Rusia espera 600.000 millones de pesetas de inversi¨®n exterior este a?o
Invertir en Rusia sigue siendo una empresa llena de riesgos que echa para atr¨¢s a muchas firmas extranjeras. Por ello, el primer ministro, V¨ªktor Chernomirdin, est¨¢ empe?ado en crear un marco legal y pr¨¢ctico m¨¢s estable. El propio Chernomirdin acaba de pronosticar un boom en llegada de capital exterior, apoyado en los signos de recuperaci¨®n de la econom¨ªa. La inversi¨®n extranjera directa en Rusia ascender¨¢ este a?o a 4.000 millones de d¨®lares (600.000 millones de pesetas), y a 7.000 millones en 1998.
Dirigentes de grandes empresas, sobre todo europeas y norteamericanas, exponen, estos d¨ªas sus preocupaciones en el marco de una reuni¨®n del Consejo Consultivo sobre Inversiones Extranjeras, en el que participan varios ministros del ¨¢rea econ¨®mica y altos ejecutivos de sectores en los que hay m¨¢s posibilidades para la participaci¨®n exterior, como el petrolero.Ha sido este foro el elegido por Chernomirdin -hoy se enfrenta a una moci¨®n de confianza en la Duma (C¨¢mara Baja)- para pronosticar que este a?o la inversi¨®n extranjera directa en Rusia ascender¨¢ a unos 4.000 millones de d¨®lares (unos 600.000 millones de pesetas), casi la mitad de la recibida en total desde 199 1, pero muy por debajo todav¨ªa de lo calculado para 1998: 7.000 millones.
Para -el primer ministro, la inversi¨®n extranjera es parte fundamental de su estrategia para lograr una efectiva recuperaci¨®n econ¨®mica que, por primera vez desde la ca¨ªda del comunismo, hace seis a?os, parece una posibilidad real.
El presupuesto, que sufre un tormentoso recorrido por el Parlamento, prev¨¦ ya un aumento del producto interior bruto para 1998 por encima del 2% y una inflaci¨®n de entre el 5% y el 7%. Nada espectacular si se consideran las cifras de la Uni¨®n Europea, pero algo casi incre¨ªble si se tiene en cuenta que, hace apenas cuatro a?os, los precios sub¨ªan a un ritmo del 1.000% anual y la producci¨®n ca¨ªa en un 50% en seis a?os.
Estados Unidos, Suiza, Holanda, el Reino Unido y Alemania son los principales pa¨ªses inversores en Rusia, a donde el gran capital extranjero sigue mirando con recelo, posiblemente asustado por la ausencia de unas reglas de juego claras, la inseguridad jur¨ªdica y la omnipresencia de un crimen organizado empe?ado en sacar tajada de la mayor parte de los negocios que se hacen en el pa¨ªs.Ahora mismo, se dan dos casos que demuestran hasta qu¨¦ punto puede ser problem¨¢tico invertir en el pa¨ªs que recogi¨® la herencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Un banquero norteamericano e origen ruso, Bor¨ªs Jordan, que preside el grupo financiero Rennaisance, ha visto como le espojaban a su salida del pa¨ªs de un visado m¨²ltiple, sin que se ofreciera una explicaci¨®n coherente de los motivos.Guerra entre banqueros
Lo m¨¢s probable es que haya sido v¨ªctima de una guerra entre banqueros que tiene como principales protagonistas al presidente de Oneximbak, el ex viceprimer ministro VIad¨ªmir Potanin, y el magnate y viceconsejero de Seguridad Nacional, Bor¨ªs Berezovski, enfrentados por la marcha del proceso de privatizaciones.
Seg¨²n Berezovski, Jordan tiene acceso a "informaci¨®n exclusiva y secreta sobre las finanzas y la defensa" de Rusia. El propio Chenomirdin ha tenido que salir al paso para asegurar que este caso no debe asustar a los inversores extranjeros, que est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n inmediata y que "no volver¨¢ a ocurrir algo parecido".
Otro ejemplo: el grupo canadiense IMP, que invirti¨® 60 millones de d¨®lares en un hotel moscovita de cinco estrellas, el Aerostar, del que posee el 50% de las acciones, ha denunciado una campa?a de acoso que incluye la deportaci¨®n de dos de sus directivos y el hostigamiento policial a varios m¨¢s. En opini¨®n de IMP, la situaci¨®n es resultado de su rechazo a un intento de control por parte de sus socios rusos.
Un bal¨®n de ox¨ªgeno
Muchos pa¨ªses del antiguo bloque socialista e incluso de la URSS, por no hablar de China, resultan m¨¢s atractivos todav¨ªa para los inversores extranjeros que Rusia. Pero el Gobierno ruso est¨¢ dispuesto a que las cosas cambien a mejor.Por eso, Chernomirdin acaba de prometer que se har¨¢ todo lo posible para mejorar las condiciones para la entrada de capital extranjero. "Por supuesto" ha se?alado, "el documento m¨¢s importante es el c¨®digo fiscal, que necesitamos tanto como el aire para respirar".
Este cuerpo legal, que el Gobierno confiaba en tener aprobado para finales de a?o, se enfrenta a una seria oposici¨®n en la Duma, controlada por comunistas y nacionalistas, y ya tiene m¨¢s de 500 enmiendas que prometen una larga tramitaci¨®n y una fuerte disputa parlamentaria.
Chernomirdin intenta tambi¨¦n que las inversiones extranjeras se dirijan hacia las regiones y que no se concentren s¨®lo en Mosc¨².
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