Cohabitacion polaca

POLONIA ES uno de los pa¨ªses poscomunistas que m¨¢s motivos de satisfacci¨®n pueden tener por su transici¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica. Es un Estado que ha salido r¨¢pidamente de la miseria en que hab¨ªa quedado sumido en las ¨²ltimas d¨¦cadas de socialismo real. Y posee un s¨®lido sistema democr¨¢tico en el que existe un consenso muy amplio respecto a las reglas del juego pol¨ªtico.Con el nombramiento de Jerzy Buzek como jefe del -nuevo Gobierno de centro-derecha salido de las elecciones del mes pasado, Polonia confirma su plena normalidad democr¨¢tica, reforzada ahora al inaugurar un periodo de cohabitaci¨®n entre un presidente socialista, Kwasniewski, y un Gobierno de coalici¨®n de la derecha, organizada bajo las siglas del antiguo sindicato Solidaridad y los liberales de la Uni¨®n para la Libertad.

El presidente Kwasniewski ha demostrado de nuevo que es un jefe de Estado con plena voluntad democr¨¢tica, y que carecen de base las sospechas sembradas por su militancia comunista bajo el anterior r¨¦gimen. La elecci¨®n de Buzck, un profesor de qu¨ªmica, como jefe del Gobierno parece una f¨®rmula de compromiso entre la derecha liderada por Marian KrzakIewski, ideol¨®gicamente muy condicionada por el clericalismo y un estatalismo nacionalista, y los liberales del Balcerowicz, gran protagonista de la reforma econ¨®mica polaca. KrzakIewski, vencedor de las elecciones con sus 202 esca?os -en un Parlamento de 460-, ha renunciado a presidir el Gobierno y parece disponerse a dirigirlo desde la jefatura del grupo parlamentario. La presencia de Balcerowicz en el Ejecutivo es una garant¨ªa de que las tentaciones derechistas de Solidaridad no dominar¨¢n la pol¨ªtica polaca en estos a?os en que se prepara para ingresar en la OTAN y en la Uni¨®n Europea. Pese a los dislates ret¨®ricos de la campa?a electoral, Polonia es, quiz¨¢ por primera vez en largo tiempo en su historia, un ejemplo de realismo pol¨ªtico.