pera andaluza de trompetas y tambores: existe el andalucismo y la sonora y bien empastada banda, cuyo momento m¨¢s admirable, para m¨ª, es la interpretaci¨®n del Himno de Riego; pero que en realidad mantienen el fondo y la superficie musical, con tensi¨®n y virtuosismo. El Himno de Riego, o de la Rep¨²blica Espa?ola, viene a cuento porque en esta nueva redacci¨®n de Carmen hay largos y ben¨¦ficos episodios dedicados a la Constituci¨®n de C¨¢diz de 1812, a su defensa por el general Riego y a su ejecuci¨®n -en la horca, en Madrid-, y al sentido de la libertad que predic¨® en la misma Sevilla -los toques de locas campanas recuerdan c¨®mo fue recibido en Triana, y c¨®mo las mujeres la amaron por que a ellas tambi¨¦n las defend¨ªa. Pod¨ªa haber sido, en vez de Carmen, Mariana Pineda la hero¨ªna de la ¨®pera, pero eso nos hubiera llevado a Granada y a otros episodios. En la segunda parte de la obra irrumpe Carmen a toda orquesta -a todo altavoz-; ya se hab¨ªa anunciado con una versi¨®n de la Habanera de Iradier, que Bizet mezcl¨® en su composici¨®n. Y desde el principio est¨¢n, en escena el clavel y la navaja.Lo que importa es el flamenco, las flamencas que lo cantan como Ana Pe?a y Nuria del Roc¨ªo, y los bailaores Lalo Tejeda, Carmen Vega, Marcos Vargas, Antonio Delgado, Amador Rojas. Sobre todo, gust¨® y tuvo los mejores aplausos -as¨ª es la vida, as¨ª el teatro- un caballo blanco, bailar¨ªn digno, montado y educado por Jaime de la Puerta.

Los solistas de corneta y tambor, y la banda entera -la del Sant¨ªsimo Cristo de las Tres Ca¨ªdas-, con los guitarristas, est¨¢n sosteniendo un clima musical bello y aut¨¦ntico: sevillano y mundial. Todo es, claro, creaci¨®n de Salvador T¨¢vora, creador de La Cuadra de Sevilla: su sentido del espect¨¢culo, su vocaci¨®n por la m¨²sica y su sevillanismo le han dado siempre un brillante car¨¢cter peculiar en el mundo del espect¨¢culo.

Ovaciones y v¨ªtores: no deslindo los que se dedicaron al sonido de la banda y al Himno de Riego y los que eran para las deblas y los martinetes y las buler¨ªas y las soleares y los campanilleros y... Todo el cante. Un gran ¨¦xito.