El portavoz del Consejo quiere 'resucitar' el desacato

Benigno Varela, portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pidi¨® ayer que se restablezca el delito de desacato, desaparecido en 1995 del C¨®digo Penal, ante "la reiterada campa?a de gratuito desprestigio y de grave injuria o calumnia" contra jueces y magistrados. S¨®lo la asociaci¨®n judicial progresista y minoritaria Jueces para la Democracia se opuso a la resurrecci¨®n de la vieja figura penal.

Varela hizo su declaraci¨®n despu¨¦s de trasladar "el sentir un¨¢nime" de preocupaci¨®n del CGPJ por esos ataques; aunque despu¨¦s reconoci¨® que no hubo acuerdo del Consejo sobre ese punto y se responsabiliz¨® s¨®lo ¨¦l, como portavoz.

Este magistrado explic¨® que la desaparici¨®n de la figura delictiva del desacato impide perseguirlo de oficio y obliga al juez ofendido a querellarse; y que, cuando los jueces son "injustamente tratados o vilipendiados por actuaciones o resoluciones adoptadas en el ejercicio de su profesi¨®n, indirectamente se est¨¢ atacando el prestigio y la dignidad del poder judicial". Se refiri¨® a imputaciones realizadas "en estos d¨ªas" [v¨¦ase las que Joaqu¨ªn Navarro ha dirigido a Ismael Moreno, recogidas en esta misma p¨¢gina] y se?al¨® que "no es v¨¢lido utilizar el leg¨ªtimo derecho de cr¨ªtica de toda resoluci¨®n judicial, ni tampoco el no menos leg¨ªtimo derecho de informaci¨®n, para imputar, injustamente ( ... ) verdaderos delitos".

Las reacciones no se hicieron esperar. La Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM), mayoritaria y conservadora, se apresur¨® a apoyar la reimplantaci¨®n del delito de desacato. Su portavoz, Jos¨¦ Luis Requero, record¨® que la APM viene solicitando que se recobre el delito suprimido, ya que "los jueces se han quedado desamparados frente a los apasionamientos de las partes del conflicto".'

Mar¨ªa Tard¨®n, portavoz de la Asociaci¨®n Francisco de Vitoria, minoritaria y moderada, anticip¨® tambi¨¦n su apoyo a introducir de nuevo esa figura, porque "al insultar a un juez concreto, a quien se quiere desacreditar es a la Administraci¨®n de Justicia y en definitiva al Estado". Sin desacato, el juez ofendido ha de querellarse, "lo que permite quitarse de enmedio a los jueces molestos, pues al querellarse contra alguien se puede demostrar enemistad manifiesta y el juez debe ser retirado del caso".

Por el contrario, Jos¨¦ Antonio Alonso, portavoz de Jueces para la Democracia, a¨²n cuando expres¨® que su asociaci¨®n comparte la preocupaci¨®n por los ataques a los jueces, se mostr¨® contrario a resucitar el desacato, "porque en la pugna entre la libertad de expresi¨®n y las instituciones y poderes, el juez debe aguantar m¨¢s" y si el ataque es desmesurado, puede querellarse o recurrir a la v¨ªa civil.

En la misma, l¨ªnea, la diputada socialista y ex viceministra de Justicia, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, afirm¨® que "el desacato proteg¨ªa el principio de autoridad que, en un Estado democr¨¢tico, debe ceder ante el derecho a la libertad de cr¨ªtica". Pablo Castellano, de IU, tambi¨¦n se mostr¨® en contra de restablecerlo.