El patio m¨¢s codiciado

Los objetos de deseo a veces adoptan formas inesperadas: por ejemplo, una franja de terreno p¨²blico de unos 90 por 15 metros, en la c¨¦ntrica Carrera de San Francisco. Esta superficie m¨¢s o menos geom¨¦trica tiene la culpa de que dos escuelas que hasta ahora manten¨ªan una cohabitaci¨®n pac¨ªfica hayan comenzado la semana tir¨¢ndose los trastos a la cabeza.La contienda tiene por contrincantes al colegio p¨²blico de integraci¨®n Nuestra Se?ora de la Paloma, en el lado sur del codiciado suelo, y al centro religioso Sagrado Coraz¨®n, en la latitud opuesta. Ambos quieren incorporar esos metros cuadrados a sus dominios, para que sus pupilos los disfruten a la hora del recreo. Y en ese tira y afloja, laicos y religiosas se han situado en el mismo filo de la enemistad.

Los padres de alumnos de La Paloma llevaban 10 a?os reclamando en vano que el Ayuntamiento les adecentara esos 1.350 metros anhelados. Sus v¨¢stagos disponen de unas pistas deportivas anexas para el esparcimiento, y esa franja desaprovechada se antojaba muy atractiva para completar el patio escolar. Este martes llegaron por fin las m¨¢quinas al terreno deseado, pero la decepci¨®n fue clamorosa cuando comprobaron el motivo real de las obras: adecuar el solar para su uso por parte de las alumnas del Sagrado Coraz¨®n.

La mitad laica de la confrontaci¨®n estall¨® en c¨®lera. "El PP agrede lo p¨²blico para promover lo privado. Y si lo privado es de monjitas, al alcalde le satisface a¨²n m¨¢s", protest¨® el portavoz de la Asociaci¨®n de Padres, Jos¨¦ Luis Casaus. "La Administraci¨®n ha obrado a hurtadillas y de tapadillo", terci¨® el portavoz municipal de IU, Francisco Herreta. Mientras, las hermanas del Sagrado Coraz¨®n callaban. "La directora no tiene que dar ninguna noticia al respecto", se excusaron en el centro.

A media tarde, un portavoz de la concejal¨ªa de R¨¦gimen Interior aclar¨® el desaguisado.

El terreno en cuesti¨®n, dijo, fue cedido hace 10 a?os al colegio de la Paloma por la Gerencia de Urbanismo. Y se obr¨® mal: aunque ¨¦se es un ¨®rgano municipal, en realidad no ten¨ªa competencia ninguna sobre el solar en cuesti¨®n. Por eso, cuando las monjas reclamaron el terreno en Patrimonio (el ¨®rgano adecuado), se lo concedieron sin problemas.

?Qu¨¦ hacer? El concejal de Patrimonio, Antonio Moreno, aboga ahora por una reuni¨®n entre las partes a fin de que todo el mundo se beneficie de tan solicitado patio, informa Antonio Jim¨¦nez. Si esta especie de pacto escolar-salom¨®nico no fuera posible por la alta densidad de ni?os en un mismo recreo, el municipio se decidir¨¢ por favorecer a uno de ellos: La Paloma. Que para eso es p¨²blico. Y, adem¨¢s, veterano en el uso de las canchas.