Washington alaba la cooperaci¨®n de M¨¦xico en la lucha contra el 'narco'

A cinco meses de que Estados Unidos reparta por el mundo, como cada a?o, las certificaciones de buen comportamiento en la lucha contra el narcotr¨¢fico, la Casa Blanca ha comenzado a mover sus fichas para convencer al poder legislativo de los m¨¦ritos acumulados por M¨¦xico para pasar el examen. Todo un batall¨®n de funcionarios con el zar antidrogas Barry McCaffrey al frente, present¨® el mi¨¦rcoles elogiosos informes sobre la cooperaci¨®n mexicana ante un Senado sumamente esc¨¦ptico. En casa, mientras tanto, los carteles y las autoridades prosiguen su guerra. Un funcionario antidrogas fue ejecutado al sur de la capital mexicana y el Ej¨¦rcito detuvo en Guerrero a 12 polic¨ªas que transportaban m¨¢s de 700 kilos de marihuana."La cooperaci¨®n con M¨¦xico est¨¢ en el nivel m¨¢s alto de todos los tiempos". El Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense pudo o¨ªr esta frase a McCaffrey y a varios funcionarios del FBI, de la DEA (la agencia antinarc¨®ticos) y del Servicio de Aduanas. Como muestra, esgrimieron los recientes acuerdos suscritos con el Gobierno mexicano para ampliar las operaciones de los aviones antidrogas de EE UU y para permitir la extradici¨®n de seis traficantes mexicanos.

No faltaron los puntos negros: al cap¨ªtulo de la corrupci¨®n, destacado por todas las agencias gubernamentales, se uni¨® la lista de reclamaciones insatisfechas presentada por los senadores: m¨¢s detenciones de narcotraficantes, mayor impulso contra el lavado de dinero y permiso para que los agentes antidrogas estadounidenses destinados al otro lado de la frontera puedan llevar armas, punto ¨¦ste en el que el Gobierno de M¨¦xico dice no estar dispuesto a ceder.

Estas peticiones saldr¨¢n sin duda a la palestra en la reuni¨®n que el presidente mexicano, Ernesto Zedillo, mantendr¨¢ este mes con su hom¨®logo Bill Clinton.

Violencia que no cesa

Y mientras en Washington se teoriza, en M¨¦xico la violencia del narcotr¨¢fico no cesa. El cad¨¢ver de Fernando Pascual V¨¦lez, ex delegado de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR) en el Estado norte?o de Chihuahua, fue hallado en un dep¨®sito de agua cerca de Cuernavaca, a 80 kil¨®metros al sur de la capital. El funcionario, que segu¨ªa la pista al cartel de Ciudad Ju¨¢rez, presentaba signos de tortura y ten¨ªa en la garganta varias bolas de papel que le produjeron la asfixia.No es un caso nuevo. Al menos siete altos cargos de la PGR -que est¨¢ a medio camino entre los ministerios de Justicia e Interior destinados en Baja California, base del cartel de Tijuana, han sido asesinados desde 1994 en circunstancias parecidas.

Por otra parte, el Ej¨¦rcito mexicano intercept¨® en el Estado de Guerrero, al sur del pa¨ªs, dos camionetas de la Subsecretar¨ªa de Protecci¨®n y Tr¨¢nsito en las que 12 polic¨ªas escoltaban 738 kilos de marihuana.