La escultura espa?ola de los anos ochenta es analizada a trav¨¦s de la obra de doce artistas

Los a?os ochenta pueden parecer a¨²n demasiado recientes para ser objeto de una visi¨®n hist¨®rica, pero, por diversos motivos, el arte espa?ol de esa etapa ha adquirido ya ciertas perspectivas que permitense?alar las l¨ªneas dominantes en ese periodo. Ana V¨¢zquez de Parga, comisaria de la exposici¨®n Escultura espa?ola actual, que presenta la galer¨ªa Marlborough en Madrid, considera que, a diferencia de la pintura de esa ¨¦poca, la escultura no sucumbi¨® sin condiciones a la mooda internacionalista, sino que mantuvo los lazos con los grandes escultores espa?oles del pasado.

La exposici¨®n que se presenta en Madrid, hasta el 22 de noviembre, es la continuaci¨®n de Ra¨ªces de la escultura espa?ola contempor¨¢nea, organizada y presentada en la galer¨ªa Marlborough en noviembre del a?o pasado. "Esta muestra tiene mayor sentido en relaci¨®n con la anterior", explica la comisaria, Ana V¨¢zquez de Parga. Si en la primera se revisaba a los grandes artistas y movimientos de la primera mitad del siglo hasta los a?os sesenta, la actual se divide en dos partes: El paso a los ochenta. A la sombra de los movimientos conceptuales, con obras de Sergi Aguilar, Miquel Navarro, Eva Lootz, Adolfo SchIosser y Carlos Pazos; y Los nuevos lenguajes de los ochenta, con piezas de Andr¨¦s Nagel, Francisco Leiro, Susana Solano, Txomin Badiola, Jaume Plensa, Cristina Iglesias y Juan Mu?oz."Hay una l¨ªnea coincidente con la exposici¨®n anterior "' contin¨²a V¨¢zquez de Parga. "Destaca sobre todo el rigor de los artistas y sus planteamientos pl¨¢sticos. Los a?os ochenta, que ofrecieron una primera impresi¨®n algo ca¨®tica, pueden ser vistos hoy con mayor claridad, gracias a la calidad y variedad de las propuestas. He procurado ser rigurosa yo tambi¨¦n en la selecci¨®n, y han sido escogidos aquellos artistas que, a mi criterio, marcaron un despegue de la escultura en esos a?os. He tenido que dejar fuera algunas manifestaciones importantes como los performances o el grupo Zaj, en favor de unos artistas que transmitieron las ideas del conceptualismo a sus piezas, en un lenguaje nuevo".

Variedad y coherencia

La exposici¨®n ofrece un panorama variado pero coherente, en el que los materiales utilizados crean un juego de relaciones. "Yo pod¨ªa haber hecho una exposici¨®n totalmente distinta, aun con obras de estos mismos autores, pero he preferido elegir las piezas que no s¨®lo fueran arm¨®nicas entre s¨ª, sino que muestren las caracter¨ªsticas principales de cada uno", explica la comisaria. "Los materiales utilizados han sido una parte fundamental de la investigaci¨®n de estos artistas. Se destruye la tradici¨®n invirtiendo t¨¦rminos y relaciones, como lo que hace Lootz al solidificar lo l¨ªquido. La exposici¨®n muestra obras dif¨ªciles en ese sentido, pero la comunicaci¨®n entre ellas convierte el conjunto en algo elegante".Si durante los a?os ochenta la pintura espa?ola s¨®lo parec¨ªa tener ojos para lo que suced¨ªa en los grandes centros internacionales del arte, la escultura mantuvo los lazos con los artistas espa?oles que le antecedieron, sin renunciar a los postulados de las tendencias dominantes. Como dice en el texto del cat¨¢logo de esta muestra el cr¨ªtico Francisco Calvo Serraller: "Si la pintura fue el medio de expresi¨®n caracter¨ªstico del arte tradicional espa?ol, la escultura se ha ido convirtiendo en el medio de expresi¨®n caracter¨ªstico del arte espa?ol contempor¨¢neo".

Para V¨¢zquez de Parga, esta ¨®ptica ha sido su principal argumento. "En la escultura de los ochenta hay un sedimento hisp¨¢nico m¨¢s acentuado que en la pintura", afirma V¨¢zquez de Parga. "Y no s¨®lo en los materiales utilizados, con fuerte presencia del hierro y la madera. Francisco Leiro, por ejemplo, encaja dentro de la tradici¨®n gallega de la talla en madera y tambi¨¦n en la corriente del neoexpresionismo alem¨¢n de esos a?os. Miquel Navarro muestra un claro antecedente en ?ngel Ferrant, por la meticulosidad de sus piezas. Quiz¨¢ otros, como Eva Lootz, s¨ª mantuvieron una relaci¨®n m¨¢s estrecha con el arte norteamericano".

Estos artistas muestran una doble vertiente, con la mirada hacia afuera y hacia dentro. "Hubo una ruptura, pero no es dif¨ªcil reconocer ciertos hilos conductores como los que unen a Oteiza con Badiola, a SchIosser con Ferrant, a Susana Solano y Sergi Aguilar con Julio Gonz¨¢lez".

"El eclecticismo responde a un cambio interno, a la destrucci¨®n del espacio y del objeto, quiz¨¢ con la voluntad de construir despu¨¦s algo distinto que todav¨ªa no ha tomado forma explica. "Estos mismos artistas han cambiado bastante despu¨¦s, pero curiosamente no hay una generaci¨®n posterior que los haya desbancado. Siguen estando en primera l¨ªnea".