El filme canadiense 'Dulce porvenir', dirigido por Atom Egoyan, gana la Espiga de Oro

Anoche se clausur¨® una excelente Seminci que tuvo como triunfadora a la formidable pel¨ªcula canadiense Dulce porvenir, de Atom Egoyan. Los premios de interpretaci¨®n fueron para la sueca Pernilla August, por su extraordinaria creaci¨®n en Confesiones privadas, y el estadounidense Nick Nolte, por Afflicti¨®n, donde su talento rompe la pantalla. La Espiga de Plata qued¨® repartida entre Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, director de Cosas que dej¨¦ en La Habana, y el brit¨¢nico Mike Leigh, por Dos chicas de hoy. Cerr¨® el acto el estreno de Carreteras secundarias, bella pel¨ªcula de Emilio Mart¨ªnez-L¨¢zaro.

El Premio Pilar Mir¨®, creado este a?o y destinado a distinguir la mejor ¨®pera prima del concurso, fue concedido al alem¨¢n Wolfgang Becker por su direcci¨®n de La vida en obras, pel¨ªcula poderosa y de gran solvencia, que no parece en absoluto una primera obra. Y cerr¨® la lista oficial de premios el destinado a destacar una parcela creativa dentro del conjunto que compone el filme como totalidad, que fue otorgado al director de fotograf¨ªa norteamericano Paul Sarossy, por su doble trabajo en Dulce porvenir y Affliction.La lista de triunfadores, aunque deja fuera dos pel¨ªculas de muy alto riesgo y de gran entidad -la austr¨ªaca Funny games y la iran¨ª El espejo-, es impecable y perfectamente defendible. Por su parte, y tras conceder una menci¨®n especial a la coproducci¨®n entre Bosnia y Francia El c¨ªrculo perfecto, dirigida por Ademir Kenovic, un jurado de cr¨ªticos de cine procedentes de siete pa¨ªses concedi¨® por unanimidad el Premio de la Cr¨ªtica Internacional a Confesiones privadas, extraordinaria pel¨ªcula dirigida por Liv Ullmann sobre un gui¨®n, literalmente genial, de Ingmar Bergman. Tras la lectura del fallo y la entrega de los premios, cerr¨® esta 42? Semana Internacional de Cine el estreno de una emotiva y hermosa pel¨ªcula espa?ola, Carreteras secundarias, escrita por Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, sobre su propia novela, y dirigida por Emilio Mart¨ªnez-L¨¢zaro, en un registro -a medio camino entre la picaresca y el melodrama- que se aparta de la l¨ªnea de sus ¨²ltimas pel¨ªculas, construidas en clave de comedia.

Relato itinerante

Carreteras secundarias se ve bien, es muy entretenida y se sostiene sobre un hilo muy vivaz, con estructura de relato itinerante, lo que presagia para ella una posible buena audiencia. Comienza con ritmo trepidante, que se estanca poco despu¨¦s en una zona indecisa, que por dilatarse demasiado descoloca un poco al espectador y le deja algo desorientado durante unos minutos. Pero, tras la irrupci¨®n del viv¨ªsimo personaje epis¨®dico que borda Maribel Verd¨² y que tiene la virtud de disparar, galvanizar, definir con nitidez y por contraste el maravilloso d¨²o padre-hijo que encarnan Antonio Resines y Fernando Ramallo -el magn¨ªfico y jovenc¨ªsimo actor que desvel¨® David Trueba en La buena vida-, la pel¨ªcula sube vertiginosamente y permite abrir cauce al talento de Resines, que hace -tras un giro gradual, sutil¨ªsimo y emocionante desde lo que su personaje parece a lo que realmente es- una nueva y arrolladora escalada expresiva, que nos mantiene con el ¨¢nimo secuestrado y con los ojos h¨²medos y agradecidos durante todo lo que queda de pel¨ªcula.