Adviento de la luz
La ¨²ltima exposici¨®n de Palazuelo (Madrid, 1916) no necesita t¨ªtulo, ni siquiera para quienes no conocen o apenas su amplia trayectoria art¨ªstica, ni que, durante los ¨²ltimos a?os, ¨¦sta ha alcanzado un grado de intensidad sobrecogedora. Lo que est¨¢ haciendo salta a la vista porque es pura luz: una iluminaci¨®n. Quien ahonda en el sentido de las cosas, con una atenci¨®n concentrada, dando la espalda a la algarab¨ªa mundana, encuentra, en el fondo, un meollo de luz. Se trata de un hallazgo art¨ªstico que parad¨®jicamente supera lo que entendemos por arte. Y es que el arte te lleva a otra cosa -la luz- o no te lleva a ninguna parte.No es un camino f¨¢cil y, a¨²n menos, reducible a un formulario. Es una peregrinaci¨®n a fondo. Excavar por entre los subterr¨¢neos, que sostienen el precario orden geol¨®gico y antropol¨®gico donde arraigamos, exige atravesar oscuridades y espejismos, sin duda, pero, sobre todo, requiere discernir las leyes que organizan el caos y la misma luz negra de lo diab¨®lico, que es lo desunido, lo asim¨¦trico, lo impar, lo sin correspondencia. Sin esta peregrinaci¨®n ¨®rfica a las entra?as de la materia, que Palazuelo ha hecho sin que le temblara el pulso, no se puede, porque no se sabe, como ahora manifiesta, hacer resbalar la luz por el canto superior de un intrincado laberinto.
Las esculturas, en aluminio y hierro pulido, soportan o sostienen la trama formal surgida desde las entra?as, elevando los arcanos materiales inferiores, cual en un ascensor vertical, y disponi¨¦ndolos, a diferentes alturas, por la. superficie. Toda esta construcci¨®n, que repite por lo alto lo hallado en lo bajo, dibuja en su pulida estructura terminal la grafia de Palazuelo, pero, y esto es lo deslumbrante, resultando s¨®lo visible mediante el reflejo de la luz. Palazuelo edifica as¨ª su trama luminosa: el matrimonio art¨ªstico del cielo y el infierno. ?Qu¨¦ libertad! ?Qu¨¦ emocionante arrojo el de este Palazuelo de las interrogaciones ¨²ltimas, esenciales! ?Qu¨¦ belleza m¨¢s sutil e implicable la de cualquiera de los signos y formas que reparte en cualquiera de las obras de esta exposici¨®n! Si hubiera que ponerle un t¨ªtulo, no. lo dudar¨ªa: adviento de la luz.
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