Un libro sobre Fidel Castro da emoci¨®n a la primera jornada de la Feria de Francfort
Los editores espa?oles celebran algunos de los recientes premios literarios
Los editores espa?oles juran y perjuran cada a?o que en la Feria de Francfort ya no se compran ni se venden derechos. Los acuerdos, aseguran, se alcanzan durante todo el a?o. Pues bien, ayer, a las pocas horas de que abriera sus puertas ya se puso en marcha la terror¨ªfica serpiente que conmociona a los editores: hay un libro de o sobre, seg¨²n distintas versiones, Fidel Castro que se vender¨¢ por millones de d¨®lares en muchos pa¨ªses. La feria empieza con pron¨®sticos de los futuros best sellers y con un adelanto tecnol¨®gico que permitir¨¢ tener bajo control el tema de los derechos de autor en la era electr¨®nica.
Para unos se trata de una larga entrevista con el presidente cubano al estilo de las que se publicaban en Espa?a sobre el re, Juan Carlos (Jos¨¦ Luis de Vilallonga) o de la reina (Pilar Urbano). Dicen que ha circulado un proposal (explicaci¨®n y promoci¨®n del texto) con preguntas que se har¨¢n hipot¨¦ticamente a Castro. Los m¨¢s esc¨¦pticos afirman que ni siquiera el pol¨ªtico cubano tiene conocimiento del tal proposal.El libro, seg¨²n los m¨¢s convencidos, tiene nombre y apellido: Louis Nevaer, un mexicano especialista en temas econ¨®micos latinoamericanos. Es una "biograf¨ªa autorizada por el Gobierno cubano" (sic), que cuenta la vida del veterano l¨ªder. El tema es tan importante, afirman los "Interesados, que el mism¨ªsimo ministro de Cultura cubano estar¨¢ hoy en la feria para negociarlo.
Otro libro secret¨ªsimo y presuntamente bestsellir¨ªsimo es la novela Lazarus Child, la vocea el agente literario brit¨¢nico Christopher Little, y dicen que dice que va a ser "lo m¨¢s". Pese al misterio con que se maneja el asunto quien m¨¢s y quien menos ya ha le¨ªdo una copia del original. Aborda el asunto de un ni?o en coma y c¨®mo logra salir de ¨¦l. "Es para aburrir a las ovejas", explic¨® un editor. "Ni emoci¨®n, ni intriga, ni nada de nada", dijo otro. A un tercero, en cambio, no le importaba llevarse el gato al agua. Le pareci¨® interesante. Ya se ver¨¢.
Los corrillos espa?oles de la feria no pararon ayer de comentar la "buena suerte" de la muy recientemente abierta agencia literaria de M¨®nica Mart¨ªn (ex jefa de prensa de Anagrama) y, Silvia Bastos (ex editora de Planeta): uno de sus primeros fichajes, el joven escritor Juan Manuel de Prada, es el premio Planeta 1997. "Esto es llegar y besar al santo".
Tambi¨¦n Jorge Herralde, director de Anagrama y ex jefe de M¨®nica Mart¨ªn, estaba de enhorabuena. Una de las escritoras que ha contratado, Araundhati Roy (india de Kerala), acaba de ganar el prestigioso Booker Prize brit¨¢nico. La noticia se supo en los primeros minutos de la madrugada de ayer y los editores europeos de Roy no paran de celebrarlo. Anagrama publicar¨¢ en febrero o marzo de 1998 El dios de las peque?as cosas, en coedici¨®n catalana con Emp¨²ries. Para mayor regocijo de Herralde (dicen sus competidores la suerte de los toreros), Araundhati Roy est¨¢ estos d¨ªas en Francfort.
Aseguran los que m¨¢s entienden de las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de edici¨®n que la noticia m¨¢s importante de la feria ha sido la presentaci¨®n, anteayer a los distribuidores y ayer a los editores, del Doi, un t¨¦rmino que nos va a ser muy familiar en los pr¨®ximos meses. El Digital Object Identificator es un n¨²mero de identificaci¨®n de un producto o de cualquiera de sus partes (un libro, un cap¨ªtulo, un art¨ªculo, una imagen, una bibliograf¨ªa, un clip de sonido, un v¨ªdeo ... ) que permite su rastreo en cualquier parte del sistema web. A partir de una radical protecci¨®n de los derechos de autor, el Doi permitir¨¢ la absoluta comercializaci¨®n de los productos en las redes electr¨®nicas. "Es como la piedra filosofal o el huevo de Col¨®n de los medios electr¨®nicos", explic¨® Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n, que ha asistido en representaci¨®n de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a.
Un localizador
El Doi ha sido creado por la Asociaci¨®n de Editores de EE UU, la Uni¨®n Internacional de Editores y la Asociaci¨®n de Editoriales Cient¨ªficas, T¨¦cnicas y M¨¦dicas. ?C¨®mo funciona? Las mencionadas asociaciones han creado la Fundaci¨®n Doi, a la que los interesados pueden suscribirse mediante el pago de 1.000 d¨®lares. A cambio, sus productos para las redes electr¨®nicas reciben un prefijo que se a?ade al c¨®digo del usuario. Una gigantesca base de datos pone en relaci¨®n el localizador (Doi) con la informaci¨®n del copyright. Las editoriales podr¨¢n saber instant¨¢neamente, gracias a este sistema, si una de sus obras ha sido llamada para ser impresa, publicada, copiada o clasificada."?Usted est¨¢ interesado en obtener a trav¨¦s de Internet una copia de tal o cual art¨ªculo cient¨ªfico y hacer 20 fotocopias para repartir a sus alumnos?" Muy sencillo. Podr¨¢ hacerlo mediante el pago de una tarifa, explicaron ayer.
Algunos de los presentes en la reuni¨®n, entre los promotores del Doi y los editores, se preguntaron por la viabilidad de otros localizadores. "El Doi es el ¨²nico orientado al comercio electr¨®nico", fue la respuesta. Hay bastante unanimidad en que ¨¦ste va a ser el sistema de identificaci¨®n universal. Un grupo piloto de editoriales norteamericanas y europeas est¨¢ ya trabajando con ¨¦l: 60.000 art¨ªculos han sido puestos bajo este registro y parece que la f¨®rmula funciona.
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