Tom¨¢s Segovia recobra en su poes¨ªa la larga memoria del exilio
Si el paseante tiene tiempo y atisba los ventanales del Caf¨¦ Comercial, en la madrile?a glorieta de Bilbao, es posible que distinga a¨²n el perfil de un poeta. Tom¨¢s Segovia (Valencia, 1927), al que estos d¨ªas rinde homenaje la Residencia de Estudiantes, escribe en el Caf¨¦. Mexicano en Espa?a y espa?ol en M¨¦xico, su extensa obra, en la que destaca la m¨¢s exquisita poes¨ªa amorosa, transita por un territorio propio, construido por un n¨®mada que canta: "De una mirada huyo que me huye y los ojos le busco a una ceguera". El escritor leer¨¢ hoy sus poemas en la Residencia de Estudiantes.
Dice Tom¨¢s Segovia que no hab¨ªa cumplido los 10 a?os cuando estamparon en su pasaporte debajo de la fotograf¨ªa: "Exiliado pol¨ªtico". De su exilio m¨¢s antiguo no guarda memoria. Estuvo refugiado en Par¨ªs hasta el final de la guerra, cuando su abuela se reuni¨® con ¨¦l en la frontera y viaj¨® a Casablanca con toda la familia. "Un lugar del que, como se ve en la pel¨ªcula de Bogart, era muy dif¨ªcil salir".
Lograron hacerlo en barco y despu¨¦s de una traves¨ªa de un mes arribaron a Nueva York. "Nos llevaron a Staten Island, pero como ten¨ªamos los papeles en regla nos dejaron continuar el viaje. Lo malo es que no ten¨ªamos nada y volvimos a la c¨¢rcel para pedir, por favor, que nos tuvieran all¨ª hasta que saliera un barco para M¨¦xico, donde nos esperaba mi padre", recuerda.
Un verdadero gueto
Segovia conoci¨® entonces otro exilio, el de los espa?oles refugiados, "un verdadero gueto". Colegio para espa?oles, con maestros espa?oles y partidos de f¨²tbol en el patio a la espera del triunfo de Ias democracias". El gueto se fue disolviendo con las esperanzas de volver y Segovia se enfrent¨® a la tradici¨®n familiar de la medicina llamado por su vocaci¨®n literaria.Fue publicando poemas en revistas -el primero de ellos en una efimera publicaci¨®n de Juan Marichal- y compuso su primer libro. De la mano de Carlos Fuentes lleg¨® a dirigir la prestigiosa Revista mexicana de literatura, pero Tom¨¢s Segovia mantuvo su inquebrantable franqueza intelectual ante alg¨²n personaje demasiado acostumbrado a los elogios, lo que le cost¨® perder todo lo que hab¨ªa conseguido. Volvi¨® entonces a su nomadismo vital y vivi¨® en Uruguay, Estados Unidos y Francia, hasta que Octavio Paz le llam¨® para ocuparse de la redacci¨®n de Plural. Fue tambi¨¦n fundador, a distancia, de Vuelta.
En 1976 no pudo resistir la curiosidad y regres¨® a Espa?a. Lo que ve¨ªa en la calle le- "agred¨ªa constantemente", y no aguant¨® m¨¢s de tres meses, en los que escribi¨® un libro inolvidable: Cuadernos del n¨®mada. Tampoco pudo en 1979, aprovechando un a?o sab¨¢tico, y s¨®lo estuvo seis meses. Pero volvi¨®, poco a poco, y se refugi¨® en el Comercial. Enemigo de pompas, atento a los Personajes mirando una nube -otro de sus libros-, ha pasado una "situaci¨®n econ¨®mica precaria", hasta que ahora, a los 70 a?os, un grupo de fervorosos lectores de su poes¨ªa le rinde un homenaje a su pesar.
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