El r¨¦gimen de Sadam Husein asegura que est¨¢ preparado para responder a cualquier ataque
El jugador de p¨®quer por excelencia en Oriente Pr¨®ximo, Sadam Husein, ha vuelto a apostar fuerte. Con la expulsi¨®n de siete t¨¦cnicos estadounidenses encargados de verificar el cumplimiento de los programas de eliminaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva Bagdad se enfrenta de nuevo a la comunidad internacional. Las veladas amenazas de una posible acci¨®n militar de castigo no han amedrentado al dictador. "Si Estados Unidos quiere iniciar una acci¨®n, y esa acci¨®n es militar o de otro tipo, Irak est¨¢ preparado", dijo ayer Sult¨¢n al Shawi, presidente del comit¨¦ legal del Parlamento iraqu¨ª.
Pero no parece que las cosas se vayan a precipitar tanto. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas inici¨® anoche una sesi¨®n de urgencia para tratar este asunto. Los 15 miembros parecen inclinados a dar antes a Bagdad una ¨²ltima oportunidad. Sobre la mesa est¨¢ el env¨ªo de un emisario a la zona para que infome posteriormente de los resultados de su misi¨®n, seg¨²n informa la agencia France Presse desde Nueva York. Rusia se opone con firmeza a cualquier acci¨®n militar, pero apoya junto a Francia la innegociabilidad de la permanencia en Irak de los norteamericanos expulsados.El conflicto planteado por el l¨ªder iraqu¨ª no es nuevo, aunque s¨ª en su forma. Arranca de las resoluciones de las Naciones Unidas despu¨¦s de la guerra del Golfo. En ellas se exige al r¨¦gimen el desmantelanmiento de sus armas de destrucci¨®n masiva y la suspensi¨®n de los programas para desarrollarlas. Naciones Unidas mantiene desde entonces un equipo permanente de expertos, con miembros rotativos, cuyo objetivo es hacer cumplir las resoluciones. Sadam, lejos de cooperar, ha desplegado toda su habilidad para entorpecer su trabajo con una estudiada pol¨ªtica de paso adelante y paso atr¨¢s.
Ese peligroso juego ya origin¨® en tres ocasiones ataques norteamericanos con misiles -enero y junio de 1993 y septiembre de 1996-. Los ataques se centraron en los establecimientos militares en los que se supone que Irak desarrolla sus programas secretos. En el de enero de 1993 hubo, en cambio, un accidente. Uno de los misiles Tomahawk lanzados por. una nav¨ªo estadounidense se estrell¨® contra los bajos del hotel Al Rachid, en Bagdad. Seg¨²n Washington, se debi¨® a la acci¨®n de las bater¨ªas antia¨¦reas iraqu¨ªes, que desviaron su curso. Otras fuentes recordaron que en los bajos de ese hotel se halla el b¨²riker m¨¢s seguro de la ciudad, utilizado en ocasiones por el propio Sadam Husein.
"Creo que la decisi¨®n iraqu¨ª no es la mejor, y me parece que Irak debe cambiar su postura, pero somos contrarios al uso de la fuerza contra este pa¨ªs, despu¨¦s de que algunas voces hayan sugerido, sobre todo desde el Reino Unido, acciones militares", afirm¨® ayer en El Cairo, y en un tono firmemente conciliador, el ministro de Exteriores ruso, Yevgueni Primakov, quien volvi¨® a ofrecerse como mediador en el conflicto entre la ONU y Bagdad.
La respuesta de Bagdad no var¨ªa un ¨¢pice. "No daremos marcha atr¨¢s en nuestra decisi¨®n", dijo ayer en la capital iraqu¨ª el presidente del Parlamento, Saadun Hamimadi, refiri¨¦ndose a la prohibici¨®n de entrada de los tres t¨¦cnicos norteamericanos, as¨ª como a la orden de expulsi¨®n de otros siete especialistas de la misma nacionalidad, a los que se les ha dado un plazo de una semana de tiempo para que salgan del mismo.
El conflicto provocado por el Gobierno de Sadam Husein ha logrado, sin embargo, otro importante efecto: plantear ante la opini¨®n p¨²blica y la comunidad internacional el asunto del embargo petrol¨ªfero decretado por las Naciones Unidas contra Bagdad. Esto sucede cuando falta poco menos de dos meses para reexaminar la renovaci¨®n del acuerdo establecido en 1996, en el que se permiti¨® a Irak la exportaci¨®n de petr¨®leo por un valor de 2.000 millones de d¨®lares para poder comprar as¨ª v¨ªveres y medicamentos.
Petr¨®leo por alimentos
"Deber¨ªamos reexaminar la aplicaci¨®n de las resoluciones del Consejo de Seguridad [petr¨®leo a cambio de alimentos] para poder ofrecer algunas zanahorias m¨¢s a lrak", afirmaba ayer en un tono conciliador sir John Moberly, antiguo embajador brit¨¢nico en Bagdad, quien reclamaba de esta manera atender las necesidades de una poblaci¨®n de 22 millones de habitantes sobre la que han empezado ya a darse s¨ªntomas evidentes de malnutrici¨®n.Por si todos estos elementos de tensi¨®n no fueran suficientes, la prensa israel¨ª se hac¨ªa ayer eco de la decisi¨®n de los servicios secretos israel¨ªes (Mosad) de reactivar y desempolvar un viejo plan, tramado hace cinco a?os, para asesinar a Sadam Husein. El proyecto reactivado tratar¨ªa de limpiar la imagen de la agencia de espionaje israel¨ª, que en los ¨²ltimos tiempos ha quedado en entredicho y en rid¨ªculo tras el fracasado intento de asesinar en Amim¨¢n a un dirigente palestino del partido fundamentalista Ham¨¢s.
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