Ning¨²n puerto del Mediterr¨¢neo regenera las playas que destruye
Trasvasar la arena retenida en los diques cuesta 30 millones al a?o
Ninguno de los puertos del litoral Mediterr¨¢neo cumple con la obligaci¨®n de restaurar la arena de las playas que destruye. Si las instituciones adoptaran una postura exigente, podr¨ªan retirar las concesiones, asegur¨® ayer el subdirector general adjunto de Costas, Carlos Pe?a. El Estado invierte cada a?o m¨¢s de 15.000 millones en regeneraci¨®n de playas y costas, por los "desaguisados portuarios y urban¨ªsticos",seg¨²n Pe?a. El coste de reparar la arena de las playas por el impacto mar¨ªtimo de cada puerto es de 30 millones anuales.
El efecto invernadero en el litoral espa?ol es despreciable. Mil¨ªmetro m¨¢s o mil¨ªmetro menos la elevaci¨®n del nivel del agua no es relevante en las costas del Mediterr¨¢neo o el Atl¨¢ntico sur. En cualquier caso, su impacto ser¨ªa desigual en funci¨®n de las elevaciones o depresiones de los puntos del litoral costero donde se ha hecho un seguimiento puntual. En eso hay unanimidad de criterios entre ponentes y asistentes a una jornadas sobre Erosi¨®n Costera y Protecci¨®n de la Costa que se celebran entre ayer y hoy en Madrid.Para el subdirector adjunto de Costas, Carlos Pe?a Mart¨ªnez, m¨¢s relevante que el efecto invernadero es la acci¨®n "depredadora de los urbanistas, los ingenieros ingeniosos y los promotores de urbanizaciones".
Pe?a no teme las acusaciones de "provocador" que le lanzan' sus propios colegas, cuando expone una tras otra las muestras de depredaci¨®n costera en el litoral espa?ol, especialmente el Mediterr¨¢neo; desde el Maresme a Barcelona, Castell¨®n, la costa norte de Valencia... a la misma costa del Sol. Desde la d¨¦cada de los -sesenta, este litoral ha sido v¨ªctima de la fiebre de puertos deportivos y urbanizaciones "en primera l¨ªnea de playa", objetivos incompatibles ambos si no se hacen con planificaci¨®n.
En este litoral, el mar renueva constantemente la arena de las playas por una corriente de norte a sur. En cuanto se construye un puerto con su espig¨®n correspondiente quiebra esa corriente y provoca la acumulaci¨®n de arena, llegando en ocasiones a obstaculizar el acceso al puerto. La costa del otro lado, a la que se ha interceptado el paso de la corriente, ve menguar sus playas hasta su desaparici¨®n total.
La ¨²nica manera de regenerarlas es trasvasar cada a?o la arena que se acumula tras los espigones a las playas que la han perdido. Esa tarea cuesta 30 millones de pesetas al a?o y figura en las obligaciones estipuladas en las concesiones de usos portuarios. Pero nadie lo hace, seg¨²n Pe?a. Es su departamento o los contribuyentes del interior, entre ellos los naturales de su pueblo, Espinosa de los Monteros en Burgos, los que tienen que aportar parte de su dinero para destinarlo a regenerar las playas bonitas con arena a ser posible dorada o blanca.
"Arreglamos cosas que nunca ten¨ªan que haberse hecho", insiste Pe?a, quien recalca que el impacto de los puertos en las playas no depende de su tama?o, sino de su ubicaci¨®n.
En algunos casos ese impacto se hace irreversible, como el espig¨®n construido por los portugueses en la desembocadura del Guadiana, que ha provocado la desaparici¨®n de las playas en Isla Canela (Huelva). En otros -Torremolinos (M¨¢laga), Benidorm Alicante)- se recupera gracias a enormes sumas de dinero invertidas en la aportaci¨®n anual de arena.
Ese problema no afecta al litoral Cant¨¢brico por motivos geogr¨¢ficamente disuasorios; los cinco metros de desplazamiento de las mareas y una menor presi¨®n urban¨ªstica para construir junto al mar.
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