Colorete
No pienso caer en la trampa del pron¨®stico, esa ruleta rusa que casi siempre te explota -?bum!- en las narices. Todos sabemos que los partidos que el Bar?a juega en el estadio Santiago Bernab¨¦u siempre son de pron¨®stico reservado, as¨ª que pies quietos y cuerpo a tierra. Hablar¨¦, eso s¨ª, de un detalle de superioridad objetiva del F. C. Barcelona sobre el Real Madrid: los colores.Basta observar el uniforme de ambos equipos para darse cuenta de la superioridad crom¨¢tica de lo azulgrana sobre lo blanco. Ya s¨¦ que el blanco es la suma de los colores del espectro solar pocos segundos antes de descomponerse, pero ?qu¨¦ soserial
Para dibujar a un jugador del Madrid, un ni?o s¨®lo necesita un rotulador negro mediante el cual establecer la silueta de la camiseta y escribir el nombre del patrocinador de turno. Con un jugador del Bar?a, en cambio, deber¨¢ recurrir a tres rotuladores: el negro, el azul y el grana.
?Quieren m¨¢s pruebas de la inferioridad policroma del merengue respecto del cul¨¦? Blanca es la p¨¢gina en blanco que el escritor contempla con horror. Blanca es la caspa del acad¨¦mico que, tel¨¦fono en mano, conspira contra sus semejantes. Blanco es el vestido de la incauta novia que comparece ante el altar sin saber que su novio es, entre otras cosas, un futuro ad¨²ltero evasor de impuestos.
Y cuando nos quedamos sin ideas ni puntos de referencia mentales, ?acaso no decimos que nos hemos "quedado en blanco"? Del sustantivo blanco viene una expresi¨®n verbal tan desagradable y corrupta como blanquear dinero. ?Y qu¨¦ malos eran los Hombres Blancos de las pel¨ªculas del oeste pol¨ªticamente correctas!
Los colores del Bar?a, en cambio, no sirven para casi nada pero la hermosa combinaci¨®n de azul y de grana ha dado lugar a una nueva realidad crom¨¢tica conceptualmente compleja: lo azulgrana. Aplicada al uniforme futbol¨ªstico, produce en los madridistas una sensaci¨®n de animadversi¨®n similar a la que experimenta ese toro enamorado de la luna cuando- contempla el capote de un torero dispuesto a fulminarlo con una estocada directa en el l¨ªmite del ¨¢rea de castigo.
A nivel filos¨®fico, lo azulgrana es un estado del alma, una condici¨®n an¨ªmica -y a veces metaf¨ªsica- tan dif¨ªcil de describir con palabras como la fe cat¨®lica, el sabor de los calamares a la romana o el pensamiento pol¨ªtico de Esperanza Aguirre.
Hay muchas teor¨ªas sobre esta elecci¨®n de tintes para identificar al barcelonismo. Que si corresponden al escudo del cant¨®n suizo en el que naci¨® el Gran Gamper. Que si se inspiran en la original bandera de Mongolia. Que si fueron propuestos por un extraterrestre dalt¨®nico que confundi¨® el azul con el verde y el grana con el amarillo. Pero yo sospecho que responde a la mezcla de colores que nos sube a la cara a los barcelonistas cuando perdemos contra el Madrid. Injustamente, por supuesto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.