P¨¢nico
Oigo en la ABC (Peter Jennings) que se ha acabado la era de Asia. Y acababa de empezar. "Poco. dura la alegr¨ªa en la casa del pobre", se dec¨ªa en los folletines. El caso es que mientras el presidente chino est¨¢ con Clinton, las bolsas asi¨¢ticas se hunden; y arrastran, dicen, las del mundo. Una versi¨®n es la de que Estados Unidos ha querido ayudar a Hong Kong con el d¨®lar y que Wall Street se ha visto envuelto en la ca¨ªda y en el p¨¢nico general. Parece que. con Asia caen en todo el mundo los peque?os ricos, los burguesitos del peque?o ahorro, las viudas, los pensionistas. Oigo todas las emisoras que puedo y que entiendo y, salvo los optimistas temibles que hunden a las naciones con su sonrisita tonta y sus eufemismos, que llaman a esto "una correcci¨®n", nadie entiende por qu¨¦ pasa. Hablo de los expertos, lo que refuerza mi teor¨ªa de la fragilidad de las ciencias econ¨®micas. Y nadie puede prever lo que pasar¨¢ hoy, despu¨¦s de las tragedias de ayer. Me atrevo a pensar por algunos momentos que nadie de los que dirigen saben nada d¨¦ nada: no supieron ver la ca¨ªda del muro y la disoluci¨®n del comunismo en polvillo, y no saben de d¨®nde sale este p¨¢nico. Algunos, pienso, lo sabr¨¢n: pero no lo dicen. Ya que la sospecha es libre, entre el silencio de los expertos anonadados, se puede pensar que alg¨²n gran poder ha querido corregir el auge asi¨¢tico y la afluencia del peque?o ahorro, y se le ha ido la mano. 0 no se le ha ido y sonr¨ªe en la oscuridad ante este cataclismo "hist¨®rico". Pongo entre comillas lo de hist¨®rico porque es un adjetivo que se emplea en el lenguaje mundial actual s¨®lo para indicar que no hab¨ªa sucedido antes. La norma, ahora, es el Guiness: ha sustituido libros sagrados y doctrinas pol¨ªticas.En la historia hubo, en efecto, un d¨ªa burs¨¢til capital, en los Estados Unidos de 1929, y fue hist¨®rico: precipit¨® los fascismos de todas clases como ¨²ltima defensa de la derecha, acab¨® con el capitalismo que se llamaba salvaje (?lo hubo civilizado alguna vez?), produjo a Roosevelt y sus intentos socializantes -en efecto, lleg¨® a un cierto bienestar-, y as¨ª se lleg¨® a la "correcci¨®n" hist¨®rica de la Segunda Guerra Mundial. Roosevelt no vio el final, y su heredero Truman comenz¨® a restaurar el capitalismo salvaje: ha tardado muchos a?os, pero ha vuelto a funcionar en el mundo. Esta crisis asi¨¢tica puede ser una de sus consecuencias: pero dudo mucho de que llegue a producir historia. Como no sea para Asia y para los aprendices de capitalistas que se van a ver arruinados.
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