El dictador guineano, Teodoro Obiang, reclama al presidente espa?ol que cumpla "sus compromisos"
El presidente de la Rep¨²blica de Guinea Ecuatorial reclam¨® ayer en Bruselas al jefe del Gobierno espa?ol que cumpla "sus compromisos" con ¨¦l. Envalentonado por el apoyo de la Comisi¨®n Europea -condicionado a que se plasme su promesa democratizadora-, y despreciando a la oposici¨®n, Obiang pidi¨® a Aznar que le abra el grifo de la ayuda econ¨®mica, visite Malabo y le ayude a cazar al opositor Severo Moto, que se refugi¨® en Espa?a.
"El problema est¨¢ en que el Gobierno de Espa?a debe cumplir sus compromisos", dijo Obiang a un grupo de periodistas, refiri¨¦ndose a los acuerdos que alcanz¨® con Aznar en sus ¨²ltimas reuniones de Roma y Nueva York. "Deben materializarse", a?adi¨®.
Aunque posteriormente aludi¨® a que "m¨¢s que de compromisos se trata de la voluntad pol¨ªtica de ambas partes", el aut¨®crata guineano -18 a?os en el poder- los concret¨®: "La cooperaci¨®n econ¨®mica ya ten¨ªa que haberse reanudado". Y a¨²n apret¨® m¨¢s: la visita de Aznar a Malabo "ten¨ªa que haberse realizado ya, esperamos que venga lo m¨¢s pronto posible". Su ministro de Estado, Exteriores y Cooperaci¨®n, Miguel Oyono, a?adi¨® que se refer¨ªa tambi¨¦n a la entrega de Moto, huido del pa¨ªs. Y precis¨®: "No hemos pedido nada a Espa?a, dejamos que asuma sus responsabilidades, porque el Gobierno Aznar se comprometi¨® a que fuese juzgado en Angola, pero luego [escapado de Espa?a], desembarc¨® en las Baharnas".
Para Obiang, Felipe Gonz¨¢lez fue una cat¨¢strofe, y su sucesor, un alivio. "Hay mucha diferencia", indic¨®, pues "el Gobierno Aznar por lo menos es realista y defiende los principios internacionales". Su ministro achac¨® "la ausencia de Espa?a en Guinea a la pol¨ªtica socialista, que desmantel¨® tanto el acuerdo con Telef¨®nica para renovar las telecomunicaciones como la cooperaci¨®n econ¨®mica, conservando s¨®lo la ayuda humanitaria, asistencial, de monjas y curas, como si nuestro pa¨ªs saliese de una guerra". Sostuvo que otorg¨® en 1991 la concesi¨®n exclusiva para la explotaci¨®n petrol¨ªfera de su plataforma continental a las norteamericanas Mobil Oil y Nomeco despu¨¦s de que durante diez a?os la disfrutaran, sin aprovecharla, Hispanoil y Repsol. Y solicit¨® a Espa?a "inversi¨®n del sector privado, que da trabajo a los guineanos y ha brillado por su ausencia".
Su jefe pretendi¨® diluir "la pol¨¦mica negativa" espa?ola suscitada por la elevaci¨®n del franc¨¦s a "segunda lengua oficial". "Tenernos un entorno geopol¨ªtico franc¨®fono en el que debemos integrarnos", argument¨® Obiang, y Guinea pertenece al ¨¢rea del franco. "Estamos pr¨®ximos a Espa?a por razones culturales", pero de Francia, "tambi¨¦n por razones econ¨®micas", advirti¨®.
Promesas de democratizaci¨®n
Obiang y Oyono han reiterado en Bruselas sus promesas de democratizaci¨®n. Pero el presidente ningune¨® a los dem¨¢s partidos: "Muchos son s¨®lo de siglas, conocemos algunos que no tienen ni un s¨®lo militante, y sus l¨ªderes no hacen m¨¢s que criticar y crear problemas que el pueblo no escucha".En Guinea, defendi¨® Obiang, "nada sucede que d¨¦ credibilidad a las cr¨ªticas de la oposici¨®n", porque el r¨¦gimen act¨²a "con transparencia". La acusaci¨®n de fraude electoral "es la expresi¨®n constante y permanente de la oposici¨®n cuando ha perdido las elecciones". El presidente guineano rechaz¨® la posibilidad de una amnist¨ªa. Seg¨²n ¨¦l, Severo Moto ha incumplido los pactos interpartidistas: "Es un delincuente habitual al que no se puede indultar por segunda vez". Y Oyono apostill¨®: "El Gobierno espa?ol dijo que le retirar¨ªa el asilo y luego no lo hizo".
En cuanto a la cooperante espa?ola que debi¨® salir de Guinea el d¨ªa 16, el ministro asegur¨® que hab¨ªa sido expulsada. Sostuvo que fueron el consulado espa?ol y la delegaci¨®n de la Comisi¨®n Europea en Malabo quienes reclamaron su salida, tras las quejas de Malabo por "la animosidad de su comportamiento contra los guineanos y su tendencia a propagar falsos rumores, como el de que hab¨ªa visto descuartizar a una persona". "Cuando se afirma que es pr¨¢ctica corriente del presidente y los ministros comer carne humana, lo mejor es retirarse a otro pa¨ªs", remach¨®.
Un portavoz de la Comisi¨®n desminti¨® haber reclamado su repatriaci¨®n. La cooperante, dijo, entr¨® por error en el per¨ªmetro de seguridad de una presa. Ah¨ª la detuvo la polic¨ªa, que le requis¨® su diario ¨ªntimo, en el que vert¨ªa cr¨ªticas al r¨¦gimen. "Tras intervenir el c¨®nsul espa?ol y el delegado de la Comisi¨®n protestando por la detenci¨®n, el Gobierno decidi¨® expulsarla", asegur¨®.
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